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Una buena noticia europea
El trauma del Brexit está todavía presente y pasará una generación antes de que se pueda replantear la adhesión a la UE
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Cada vez más ciudadanos británicos piensan que es necesario estrechar la relación entre el Reino Unido y la UE, incluyendo un 26% de los que votaron por el Brexit. Asimismo, una mayoría de europeos continentales estiman que ha llegado el momento de multiplicar ... estos lazos. Un estudio reciente de ECFR.eu describe con detalle un claro deseo de reencuentro.
Varias razones explican este estado de opinión. Las amenazas a la seguridad común que representa la guerra de Ucrania hacen bueno el dicho de que todos los países europeos son pequeños solo que algunos no lo saben todavía. El retorno a la Casa Blanca de Donald Trump, un presidente aislacionista, muy escéptico sobre la importancia del vínculo transatlántico y dispuesto a desatar guerras comerciales con sus aliados también impulsa la cooperación entre los dos lados del canal.
Esto no quiere decir que los británicos vayan a volver a formar parte de la UE a corto plazo. El trauma del Brexit está todavía presente y pasará una generación antes de que se pueda replantear la adhesión. Las crisis políticas en Francia y Alemania dificultan asimismo que la UE reaccione con rapidez ante las amenazas a su seguridad y piense en asociarse con su antiguo Estado miembro. Existen sin embargo numerosas iniciativas concretas sobre las que trabajar juntos. La lista de temas pendientes es interminable: defensa, economía, educación, investigación, desarrollo tecnológico, lucha contra la emergencia climática…
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El Reino Unido sigue siendo la primera potencia militar y la segunda economía del continente, aunque la situación de sus finanzas públicas lastra la puesta al día de sus capacidades globales. El gobierno laborista de Keir Starmer entiende que su proyecto de reformas pasa por intensificar las relaciones con el mercado interior comunitario y mejorar el acceso al mismo. Es cierto que los conservadores se han radicalizado tras su derrota electoral, pero un tercio de sus votantes quieren mejorar la cooperación con la Unión Europea. El pragmatismo empieza a sustituir a una arrogancia que en 2016 se disfrazó de patriotismo. En el continente, el Reino Unido es cada vez más percibido como parte de la solución.
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