A días de las elecciones, López Obrador refuerza la seguridad de Palacio Nacional y se multiplican las protestas
El gobierno mexicano expuesto a manifestaciones casi a diario: maestros, familiares de desaparecidos y partidos de oposición
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El Palacio Nacional, donde reside y trabaja el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ubicado frente a la icónica plaza del Zócalo en la Ciudad de México, tiene por estos días sus fachadas de estilo barroco y neocolonial opacadas por vallas de seguridad que resguardan el perímetro del edificio cuyos cimientos se instalaron en 1502.
El motivo es la agitación social y política que implica manifestaciones casi diarias frente al Palacio y, en ciertas ocasiones, hostilidades físicas. Este miércoles le preguntaron a López Obrador hasta cuándo seguirían las vallas, instaladas días atrás, y replicó que hasta después de las elecciones presidenciales previstas para el 2 de junio. «La oposición quiere que los manifestantes entren a Palacio y le prendan fuego», expresó.
El Palacio se encuentra resguardado con vallas desde la semana pasada familiares de los estudiantes desaparecidos en Aytozinapa en 2014, en protesta contra el gobierno, arrojaron petardos al edificio e hirieron a 26 policías.
El pasado marzo, también familiares de los desaparecidos, tumbaron una puerta de Palacio Nacional y le prendieron fuego mientras el presidente ofrecía su conferencia matutina.
Ya esta semana, el martes el Zócalo fue epicentro de una protesta de maestros que demandan aumentos salariales, el miércoles fue el turno de un reclamo a favor de Palestina y que piden que el gobierno rompa relaciones con Israel y este domingo se espera una congregación de los partidos opositores en la marcha de la llamada «Marea rosa», que le pedirá a López Obrador respetar las instituciones democráticas.
Para el presidente es un cambio de roles absoluto porque López Obrador realizó parte de su carrera política organizando marchas y protestas en el Zócalo capitalino contra los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN).
La seguridad presidencial está a cargo de agentes de inteligencia y ex militares que reforzaron medidas desde un episodio que tuvo lugar en marzo del 2021 y nunca fue aclarado. Una mañana el presidente daba su conferencia de cada día y un intruso de edad juvenil irrumpió en el salón de la Tesorería, atravesó mínimos filtros de seguridad y llegó hasta el presidente a quien le susurro en el oído. Nunca se informó quien era el intruso ni que le dijo a López Obrador pero desde ese día las medidas de seguridad se incrementaron.
Este miércoles López Obrador insistió en que es necesario «estar cuidando» y «ser prudentes», pues aunque reconoce que hay manifestantes de buena fe, también hay quienes «traen otras intenciones» y «vienen a apoyar a la mafia del poder, a la oligarquía».
«Son conservadores. Aunque se hagan pasar por radicales. Aunque se hagan pasar por radicales. Si traen una capucha y vienen a tirar bombas. O traen sopletes. ¿Qué no se sabe cuando uno lucha por una transformación? ¿Que el soldado es pueblo uniformado? ¿No se sabe eso? Que son hijos de campesinos, que son hijos de obreros, que son hijos del pueblo«, comentó.
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