La UE abre un proceso de sanciones contra Lukashenko

No es habitual un gesto como este en materia de política exterior, pero la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , se había pronunciado a través de las redes sociales a favor de que los ministros aprobasen sanciones contra el régimen bielorruso. «Necesitamos medidas adicionales contra quienes han violado los valores democráticos o cometido abusos contra los derechos humanos en Bielorrusia».

En la reunión, los ministros analizaron la situación que se ha producido tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto cuya victoria se ha atribuido Alexander Lukashenko , antes de desencadenar una represión brutal contra los que consideran que se trató de una mascarada. El ministro luxemburgués Jean Asselborn subrayó que «el estado de derecho, la responsabilidad democrática, las elecciones libres y justas y el derecho a manifestarse pacíficamente son esenciales para la libertad, la estabilidad y la seguridad de nuestras sociedades» y que «el respeto de estos valores y principios es vital en toda Europa».

Y por ello se pronunció a favor de sanciones específicas y efectivas: «Las sanciones deben dirigirse claramente a los responsables del régimen de la violencia y las violaciones de derechos humanos recientes. Al mismo tiempo, debemos hacer todo lo posible para apoyar a la sociedad civil, incluidos los periodistas independientes, así como los estudiantes, y apoyar a quienes están comprometidos con una Bielorrusia democrática».

Tradicionalmente, la Unión Europea había adoptado una posición discreta hacia este país cuyo dirigente ha estado aprovechando su situación como «estado tampón» ante la vecina Rusia . Cuando la UE aumentaba sus presiones para exigir reformas democráticas, Lukashenko reaccionaba amenazando con aproximarse aún más al Kremlin. Y cuando era Vladímir Putin el que hacia hincapié en condicionar la política bielorrusa, entonces respondía con planes de hacer caso a las reclamaciones europeas. La decisión de empezar a trabajar en sanciones directas hacia responsables del régimen bielorruso va a obligar a Lukashenko a decantarse claramente en una u otra dirección. Para los países vecinos de Bielorrusia, como Polonia o los bálticos, las consecuencias de esta decisión pueden ser muy frelevantes.

El proceso de establecimiento de sanciones entra ahora en un trámite técnico, que consiste esencialmente en identificar a las personalidades más relevantes en la represión directa de los opositores. Habitualmente se decide imponer una prohibición de entrar en territorio europeo y la congelación de sus haberes en entidades financieras europeas. Todo ello ha de llevarse a cabo con un escrupuloso espeto a la legalidad europea, para evitar que los afectados pudieran recurrirlas ante la justicia, como ya ha sucedido con anterioridad. En su día, esta lista debe ser aprobada por unanimidad.

La reunión había comenzado, sin embargo, con un análisis de la situación en el Mediterráneo Oriental, donde las tensiones entre Grecia y Turquía han alcanzado un nivel preocupante. Los ministros enviaron a Ankara un mensaje de firmeza en el respaldo a Atenas, especialmente Francia, que ha desplazado una flotilla y varios cazabombarderos a la zona. El Gobierno español deberá decidir en breve si renueva o no la misión de apoyo a Turquía en el marco de la OTAN y que consiste en el mantenimiento de una batería de misiles antiaéreos en una base turca. En estos momentos retirarla o no tendrá consecuencias irrelevaantes en ambos casos.

Finalmente los ministros abordaron la situación en Líbano y la definición de las condiciones para la ayuda a este país especialmente desgraciado en esta época. Borrell había declarado antes de la reunbió que la la UE ve con buenos ojos la moratoria de las anexiones israelíes en Cisjordania como consecuencia del acuerdo entre Israel y los Emiratos Arabes.