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Carles Benpar reivindica los derechos de los cineastas sobre sus obras

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BARCELONA. Coloraciones imposibles de películas en blanco y negro, mutilaciones en salas de proyección, cortes publicitarios arbitrarios... Éstos son algunos de los abusos que sufren los cineastas y que Carles Benpar denuncia en el documental «Cineastas contra magnates», que se estrena este viernes. Es la primera parte de una obra fruto de tres años de recopilación de entrevistas y testimonios de directores como Woody Allen, Liv Ullmann, Federico Fellini o Milos Forman. Benpar explicó ayer que dentro de un mes espera tener lista la segunda parte, que bajo el nombre de «Cineastas en acción» dará cabida a temas que no se han desarrollado en la primera.

El espíritu de la obra es común al de la Declararación de Barcelona (1988) que leyó Fred Zinneman y que exigía el respeto a la obra del cineasta tal y como fue concebida, y que el del Tratado de Berna que reconocía los derechos morales del autor sobre su film.

El propio Benpar ha sido un activista de esta causa, un buen ejemplo de ello es la demanda que interpuso contra TVE por la emisión de «Hombre del Oeste» (Anthonny Mann) sin respetar el formato scope original, por lo que los encuadres se vieron alterados y algunos personajes quedaban fuera de pantalla. El hilo conductor recae en una actriz (Marta Belmonte) y no en él mismo, un modo de narrar que tuvo «claro desde el principio»: «Me parece ridículo que un director aparezca hablando en su película, exceptuando el caso de Orson Welles», dijo Benpar,

Los numerosos directores que se prestaron a participar en el proyecto lo hicieron gustosamente: «De 7 u 8 personajes que teníamos en el guión original, llegamos a pasar los 150», explicó Benpar. Creció el número de participantes y también el de manipulaciones registradas, por ejemplo, no conocían la aceleración de velocidad que se practica a veces en televisón y que permite disponer de más tiempo para pasar publicidad. Es un caso más de lo que Giuliano Montaldo denomina en la película como «un mercado de imágenes», refiriéndose a la televisión. Precisamente «Cineastas contra magnates» se verá en televisión -TV3 y la antigua Vía Digital participan en la película- y como no se ha firmado ningún tipo de acuerdo previo podría pasarse con interrupciones publicitarias.

Los titulares del copyright

«Los magnates no son los productores, son los parásitos que han heredado de los productores», dijo Benpar. Son los propietarios de las películas, a los que los autores oponen sus derechos morales. La legislación de EEUU, sin embargo. considera que el autor es el titular del copyright, y éste recae generalmente en las «majors». «La grandeza de Woody Allen y otros es que luchan por una causa que no padecen», señaló el director catalán.

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