Nacho Palau desvela cómo es su relación con Miguel Bosé tras su cáncer de pulmón
El artista valenciano ha superado esta agresiva enfermedad que lo ha mantenido alejado de los focos
El contenido de la conversación entre Nacho Palau y Miguel Bosé
La confesión de Nacho Palau que pondría celoso a Miguel Bosé

Nacho Palau acudió a 'Déjate querer' para anunciar que ha superado el cáncer el pulmón con un duro tratamiento de radio y quimioterapia cuyas secuelas todavía podían apreciarse en su forma de hablar: «Perdí la voz. Ahora, he empezado a recuperarla, aunque tengo una cuerda vocal dañada».
Ha sido una fase muy dura de su vida en la que ha necesitado un psicólogo oncológico para superar «el dolor y la impotencia»: «Un día me dije 'No puedo más', que esto me lleve por delante… Pero luego pensé en los nanos, siempre pienso en ellos, en que tengan a un padre que les enseñe las cosas importantes de la vida». Ha quedado muy tocado: «Me siento débil, vulnerable, soy más miedoso».
Tanto, que no podría enfrentarse a una recaída: «Si ahora mismo volviera el cáncer, lo llevaría fatal». Pero hay que aferrarse a las buenas noticias, como su propia madre, Lola, que ha superado la misma enfermedad: «Está bien, pero la enfermedad es muy dura, parece que tiene veinte años más». Si hay alguien a quien Nacho está agradecido es a Christian, su pareja: «Me ha demostrado que me ama, se ha desvivido por cuidarme».
Nacho ha recordado también la primera llamada de Miguel Bosé: «Fue muy emotiva. Ambos lloramos. Él me dijo que no me preocupara, que estaba ahí». Tras una ruptura complicada por la custodia de sus cuatro hijos, la pareja mantiene ahora buenas relaciones: «No nos hemos llegado a pedir perdón en persona, pero sé lo que piensa. Estamos ya separados, ya cada uno con sus niños. Considero que es tan buen padre como yo».
Lucha por la custodia
«Lo quiero mucho, son muchos años, solo espero que le vaya bien. Me he reído mucho con él, es un hombre muy gracioso. He aprendido mucho de él, es muy culto. Me ha presentado a mucha gente. He sido muy feliz con él. No sé cómo quedará la cosa: los niños ya están juntos, aun a distancia. Se quieren, se ven, se hablan por videollamada. Cuando se separaron eran muy pequeños», añadió.
Juntos, pero separados. Por esa razón, Nacho mantiene la batalla legal por la custodia: «Lo legal no está parado porque la inmadurez de los mayores no puede afectar a los pequeños». Y reconoce que, de saber cómo terminaron la cosas, habría actuado de otra manera: «Yo estaba confiado en que nada iba a pasar, pero todo se complicó al final». Nacho quiere a Miguel, pero sobre todo quiere a sus hijos. Y los quiere juntos.
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