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Lady Di y el Príncipe Carlos: todos los detalles de la que se convirtió en la boda del siglo XX

Se cumplen 41 años desde que se dieron el 'sí, quiero' en Londres. La ceremonia tuvo 3.500 invitados y hubo gran expectación

Lady Di y el Príncipe Carlos el día de su boda REDES
Aarón Espí

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Desde antes de celebrarse, se convirtió en la boda del siglo XX. El 29 de julio de 1981, el Reino Unido se paralizó para ser testigo de cómo el Príncipe Carlos y Lady Diana Spencer sellaban su amor con una ceremonia de escándalo. Alrededor de 3.500 personas se aglutinaron en la catedral de San Pablo, en Londres, para no perderse ni el más mínimo detalle del evento. Y es que, la noticia de su casamiento causó una gran agitación social ya que el primogénito de la Reina Isabel II se casaba con una joven que, aunque pertenecía a una familia aristocrática, no tenía sangre real. La ciudadanía ya tenía a su aclamada princesa. Una chica tímida, guapa, que logró cautivar a todos los británicos por su sencillez y que rápidamente fue apodada como 'la princesa del pueblo'.

La boda llegó cinco meses después de que anunciaran su compromiso mediante un comunicado oficial. «Con placer la Reina y el Duque de Edimburgo anuncian el compromiso de su amado hijo, el Príncipe de Gales, con Lady Diana Spencer, hija del Conde Spencer y la honorable señora Shand Kydd», decía el escrito que emitieron el 24 de febrero del mismo año. Y desde entonces fueron muchas las polémicas que envolvían a la relación. El hecho de que Lady no descendiera de una familia real, no fue la única tradición que no cumplieron los novios: el anillo de compromiso no fue diseñado para ella, sino que fue elegido de un catálogo. Además, la pareja decidió darse el beso de recién casados desde el balcón de Buckingham ante los miles de asistentes que había allí. El matrimonio entre Lady Di y Carlos de Inglaterra costó cerca de 47 millones de euros y contó con grandes medidas de seguridad ya que había más de 3.000 hombres entre los agentes armados y policías.

Impresionante vestido

Pero si algo destacó en esta boda fue el vestido que lució Diana de Gales, de los diseñadores David y Elizabeth Emanuel, que se caracterizó por ser de todo menos sencillo y cuya elaboración fue valorada en 180.000 euros. «Siempre supo exactamente lo que estaba buscando, hasta el detalle de la herradura tachonada con diamantes que llevaba bordada en la pretina como talismán de buena suerte. Insistió mucho en su petición de contar con mangas voluminosas, sedas flotantes, una cola de tafetán de casi 8 metros, cintura ceñida y encaje antiguo bordado con perlas y lentejuelas», contó Tina Brown, exdirectora de 'Vanity Fair' y biógrafa de Diana.

Sin embargo, ni Lady Di ni los diseñadores contaban con los problemas que trajo consigo el vestido hasta el mismo día de la ceremonia. Diana de Gales necesitó hasta 15 pruebas antes de ponérselo y darse el 'sí, quiero' ya que, durante los meses en los que estuvieron preparando la boda, adelgazó y perdió varios centímetros de cintura. Pero esta no fue la única problemática con la que se encontraron. Los hermanos Emanuel no tuvieron en cuenta las arrugas que tendría el vestido, una vez puesto, por el tipo de tela de la indumentaria. Así mismo, este contratiempo no pudo solucionarse porque se percataron cuando la novia estaba entrenando en la catedral ante la atenta mirada de los más de 750 millones de espectadores de todo el mundo que no se despegaron de las pantallas para contemplar el acaecimiento.

Diana de Gales y el Príncipe Carlos de Inglaterra durante su boda REDES

Una serie de percances que parecían un indicio de lo polémico que iba a ser su matrimonio. Unos años después de la boda, Lady Di aseguró, en unas grabaciones que más tarde utilizó el escritor Andrew Morton para publicar en 1992 la biografía 'Diana: Su verdadera historia', que recordaba ese día como «el peor de su vida» y que se sintió como «un cordero rumbo al matadero». Y fue 15 años después, el 12 de julio de 1996, cuando rompió su relación sentimental con el hijo de la Reina Isabel II. Lo peor llegó un año después, cuando Lady Di perdió la vida tras un siniestro vial en el interior del túnel del Alma, en París. Junto a ella, estaba su novio Dodi Al- Fayed y el conductor del coche, Henry Paul, que también murieron en el acto. El único que logró salir con vida del accidente fue el guardaespaldas Trevor Rees-Jones. Un triste final para 'la princesa del pueblo' que lloró Reino Unido, que a su vez, sigue recordándola con gran cariño.

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