Diálogos de Familia
Un psiquiatra: «Un miope sin gafas no puede ver. Pues lo mismo le pasa al niño con TDAH sin la medicación»
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) explicado por el doctor Hilario Blasco, autor del libro «Jaque Mate al TDAH»

Hoy en Diálogos de Familia, contamos con Hilario Blasco, psiquiatra del Hospital Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid) y uno de los mayores conocedores del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) de España. Blasco también es autor del libro 'Jaque mate al ... TDAH', donde ha condensado 10 años de experiencia profesional al servicio de sus pacientes.
El término TDAH se escucha mucho últimamente, ¿puede explicar a qué responden las siglas ?
Digamos que los síntomas más nucleares y comunes vienen representados por las siglas del TDAH: trastorno por déficit de atención e hierpactividad . Es decir, una dificultad para mantener el foco de atención, junto con una mayor hiperactividad e impulsividad. Pero la clínica puede ser mucho más amplia que digamos esos tres síntomas.
Pero, ¿qué es lo que lleva a un padre, a una madre o a un profesor a sospechar que su hijo o alumno tiene TDAH? Es decir, ¿qué síntomas podemos decir que son los mas reseñables?
Efectivamente, la puerta de entrada o la sospecha suele venir de dos ámbitos, el familiar, los padres, y el escolar, los profesores. En el ámbito del colegio suelen ser dos los motivos de consulta: bien el bajo rendimiento académico o bien una serie de conductas disruptivas de los menores que son más hiperactivos. En el caso de los progenitores, estos alegan conductas oposicionistas, alteraciones de conducta, rabietas de una intensidad desaforada… y también las dificultades académicas.
Tamabién se escucha mucho decir que este trastorno está sobrediagnosticado.
Ahí tengo que ser rotundo, y nada más lejos de la verdad. Hemos mejorado el diagnóstico, y cada vez se diagnostica de manera más precoz y de manera más eficiente pero a nivel global, se calcula que aproximadamente entre un 4 y un 8 por ciento de la población mundial tendría TDAH. También que es más frecuente en los niños y adolescentes, pero no podemos olvidar a los adultos, donde se calcula una prevalencia de un 2,5 por ciento.
Pero en España, hace unos 8 o 10 años publicamos en la Comunidad de Madrid los datos que decían que menos del 2 por ciento de niños y adolescentes están siendo evaluados en el sistema público de la salud, bien por psiquiatras o por psicólogos. Con lo cual no sólo estaba sobrediagnosticado sino que está infradiagnosticado .
Estos menores con TDAH suelen presentar, además, muchos otros trastornos comórbidos o asociados, como dislexia, discalculia, TEL... y además tienen fama de vagos. ¿Qué puede decir al respecto?
En el lenguaje popular se ha ido denominando vago al que tiene mala conducta, pero a mi me gusta abordarlo así: no conozco niños vagos, conozco niños inatentos . Porque siempre que un padre me ha comentado en consulta que su hijo es vago o un diletante, en cuanto hemos puesto las piezas del tratamiento a funcionar, el niño deja de ser vago o diletante . Con lo cual al final el lenguaje lo que ha hecho es codificar conductas del ser humano. Y aqui es muy importante en el tema del comportamiento antisocial. ¿Por qué? Los niños muy hiperactivos a veces pueden empezar a tener trastornos de conducta: dicen mentiras, realizan pequeños robos, etcétera. Si abordamos el problema desde una perspectiva moral, tenemos que es un niño malo que no tendrá solución. Si lo abordamos desde una perspectiva médica, podremos poner solución y así salvaremos que muchos de esos menores terminen en las cárceles.
¿En qué consiste exactamente el tratamiento de un niño de estas características?
Es importante resaltar que la literatura es avasalladora, en el sentido de que tenemos miles de artículos científicos que demuestran que, a día de hoy, el tratamiento más eficaz para el TDAH es el que nosotros llamamos multimodal . Básicamente a mi me gusta resumir en una silla de cuatro patas que es fundamental que pongamos a funcionar de manera coordinada. Si no ponemos estos cuatro factores a trabajr a la vez, muy probablemente las cosas no irán todo lo bien que pudieran .
La primera pata es la psicoeducación: los padres, los educadores, tienen que entender que esa persona tiene TDAH y que cuando se está comportando mal, se está levantando del asiento, o está molestando a un compañero no lo hacen porque quiere molestar, sino porque simplemente no lo puede hacer de otra manera. Yo tengo que usar gafas en muchos momentos de mi vida. Sin gafas no podría leer. No es una cuestión de voluntad. Me encanta leer, pero sin mis gafas no puedo hacerlo. Pues lo mismo les pasa a las personas con TDAH.
La pata número dos: deporte combinado con elementos de rehabilitación cognitiva como el ajedrez, la lectura, etc. etc.
La pata número tres : la psicoterapia de base cognitivo conductual.
La pata número cuatro , que es la que verdaderamente genera más reticencias, pero que básicamente son basadas en prejuicios, es el tratamiento farmacológico, que no siempre es necesario, pero en muchos casos sí. Generalmente, cuando llegan a consulta, sí.
Efectivamente, el tema de la medicación en este trastorno genera mucha controversia y hay muchos padres que se niegan a ello. ¿Qué les diría a estos progenitores?
Creo que es un debate de índole moral. El problema es que dentro del tratamiento farmacológico de primera línea, nosotros distinguimos entre fármacos estimulantes y no estimulantes. La literatura señala que los fármacos estimulantes son más eficaces. El problema de los fármacos estimulantes es que son derivados de anfetamínicos. Y claro, la palabra anfetamina hace pensar a muchas personas que realmente estamos drogando a los menores . Nada más lejos de la realidad. Los médicos nos debemos al bienestar de nuestros pacientes y nuestra máxima es intentar curar a nuestros pacientes. Son fármacos que no van a generar ningún tipo de dependencia. De hecho, esto se ve cuando un menor se olvida de tomar su tratamiento no pasa absolutamente nada, es decir, son fármacos que no generan tolerancia y dependencia a largo plazo. Punto número dos, son tratamientos que hay que ajustar en relación al momento. En el verano podemos bajarlo y en otros momentos tendremos ue subirlo. Y luego son fármacos que prácticamente no tienen ninguna contraindicación.
¿Qué le diría a estos padres que, una vez llegado el verano deciden que su hijo se va a tomar vacaciones farmacológicas?
Bien. Creo que hay que ir caso por caso. Es una práctica que estaba muy arraigada hace tiempo en los profesionales, yo personalmente no la comparto. Cada vez menos profesionales la compartimos. ¿Por qué? Porque durante esos periodos, que el menor no se ha tomado la medicación, todo lo que habíamos avanzado, podemos ir hacia atrás.
No estamos hablando de personas que simplemente tengan un problema educativo. El problema es de índole médico, que sabemos que aumenta la mortalidad. Si yo voy con mi hija Inés al pediatra y este me dice que tiene una faringitis o tiene una patología que si no le ponemos antibiótico o tratamiento, va a tener entre 2 y 8 veces más probabilidades de sufrir una pericarditis o una complicación y que muera, ¿qué voy a hacer? Le voy a poner un tratamiento, voy a confiar en el médico, en este caso un psiquiatra o un neuropediatra, y voy a ponerme en sus manos.
Parece que se asocia el ser más movido o hiperactivo al sexo masculino. ¿Qué pasa con las niñas? ¿Afecta por igual a ambos sexos o es más prevalentes en uno que en otro?
En los estudios clínicos, en los pacientes que nos vienen a consulta hay un claro desbalance en negativo a favor de los varones. Hay una proporción de 3 a 1. Por cada 4 menores, 3 serían varones, y uno de sexo femenino. Pero lo que sospechamos es que la población general está igualada. ¿Qué es lo que sucede? Generalmente los varones tienen una prevalencia de trastorno tdah mixto o de predominio hiperactivo impulsivo. y esto es algo, claro, las conductas, la hiperactividad, la impulsividad, el mal comportamiento, el que chincha a sus compañeros, está haciendo bromas… eso es visible. El problema es que las mujeres suelen tener el TDAH sin la H, trastorno por déficit de atención. Y eso configura que la personalidad es diferente, son chicas más introvertidas, más tímidas... Cuidado que una de las principales características es que suelen tener mucho acoso por parte de otras compañeras y el acoso en el ámbito de la mujer es diferente, es más de aislamiento y sobre todo a través de las redes sociales. No la invitan a los cumples, etcétera, etcétera. Esto es importantísimo, porque el TDAH se asocia más a disfunción ejecutiva, a trastornos del aprendizaje como la dislexia, y luego poco tiempo después a trastornos afectivos. Y esto es muy importante, porque lleva aparejado una consecuencia de que todos tememos que son las conductas autolesivas y los intentos de suicidio .
Volviendo al tema educativo, los padres de estos niños se quejan de que el sistema educativo español es una especie de trituradora de estos niños.
Lamentablemente les tengo que dar un poquito la razón. Creo que tenemos que repensar nuestro modelo educativo, somos muchísimas personas que nos encantaría que se hiciese una propuesta parecida a lo que ha podido pasar en Finlandia, que ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo, a principios del siglo XX, a ser uno de los países más avanzados para la prevención del ámbito educativo del acoso escolar. Esto no es gratuito.
No podemos olvidar que una persona que empieza con TDAH y tiene dificultades académicas y que continuamente está oyendo cosas negativas en el colegio, en casa, no estudias, eres vago, por qué no te pones, ya estás con la maquinita, lo que tienes que hacer es tal o cual… ¿Qué configuración de autoestima va a desarrollar esa persona? Llegan a la adolescencia devastados y al final, ¿qué hacen? Las drogas están ahí, las conductas irresponsables también, se juntan con personas que están en las mismas circunstancias... Con lo cual se trata de hacer una labor preventiva fundamental.
Creo que tenemos que repensar nuestro modelo educativo claramente, a los padres les diría en caso de que no encuentren la escuela adecuada, que la busquen. Que busquen escuelas donde como marca la ley es prioritario que se haga adaptación curricular . A una persona con dislexia, tenemos que presentarle el examen de una manera . A una persona con discalculia igual le tenemos que poner un problema en una hoja diferente. A un niño con TDAH, si tiene dificultades en la velocidad de procesamiento, igual le tenemos que dar más tiempo. De igual manera que a una persona ciega le pondremos un examen en Braille.
No le estamos dando una ventaja, lo que estamos haciendo es una adaptación a las características de esa persona. Y eso creo que diría mucho de nosotros como sociedad.
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