El asesino del rapero: «Le apuñalé dos o tres veces por la espalda, tirado en el suelo, por rencillas por la música»

ABC ha tenido acceso, a través de fuentes policiales, a la declaración del único mayor de edad, David Bárcena, que, aunque nacido en Boadilla del Monte y residente en Villaverde, pertenecía a la banda latina de los Dominican Don’t Play (DDP). Como los otros tres encartados, en mayor o menor medida.

Bárcena, que también rapea y hace hip-hop como su víctima, confesó ser el autor material del asesinato, intentando exculpar a sus tres amigos menores. Según ha podido saber este diario, hay un cuarto adolescente investigado por encubrimiento o como cooperador necesario. En su confesión, el DDP narró que esa noche fueron «a dar una vuelta»: «Nos cruzamos con Isaac. Había tenido rencillas con él por el tema de la música» , dijo, intentando desligar la causa principal para los investigadores: que le dieron muerte porque le consideraban miembro de la banda de los Trinitarios (algo que consideran falso) y que pretendían que se sumara a los DDP, por la relevancia que Isaac estaba adquiriendo en el mundo de la música urbana. El finado, además, tenía síndrome de Asperger y ya había sido agredido tres meses antes por estos sujetos en Legazpi. También le habían increpado en el Metro.

El relato de Bárcena resulta espeluznante. Cuando se encontraron con Isaac, afirma: «Él nos amenazó y nos empezó a increpar, nos hizo el símbolo de la corona [una humillación entre bandas rivales], sacó un cuchillo y vino a por mí». Una afirmación que parece falsa, pues, cuando le asaltaron, el joven iba hablando con su amigo por teléfono y lo que oyó fue que le estaban siguiendo y después pedir clemencia a sus homicidas. Lo cierto es que, junto a su cadáver, que dejaron tirado en la calzada después de que, moribundo, intentara escapar saltando la valla de la zona peatonal del túnel, se halló un cuchillo de cocina.

El momento de la confesión llegó con este relato: «Le apuñalé dos o tres veces por la espalda cuando estaba tirado en el suelo, boca abajo». Pero las heridas eran cuatro y las armas utilizadas, según los indicios, fueron dos. Y, además, recibió golpes en el cuerpo, de ahí que intervinieran, presuntamente, los cuatro arrestados, no solo Bárcena.

Los conductores que presenciaron los hechos vieron a algunos de los pandilleros huir en patinetes eléctricos. Y se quedaron con algunos detalles de las camisetas que vestían. Esta confesión llegó después de una investigación de orfebrería policial. ¿Cómo se supo que eran ellos los autores? Por un lado, aunque en el túnel no hay cámaras, sí que fueron captados por otras en las inmediaciones, tanto antes como después del suceso. Y ahí es donde juegan un papel fundamental los testigos, entre ellos un médico que conducía por el subterráneo y que fue el primero en atender al joven. Les reconocieron en el visionado de las imágenes.

Los patinetes fueron también otra pista fundamental. Utilizaron tres: uno alquilado por el propio Bárcena, una gran torpeza para él, pues usó su propia cuenta del servicio, hora y media antes, en Acacias, para tomarlo; el segundo, pagado con la tarjeta de otro; y el tercero tenía todavía saldo del usuario anterior, un varón de la calle Mayor que nada tenía que ver con el crimen.

Esos artilugios tienen GPS, que confirmaron que los tres realizaron el mismo itinerario. Y, en el caso de Bárcena, coincidía también con las distintas geolocalizaciones de su teléfono móvil. Y estaba fichado como miembro de los DDP. Las piezas iban encajando.

Esos posicionamientos permitieron hallar también las presuntas armas homicidas, dos navajas tipo mariposa: se registró una parada de los patinetes de 9 minutos en el parque de las Delicias. Homicidios sospechó que allí pudieron deshacerse de los cuchillos y, el 15 de agosto, rastrearon los arbustos y allí las hallaron, justo un mes después del suceso. Una de ellas tiene 42 fibras del tejido de la ropa de Isaac, precisan las mismas fuentes policiales consultadas.

Se enfrentan a un delito de asesinato con alevosía, pertenencia a organización criminal y, en el caso del Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), acusación popular, se solicita también delito de odio por tener Asperger.

Los detenidos habían tenido ya encontronazos con la Policía , antes y después del homicidio del rapero. Por ejemplo, Bárcena, a mediados de mayo, compró armas blancas en una armería de Ribera de Curtidores, dejándose allí olvidado el carné de identidad, y el dueño avisó a los agentes. Le requisaron un cuchillo de 19 centímetros (10 de hoja), dos bolomachetes de 45 centímetros y una barra de hierro de 70.

A uno de los menores, cuando tenía 15 años, le sorprendieron en la glorieta de Embajadores con un bolomachete de 47 centímetros de cuchilla: «Es para defenderme», dijo, y fue identificado como DDP. El 16 de agosto también fue parado por los agentes. A Bárcena se le filió otra vez en la calle.

El 16 de julio, durante el entierro de Isaac, unos 30 DDP aprovecharon para salir a ‘cazar’ a la zona del cementerio, pensando que acudirían los Trinitarios al sepelio. Protagonizaron una reyerta multitudinaria, con un detenido, menor, armado.

El 20 de octubre, dos menores del grupo fueron arrestados en Usera, también armados. El 9 de agosto, nueva identificación a uno del clan portando cuchillos. Y existe otro atestado en el que los agentes se incautaron por la calle de tres machetes de 40 centímetros y una navaja mariposa.