Feijóo acusa a Sánchez de conceder al separatismo «barra libre para actuar contra el Estado»
El líder de la oposición, en un balance de fin de curso en el que no ha admitido preguntas, reivindica al PP como «alternativa real» frente a un Gobierno «dividido» en manos de ERC y Bildu
Moncloa: sí al catalán en el Congreso, no al 25% de castellano en las aulas
Alberto Núñez Feijóo, en el balance del curso político del líder de la oposición, ha situado al Partido Popular (PP) como alternativa frente al Gobierno «dividido» de PSOE y Unidas Podemos, al que ha acusado de dejar la toma de decisiones a sus socios independentistas de ERC y Bildu. Muy crítico con las alianzas parlamentarias del Ejecutivo, ha arremetido contra los acuerdos alcanzados este miércoles en la llamada mesa de diálogo entre La Moncloa y la Generalitat de Cataluña: «Hay barra libre para actuar contra el Estado».
En la plaza de la Marina Española, detrás del Senado, donde los populares tienen ahora su cuartel general, Núñez Feijóo ha pronunciado su balance de fin de curso frente a cargos destacados del PP, en un acto en el que no ha admitido preguntas de la prensa, como es tradicional en este tipo de discursos y como sí hacían Pablo Casado o Mariano Rajoy. En un alegato de alrededor de treinta minutos, el presidente de los populares, con contenido similar al de su intervención del martes ante el Comité Ejecutivo Nacional del partido, ha hecho un diagnóstico severo de la actuación de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo, aunque quizá con menos dureza de la exhibida hace dos días.
Núñez Feijóo ha hecho especial hincapié en la «división» que percibe en el Gobierno de coalición, entre el PSOE y Unidas Podemos, pero también entre la vicepresidenta Yolanda Díaz y Podemos, para denunciar lo difícil que es que España avance con un Ejecutivo distraído en peleas intestinas. Frente a ello, el dirigente conservador promueve una alternativa centrada, promete, en resolver los problemas de los españoles: mejorar la economía, los servicios públicos y el prestigio de las instituciones.
En referencia a la reunión de la 'mesa de diálogo' celebrada este miércoles en el Palacio de la Moncloa, Núñez Feijóo ha criticado que se dé «barra libre para actuar frente al Estado» a los separatistas, en alusión a la pretendida reforma del delito de sedición por el que fueron condenados los cabecillas del 'procés' que no se fugaron de la Justicia, y también la falta de «equilibrio» entre el catalán y el castellano que quieren imponer en la educación los independentistas.
Sucesión de reproches
Esta no ha sido, no obstante, sino una pincelada en el lienzo pintado por Núñez Feijóo, en el que ha repasado, mes a mes, distintos escándalos y polémicas en los que se ha visto envuelto este Gobierno en el presente curso político, que el PP cierra este jueves con este balance. Desde la imputación de la exministra de Exteriores Arancha González Laya en septiembre por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Gali; hasta la crisis en febrero entre el PSOE y Podemos por sus discrepancias sobre el envío de material bélico defensivo a Ucrania, para repeler los ataques de Rusia.
El líder del PP, «condescendiente con algunos de los errores del Gobierno», ha reconocido que a Sánchez le ha tocado lidiar con cuestiones muy graves de las que no es responsable, como la pandemia del coronavirus y los efectos económicos de la guerra en Ucrania, pero ha señalado que hay «derivadas» de las que sí es culpable. Como la tardía respuesta a la emergencia del Covid-19 o «repetir los errores» después, con la invasión rusa, por minimizar las consecuencias que tendría en la economía española o la persistencia de la inflación.
Entre los aciertos del Ejecutivo, y a pesar de los intentos de «boicot» desde una parte del mismo, Unidas Podemos, Núñez Feijóo ha alabado la organización de la Cumbre de la OTAN en Madrid. Un oasis en un desierto. «Los problemas, los enfrentamientos, las cesiones... iban mudando. Pero algo no ha cambiado: la inflación no ha parado de subir. Salvo continuar en el poder, les ha dividido todo», ha clamado Núñez Feijóo, con banderas de España y de la Unión Europea tras él y dirigentes del PP aplaudiéndole con un entusiasmo estival.
«Si fue capaz de edificar su moción sobre lo que hizo, ¿son todas estas razones suficientes como para que Sánchez se censure a sí mismo?»
Alberto Núñez Feijóo
Presidente del PP
La crisis en política exterior, se ha quejado el presidente del PP, no ha hecho sino empeorar desde la entrada de Gali en España; los precios de la luz, el gas, la gasolina y el diésel han marcado récords históricos; la Ley de Memoria Democrática se le ha entregado a Bildu; se ha espiado el móvil del jefe del Ejecutivo, entre otros miembros del Gobierno; se cesó de forma «injustificada» a Paz Esteban al frente del CNI; se ha producido un «asalto» a Indra... «Cientos de titulares», ha dicho Núñez Feijóo, en los meses que dura un solo curso político.
«El Gobierno se ha convertido en un obstáculo más, España tiene un desgobierno que la frena», ha concluido Núñez Feijóo, convencido de que «es imposible construir nada sólido» con un gobierno «dividido, dependiente y excesivo». «Cada Consejo de Ministros es un derbi de dos vueltas: entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, y entre Yolanda Díaz y Podemos», ha dicho, para añadir a continuación: «Sorprende que pierdan tanto tiempo discutiendo en Moncloa si quien acaba rompiendo la baraja y tomando las decisiones son ERC y Bildu».
En ese sentido, y como hizo ya el martes en la reunión de su ejecutiva, ha lamentado que para Sánchez «lo único imprescindible, invariable e innegociable» sea, a su juicio, el propio Sánchez. Puede caer por el camino cualquier colaborador o, «lo que es peor, cualquier viejo principio socialista». Casi obligado por las circunstancias, de líder de la oposición a presidente, le ha pedido «arrojo» para «recuperar la centralidad que ha tenido el PSOE durante décadas» en el último año y medio que le queda a la legislatura.
El expresidente de la Xunta de Galicia ha admitido que, también para el PP, este ha sido un curso político «muy complejo» por la crisis interna que vivió el partido con el enfrentamiento fratricida entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, que le costó el puesto al primero y conllevó el desembarco de Núñez Feijóo en el número 13 de la madrileña calle de Génova. Pero de aquel pulso, ya olvidado, el PP ha salido «reforzado» según su actual dirigente; y es algo que se ve en todas las encuestas, que sitúan a los populares como primera fuerza política y con opciones de gobernar con los votos de Vox.
Por ello Núñez Feijóo insiste mucho estos días en la necesidad de centrarse en construir una alternativa reformista, cimentada sobre la solidez económica. España, ha lamentado, continúa 3,8 puntos por debajo del producto interior bruto (PIB) que tenía en 2019. Con el zurrón cargado de argumentos, apenas ha mencionado la sentencia de los ERE, que el martes prometió no utilizar contra el PSOE, para apostillar: «Si fue capaz de edificar su moción sobre lo que hizo, ¿son todas estas razones suficientes como para que Sánchez se censure a sí mismo?».
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