Dos menores tuteladas, drogadas y violadas por «de diez a quince personas» en Valencia
La Guardia Civil desarticula un grupo criminal que captaba a adolescentes en una vivienda ocupada de Gandía
La Generalitat defiende su actuación en el caso de las menores violadas en Gandía: «No están encerradas»
El coraje de la madre que destapó una red de abusos a menores: «Quedó con los que tenían a su hija»
Imagen del agente de la Guardia Civil Francisco Garrido este lunes en rueda de prensa
«No sabían ni dónde estaban». La Guardia Civil ha desarticulado un grupo criminal que captaba a adolescentes ofreciéndoles tanto cobijo en la vivienda de la localidad valenciana Gandía que ocupaban, como drogas para violarlas.
La operación 'Alike' arrancó con la desaparición de dos menores tuteladas -de 14 y 16 años- que se habían fugado de un centro de la Generalitat situado en la comarca de La Safor el 23 de junio del año pasado. La propia residencia alertó de lo ocurrido y la Conselleria de Igualdad -de la cual dependen estos espacios- informó a los familiares, a la Fiscalía y a las fuerzas de seguridad.
Tras diez días de búsqueda, los agentes de la Benemérita pudieron dar con el paradero de dos de las víctimas, retenidas por los, hasta la fecha, cuatro hombres investigados, aunque se da por hecho que eran muchos más los que frecuentaban la vivienda.
«Tuvimos que enseñarles fotos a las menores» de los sospechosos de la agresión sexual porque «fueron reiteradas personas». «Una de las menores nos contó que de diez a quince personas», ha explicado ante los medios Francisco Garrido, agente del puesto de Oliva y uno de los responsables del caso.
Imagen de la detención de uno de los presuntos autores en la operación 'Alike'
En ese sentido, ha incidido en el recuerdo difuso que tienen las víctimas de lo ocurrido, debido a que estaban bajo los efectos de substancias psicotrópicas. «Les daban dinero, móviles, patinetes… Más que pagarles, les intentaban engañar con regalos», ha señalado Garrido.
La colaboración de la madre de una de ellas fue vital para localizarlas. La progenitora recibió el 2 de julio una llamada de su hija desde un número oculto. En una segunda comunicación por teléfono, contactó con uno de los autores y se hizo pasar por una amiga de la menor. El captor le prometió que le llevaría hasta el lugar donde se encontraban las dos adolescentes y se citaron en la estación de tren de Gandía. Pese al operativo policial, consiguió escapar.
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Tras localizarlas, se trasladó a las niñas al hospital para realizarles una exploración médica y fueron entregadas a los responsables de su custodia, una vez concretadas las posibles lesiones e intoxicaciones en las que fueron halladas.
La falta de arraigo de los autores obligó a los agentes a trabajar a contrarreloj en una investigación «muy complicada». A finales de octubre, la Benemérita detuvo a dos hombres de 50 y 37 años. Asimismo, identificaron a un varón de 43 años, que se encuentra interno desde septiembre en la cárcel de Picassent por otro asunto, como el tercero de los integrantes del grupo criminal. Un mes después, en noviembre, consiguieron arrestar al cuarto sospechoso, un joven de 20 años que había huido a Murcia, pero regresó al municipio costero valenciano.
A todos se les atribuyen los delitos de abusos sexuales a menores. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Gandía.
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