La familia de una escocesa que murió en Benidorm al caer por un balcón pide reabrir el caso por una testigo misteriosa
La turista entró por error a otro apartamento con cinco hombres, pero también una mujer que la Policía no localizó y los padres de la víctima intentan encontrarla

La familia de Kirsty Maxwell, una turista escocesa que murió en 2017 tras caer por el balcón de un décimo piso en un bloque de apartamentos en Benidorm en extrañas circunstancias, pide reabrir el caso porque nunca se llegó a interrogar a una posible testigo. La víctima entró por error en otro piso del inmueble en el que estaban cinco hombres británicos y se investigó su posible implicación como un homicidio, aunque finalmente se archivó.
A raíz de la difusión de un postcad de «Search for the Truth» (La búsqueda de la verdad) en el que el padre de la desafortunada joven, Brian Curry, pide ayuda para intentar localizar a aquella mujer que supuestamente se encontraba también en el apartamento ese día de hace cinco años, varios medios de comunicación -sobre todo en habla inglesa- se han hecho eco de su campaña en busca de esta «misteriosa» testigo que nunca declaró al no ser localizada.
En la Audiencia Provincial de Alicante se desestimó en 2020 seguir con la investigación (tras su archivo en un juzgado de Benidorm también) después de que la juez no apreciara indicios de que los cinco hombres que vieron por última vez a Kirsty tuvieran alguna responsabilidad con su muerte.
Cuando fueron interrogados, algunos de ellos relataron que la mujer había mostrado una conducta extraña cuando estuvo con ellos y aseguraron que se lanzó por el balcón sin que pudieran evitarlo, aunque entraron en contradicciones como el tiempo que estuvo allí.
No obstante, sus padres no aceptaron ese relato de lo sucedido ni tampoco que hubiera ocurrido a causa de que había ingerido mucho alcohol. Kirsty había ido con un grupo de una veintena de amigas a celebrar una despedida de soltera y, al parecer, como estaban alojadas en varios apartamentos de las plantas novena y décima, se equivocó de piso y llamó al de al lado.
Entre los detalles que argumentan sus padres para desmontar la hipótesis de que bebió en exceso, también aseguran que hay imágenes grabadas que muestran a su hija durmiendo en su apartamento a las siete de la mañana, poco antes de su muerte.
Posible pánico a una violación
Las pesquisas policiales también apuntaron a otras posibilidades al hallar un medicamento contra la disfunción eréctil similar al Viagra en la vivienda, que uno de los ocupantes habría consumido, así como restos de cocaína. Uno de los investigados en su día tenía un antecedente de condena por agresión sexual en su país.
En el atestado, los agentes señalaron que había huellas de la joven en el aseo, por lo que tal vez intentaba huir, primero por la ventana del baño y, al no poder salir, a la desesperada por el balcón, con la esperanza de caer en la piscina. Como si huyera temiendo ser violada, al verse sola y desorientada cuando esperaba reencontrarse con sus amigas, y junto a varios hombres corpulentos, que practican culturismo y artes marciales.
Kirsty Maxwell hacía solo unos meses que se había casado y, según una de sus amigas, habían salido esa primera noche de su trágica despedida de soltera de otra compañera a una zona de pubs en Benidorm, antes de regresar a su apartamento tras beber unas cinco copas.
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