El cerebro de Tsunami amasa una fortuna en la Colombia de Gustavo Petro

Según un informe de la Guardia Civil fechado en junio de 2022, en un ordenador de Vendrell se hallaron los presupuestos de una empresa llamada Themac y los importes vinculados a la gestión de residuos en 12 localidades colombianas, entre ellas Bogotá y Medellín. El importe total del presupuesto es de 516 millones de euros.

Vendrell también tenía en su disco duro un documento con los proyectos de otra empresa, Barcelona Export Group, que mezclaba servicios inmobiliarios, de programas de gobierno, tecnología, audiovisuales y consultoría. En la consultoría sumaba a Mediapro, la empresa audiovisual que fue fundada por Jaume Roures, por diversos importes y conceptos. Decía tener cerrados servicios de ésta en dos apartados que suman 550.000 euros. No hay constancia en el informe policial de si se produjo ese pago.

Según el informe de la Guardia Civil, Vendrell aspiraba a convertirse en un gran inversor inmobiliario en Colombia, con proyectos de gran envergadura, como la Torre Barcelona, que iba a financiarse con 30 millones, de los que él esperaba un ingreso de 1,1 millones. Tenía preparados proyectos en Medellín, Santa Marta, Cartagena, Barranquilla y Tunja, lo que apunta a que quería hacer negocio en los principales centros de población y de poder de Colombia. Desde 2012 hasta 2015, Petro fue alcalde de Bogotá.

Al menos desde 2011, Vendrell planeaba grandes negocios en Colombia. Un año antes, dejó de ser diputado autonómico y según una presentación hallada en su ordenador, se unió a otros siete socios «con larga tradición profesional en cargos públicos que deciden poner en común sus conocimientos y sus redes profesionales y de negocio para impulsar la proyección exterior de aquellas empresas dispuestas a internacionalizarse».

La empresa matriz del equipo Barcelona Export Group estaba en Barcelona, y tenía filiales en Bogotá y Medellín. De ahí nace Themac Colombia SAS, de gestión de residuos, que le reportó a Vendrell importantes ingresos, según sus propios documentos.

Otros negocios inmobiliarios de Vendrell han sido objeto de investigación por la justicia en España. Recientemente, la Fiscalía Anticorrupción se opuso a amnistiarle en un caso de supuesto tráfico de influencias en la operación urbanística conocida como Villa Bugatti, al descartar que el proyecto pretendiera desviar fondos al proceso independentista, ya que se considera que era para lucro personal.

La causa de Villa Bugatti llevó en 2020 a la detención del que fue consejero catalán de Educación Josep González-Cambray, acusado de un delito de tráfico de influencias por beneficiar presuntamente el proyecto de Vendrell. El juez investiga si Vendrell obtuvo un trato de favor del Ayuntamiento de Cabrera de Mar y del Gobierno catalán para lograr la recalificación urbanística de la finca, con el fin de desarrollar en ella un proyecto educativo y mantener la celebración banquetes.

Vendrell fue considerado por el juez Manuel García-Castellón, de la Audiencia Nacional, como el cerebro detrás del grupo Tsunami Democràtic, que organizó protestas en 2019 cuando el Tribunal Supremo dictó sentencia de culpabilidad a los imputados por el referendo ilegalizado de 2017. Fue imputado por terrorismo, entre otros graves delitos, pero el juez archivó el caso por un error de forma; es decir, una irregularidad en la prórroga de la investigación.

Recientemente, Vendrell ha sido identificado como uno de los integrantes de una parte de la trama rusa en un informe de la Policía Nacional sobre la llamada Operación Volka. Los agentes sitúan a Vendrell en una iniciativa de criptomonedas y otra de comunicaciones que surgen, según ese informe, de una reunión que Carles Puigdemont tuvo con un representante ruso en su residencia oficial de Barcelona horas antes de su fuga de España en octubre de 2017. En el proyecto de comunicaciones, según los agentes, Vendrell cooperaría con Roures y otro empresario del sector, Oriol Soler, que visitó a Julian Assange en la embajada ecuatoriana de Londres en noviembre de 2017.

La Policía apunta en su informe de la Operación Volka al «radicalismo» que mueve a Vendrell por una conversación en que un interlocutor habla de la posibilidad de que hubiera habido 100 muertos en protestas por el proceso de independencia. Vendrell respondió: «Se nos pasó el arroz… no hubo cojones».

En esas grabaciones, se han hallado dos referencias a Gustavo Petro, al que Vendrell lleva años asesorando. Después de alcalde, Petro fue senador de 2018 a 2022, y desde agosto de ese último año es presidente de Colombia. En 2018, Petro perdió las elecciones presidenciales. Vendrell, que ya le asesoraba, dijo en unas conversaciones intervenidas que el candidato «es un guerrillero socialdemócrata pero que cuando se toma dos güisquis, a partir del tercer güisqui es un anarquista». «Es un desastre organizativamente», dice después.

Estos comentarios fueron revelados por el periodista colombiano Daniel Coronell el mes pasado, después de que Vendrell fuera contratado por Petro para funciones de coordinador del Consejo de Ministros, tras ganar las elecciones de 2022. Vendrell amenazó con denunciar a los periodistas que publican sobre su pasado y sus declaraciones y dijo que la única causa que tiene pendiente es la de Villa Bugatti, a la espera de que se decida sobre su petición de amnistía.

Vendrell, aparte de amenazas a los periodistas con denuncias, dijo: «Si bien es cierto que, en los últimos años he sido investigado a raíz de mi participación en el referéndum de independencia de Cataluña siempre de forma pacífica y democrática, desde el día 8 de julio de 2024, todos los procesos de índole política que me afectaban han sido archivados». El caso de Tsunami incluía la imputación de delito de terrorismo, en protestas que causaron choques con la Policía, y en los que hubo heridos de consideración, y fue archivado por un error de forma. La Policía afirma en el informe de la Operación Volka que Vendrell participó en dos atentados con bomba cuando militaba en Terra Lliure: uno en 1989 en Hospitalet de Llobregat y otro en 1990 en Olesa de Montserrat.

Coronell, uno de los periodistas más respetados en América Latina, amenazado de muerte en su país por diversas investigaciones, califica a Vendrell en una columna de «millonario revolucionario»: «Este pretendido apóstol del cambio milita por la izquierda mientras se llena los bolsillos por la derecha».

Tras asumir el cargo de presidente, Petro le dio la nacionalidad a Vendrell por la vía exprés, alegando razones de conveniencia para Colombia. Entre los requisitos para esta nacionalización está tener un pasado judicial limpio, haber vivido en Colombia cinco años y aprobar un test de conocimientos generales y cívicos. Al menos en un caso, el de supuesta corrupción urbanística, Vendrell sigue imputado.

Vendrell armó además una estrategia de desplegar testigos electorales de la campaña de Petro en las pasadas elecciones, que investiga el Consejo Nacional Electoral de Colombia porque tiene pruebas de que esos supuestos observadores recibieron pagos, algo que sería una irregularidad. Según ha revelado Coronell, Vendrell facturó y cobró por ese trabajo, pero en la contabilidad de la campaña no hay rastro de esas transacciones, lo que puede ser constitutivo de delito.

Además, Vendrell ha creado un grupo llamado «Activistas por el cambio», que funciona como una campaña de influencia en redes sociales y plataformas digitales colombianas y cuya vía financiación es también desconocida. Se trata de una estrategia con evidente paralelismo con las protestas de Tsunami Democràtic, por las cuales le imputó el juez García Castellón en la causa que fue desestimada por un error de forma. Además, según reveló el medio La Silla Vacía, integrantes de esos colectivos han copado la mitad de cargos directivos, unos 17, en las universidades públicas de Colombia.