Echa a volar el proyecto para la conservación del aguilucho cenizo
Junta, Seo Birdlife y Acenva persigue frenar el descenso de los ejemplares de estas aves y la repoblación
El cambio climático amenaza a las aves esteparias en la Meseta norte, como el sisón o la avutarda

Sólo hay 2.000 parejas de aguilucho censadas en Castilla y León. En España, ha caído un 30% en los últimos años. La despoblación también afecta a este ave. Controlador nato de plagas en los campos -como la del topillo campesino que tantos daños ha causado- de no poner freno a su descenso, podría entrar en las especies en peligro de extinción. Poner freno a esta pérdida de ejemplares y avanzar en la repoblación de los campos es el objetivo fundamental del proyecto 'Actuaciones de conservación del aguilucho cenizo y otras aves esteparias en Castilla y León 2023-2025' que literalmente echó este viernes a volar con la suelta de cuatro aguiluchos en Valoria la Buena (Valladolid).
Con un presupuesto de 362.835 euros y financiado con los fondos Next-Generation UE, este proyecto está orientado a la localización y conservación de nidos de estas especies en cultivos agrícolas. Y es que allí, a ras de suelo, donde buscan acomodo, al cobijo principalmente de los cereales. Pero su 'hogar' se puede ver alterado antes de que los polluelos puedan 'independizarse', pues es entre abril y junio cuando los nidos viven su eclosión, pero actividades agrícolas como la siega en verde o la cosecha temprana pueden dar al traste con la nueva familia de aguiluchos. Así que para reducir la incidencia de ciertas actividades agrícolas coincidiendo con el periodo reproductor de los aguiluchos y otras especies y que puedan salir adelante el mayor número de crías se pone en marcha esta iniciativa por parte de la Junta de Castilla y León en el marco del convenio de colaboración firmado recientemente con la Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid (Acenva) y la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).

«Esta actuación busca paliar la despoblación que estas especies están sufriendo en entornos de tierras de cereal», subrayó en declaraciones recogidas por Ical en la suelta de ejemplares el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones. «El aguilucho cenizo, pálido o lagunero, que anidaba en estas tierras de abril a junio, está viendo como la cosecha se lleva por delante sus crías», advirtió. Así que esta iniciativa pretende reducir la mortalidad directa asociada a las labores de siega y cosecha, localizando los nidos de esta especie durante la primavera para, en caso necesario, desarrollar actuaciones de conservación. Sobre todo, a través de acuerdos voluntarios de custodia con los agricultores de las parcelas que los albergan, así como retrasar la cosecha o reservar distintos tipos de rodales sin segar en torno a los nidos.
En los casos en los que por extrema vulnerabilidad lo precisen, los huevos o pollos se trasladan a los Centros de Recuperación de Animales Silvestres de Castilla y León (Red de CRAS) hasta su completo desarrollo, momento en el cual serán liberados en la zona donde fueron retirados, como ocurrió ayer en Valoria la Buena, donde cuatro ejemplares volvieron a alzar el vuelo en el lugar donde fueron alumbrados.
Además de localizar los nidos, los equipos de trabajo establecen relaciones directas con los agricultores y conductores de cosechadoras, informándoles de la situación de la especie y de cómo actuar en caso de detectar un nido con el fin de incrementar la supervivencia de los pollo.
El director de desarrollo de Seo Birdlife, Ramón Martí, definió la actuación de ayer «como un ejemplo perfecto de la colaboración público-privada, que permite la salvación de ejemplares que pertenecen a una especie en peligro de extinción».
La campaña de actuaciones de conservación durante arranca este primera año en la comarca de La Moraña (Ávila); Campos Norte (Palencia); La Armuña, Campo de Peñaranda, Campos de Alba y Campo Charro (Salamanca); distintas zonas de la campiña de Segovia; Páramos y campiñas del centro de Valladolid y Tierras de Medina (Valladolid) y la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila (Zamora).
Se espera que este proyecto pueda servir de experiencia piloto para futuras labores de conservación de la especie a una escala mayor, incluyéndose estas actuaciones en el futuro plan que se está elaborando con esta finalidad.
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