La corrupción «enfanga» el pleno de las Cortes de Castilla y León y tensiona a PP y PSOE
Mañueco espeta a Tudanca que en una moción de censura ya no le apoyarían «ni los suyos»
Mañueco ve al polígono industrial de Miranda de Ebro como «uno de los más atractivos del norte de España»
Las tres primeras preguntas de control al Ejecutivo realizadas por el Grupo Socialista en el pleno de las Cortes de Castilla y León tenían como argumento, de una u otra forma, la supuesta trama de la 'Perla Negra', cuyo juicio actualmente se celebra en la Audiencia Provincial de Valladolid. Todo era muy previsible en las bancadas del PP y del PSOE, así que los primeros compases de la sesión han estado protagonizados por la tensión entre ambos que se han acusado mutuamente de ser responsables de no pocos casos de corrupción.
«En el PSOE el que la hace la paga y en el PP al que la hace le pagan», le ha dicho el portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al que ha preguntado si consideraba adecuado adjudicar quince millones de euros a un investigado por la 'Perla Negra'. «¿Considera ético que esa empresa trabaje para el Gobierno de España?», ha contestado al socialista, al que ha acusado de «querer enfangarlo todo para tapar el caso Koldo que es lo mismo que decir PSOE y corrupción».
«Si alguien tiene que dimitir aquí por corrupción es usted», ha sido la respuesta a Mañueco del también secretario regional del PSOE –que no ha podido evitar mencionar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso–. Le ha recordado casos vinculados al PP, como la Gürtel, que se produjeron, según ha resaltado, cuando era presidente nacional del Comité de Garantías del PP.
Entre Ábalos y Puente
Abierto el melón del ataque directo, el popular ha aprovechado para recordar que hace tres años por estas fechas los socialistas presentaron su «infame» moción de censura. «¿También recibió la llamada de Ábalos?», le ha preguntado a Tudanca, al que ha avisado de que «no le apoyan ni en su partido», y se ha referido al ministro de Transportes, Óscar Puente, como «el líder de los socialistas de Castilla y León». Entre quejas y gestos del portavoz del PSOE, que se ha ganado una llamada al orden del presidente de las Cortes, Carlos Pollán, Mañueco ha concluido advirtiendo al burgalés que «con el jaleo de su grupo entre ceses y dimisiones si presentara ahora una moción de censura no le votarían ni los suyos».
En las dos preguntas siguientes de las procuradoras socialistas Patricia Gómez y Rosa Rubio el caso del edificio de Arroyo ha vuelto al hemiciclo aunque, en esta ocasión, ha sido el portavoz y consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, el encargado de responder o, más bien, de sortear, como es habitual, aportando toda una relación de datos sobre inversiones en polígonos empresariales al ser preguntado por la venta de los terrenos de Portillo (cuya compra también se enjuicia), de los que nada dijo.
En cualquier caso, la intervención de Rosa Rubio ha provocado una secuencia cuanto menos curiosa cuando el procurador del PP, Ramiro Ruiz Medrano, ha pedido intervenir por alusiones y en base al reglamento, ya que la parlamentaria socialista había afirmado que tanto él como su compañero de bancada Pablo Trillo tenían mucho que explicar sobre la presunta trama.
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Concedidos los dos minutos estipulados, se ha puesto en pie y ha guardado un significativo silencio durante minuto y medio para, después, hacer una escueta declaración: «Nadie puede herirme sin mi permiso. Usted no tiene mi permiso, ni argumentos, ni categoría para hacerlo. Le deseo una buena muy buena tarde y, sobre todo, una muy buena salud personal y política».
Trillo también ha pedido el uso de la palabra, en este caso para recordar que «estuve tres años investigado y se me desinculpó y el magistrado me felicitó. Tuve que testificar y aquí no hay nada más que decir», ha concluido, y ha recordado que, precisamente, hace unos días declaró como testigo.
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