La magia y los doce 'toledos' de Sorolla se instalan en el Museo del Greco hasta el 29 de octubre
Se pueden ver tres estudios al óleo con figuras de tamaño natural de tipos regionales de Lagartera y un conjunto de paisajes desde diferentes puntos de vista de la ciudad de Toledo que realizó al aire libre durante sus estancias en 1906 y 1912
Sorolla, el pintor valenciano más universal, profeta en su tierra
La ciudad de Toledo se suma con una muestra muy especial al homenaje que se está realizando durante este año a la figura de Joaquín Sorolla, el pintor valenciano de la luz, con motivo de la celebración del primer centenario de su muerte. Y lo hace en el Museo del Greco, otro artista universal, con una muestra titulada 'Viajar para pintar. Sorolla en Toledo' que se puede disfrutar desde este jueves, 13 de julio, y hasta el próximo 29 de octubre en dos salas del museo toledano con fotografías y cuadros, entre ellos doce inolvidables 'toledos' que pintó durante su estancia en la ciudad, durante 1906 y 1912.
La muestra forma parte del proyecto expositivo 'Viajar para pintar', una propuesta que acercará distintas obras del artista valenciano a los parajes donde fueron ejecutadas al natural.
La exposición, comisionada por Luis Alberto Pérez Velarde, conservador del Museo Sorolla, está estructurada en dos secciones. La primera, incluye tres estudios al óleo con figuras de tamaño natural de tipos regionales de Lagartera, municipio al que viajó en 1912, con los que compuso el gran panel 'Castilla. La fiesta del pan'.
En sus viajes elegía a los modelos que le resultaban más significativos y los vestía con la indumentaria típica de la región para crear estereotipos del mundo rural que estaban desapareciendo. Estos paneles fueron un encargo de Archer Milton Huntington para decorar la Biblioteca de la 'Hispanic Society of America' -obras aún conservadas en este espacio-, y constituyen un auténtico testimonio de la labor antropológica llevada a cabo por Sorolla, según ha informado el Ministerio de Cultura.
La segunda parte de la exposición muestra un conjunto de paisajes desde diferentes puntos de vista de la ciudad de Toledo que realizó al aire libre durante sus estancias en 1906 y 1912, visitas en las que era frecuente la compañía de su familia y del pintor Aureliano de Beruete. En estas obras se aprecia «una perspectiva fotográfica con una franja delgada de cielo y un alto horizonte, así como largas pinceladas discernibles, poco fundentes y a menudo aguarrasadas».
En Toledo trató de encontrar novedades en sus motivos y concentró sus jornadas de trabajo en las inmediaciones del Valle, como se observa en 'Las Covachuelas'. En esta sala también se presenta una selección de las tarjetas postales coleccionadas por las hijas del pintor.
Hay que recordar que Joaquín Sorolla formó parte como miembro de su patronato del Museo del Greco, dada la relación de amistad que le unía con el Marqués de la Vega-Inclán, fundador del museo, y a quien le pintó en un cuadro que se puede ver en la exposción.
El catálogo que acompaña a la exposición, publicado por Palacios y Museos y por la Fundación Museo Sorolla, incluye ensayos del comisario, Luis Alberto Pérez Velarde, conservador del Museo Sorolla y Acacia Sánchez Domínguez, técnico del Museo Sorolla.
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