Huelva
La revisión del plan de la fresa reabre la guerra del agua en el entorno de Doñana
El Parlamento debate regular 1.400 hectáreas del cultivo calificadas como forestales frente a la oposición de los ecologistas
La comarca del Condado reclama desde hace años el trasvase de la cuenca excedente del Tinto para riesgo superficial
Protesta de vecinos del Condado en defensa de los regadíos en 2017
El conflicto generado en Huelva por la superficie de cultivo que quedó fuera del Plan Especial de ordenación de regadíos ubicada al norte de la corona de Doñana , con posturas enfrentadas de agricultores, administraciones y grupos ecologistas, se reactiva siete años después de ... su aprobación (diciembre de 2014) con la Proposición de Ley presentada en el Parlamento andaluz para regularizar 1.400 hectáreas que fueron desechadas entonces.
La revisión del plan, que plantean PP y Cs por un lado y PP y Vox por otro con textos idénticos, se va a producir mientras los tribunales están pendientes de varia causas por las extracciones ilegales de agua en Doñana y bajo la lupa de la Unión Europea, después de que hace sólo unos meses (junio 2021) el Tribunal de Justicia europeo confirmara el deterioro del espacio protegido por extracciones desmesuradas de agua subterráneas , con sanción a España. Ahora, se reabre una vez más la guerra por el agua en el espacio protegido.
El plan, que afecta a los términos de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado , es recomendación directa del Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana para organizar los cultivos de frutos rojos en la comarca y abrió dos frentes en su contra que se mantienen a fecha de hoy: de un lado, los agricultores afectados, de otro, las organizaciones ecologistas, en contra de que la Junta tenga manga ancha con explotaciones que consideran incumplen la normativa ambiental.
Las reacciones a la presentación de la Proposición de Ley en el Parlamento andaluz se vienen sucediendo en cascada en las últimas horas. Los grupos que apoyan al Gobierno, PP y Cs, además de Vox, consideran que es la solución a un problema grave y la defensa de los agricultores que cumplen con la ley. En el otro extremo están Unidas Podemos y Adelante Andalucía que consideran esta ley «una barbaridad» y una agresión a un Parque Natural. En medio se sitúa el PSOE que tiene alcaldes y compromisos en la zona y no quiere rechazar esta regulación. Por eso se pone de perfil y aboga «por el diálogo entre todas las partes».
La Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva aplaude el paso dado al considerar que vendrá a salvar tierras agrícolas dedicadas históricamente al cultivo de los frutos rojos en la comarca. «Nadie nos ha dicho, durante décadas y varias generaciones, que esas tierras no se podían sembrar y la Administración ha sido consciente del uso que tenían», dijo el presidente de la plataforma, Romualdo Macías , para añadir que el planteamiento no supone «una amnistía, en la que todo vale, sino que estamos recuperando los derechos históricos de estos terrenos».
En este contexto, abundó en que se trata de «tierras históricas» que no fueron incluidas en el Plan Especial «por la foto fija» que se hizo en el año 2004 y que establecía quiénes pueden o no regar. «No vamos a defender a aquellos que hayan destruido masa forestal, pero en la mayoría de los casos se trata de agricultores que, por algún motivo, en 2004 no sembraron esa parcela, o una parte, y han perdido el derecho a seguir sembrando en ella, una tierra que ya fue agrícola desde que las cultivaban sus abuelos o incluso antes».
Desde Asaja , el presidente de la asociación en Huelva, José Luis García-Palacios , manifestó que el sector demanda «un escenario definido, determinado y legal» para poder desempeñar su actividad «de la mejor manera posible» en Doñana.
En el frente opuesto, los conservacionistas de WWF que iniciaron hace más de una década el proceso legal ante la Comisión Europea por las extracciones de agua para la producción fresera. El responsable de proyectos de Agua y Agricultura de la organización, Felipe Fuentelsaz , considera que la revisión del también llamado plan de la fresa en estos momentos es «un ataque» a Doñana y a los agricultores legales «en un momento de relativa paz, con una hoja de ruta marcada», con el 85% de la superficie de cultivo regularizada en la zona. «Se rompen las reglas de juego», remarca para advertir que la modificación de la zona regable que se plantea ahora tendrá eco y «repercusión negativa» en Europa y en los mercados en la punta alta de la campaña.