Sequía de… decencia

¿Diría usted, entonces, que en esas estamos ahora? Ya, ya, es sólo una pregunta retórica, por flagelarnos un poco. El Gobierno sigue de perfil sobre los grandes proyectos pendientes: Alcolea en Huelva, Velillos en Granada, San Calixto en Córdoba, cerro Blanco en Málaga…

«Yo lo que pido es que este esfuerzo, esfuerzo inversor que llevamos años pidiendo a la administración al del estado y a la Unión Europea no se ralentice por el hecho de que hayamos tenido tres borrascas consecutivas porque eso, sin duda alguna, es un gran alivio, un gran alivio de la situación hídrica que vivíamos en Andalucía pero desgraciadamente no es la solución, ni siquiera la solución definitiva».

Pues ya puede dar por hecho que sí. En cambio, sí que están ahí erre que erre con milongas como la policía autonómica que el socialismo andaluz nunca quiso o con el Algarrobico, que tiene al PSOE ahora haciendo campaña para culpar al Gobierno de Juanma Moreno por resistirse al derribo:

«Lo que queremos saber hoy, las dudas que nos surgen, es dónde está la Junta de Andalucía, dónde está el Partido Popular de Andalucía, y dónde está Moreno Bonilla con este asunto. No paran de marear la perdiz…»

Es formidable. Un hotel construido con licencia municipal del PSOE, otorgada con el PSOE en la Junta de Andalucía, que se construyó con el PSOE en el poder, que se quedó ahí paralizado durante más de una década con el PSOE en la Junta, y apenas una semana después de desembarcar aquí María Jesús Montero ya pretende que esté demolido o es culpa de Juanma Moreno. Podría ser una broma, pero es lo que hay. Entretanto, ya volverá la cruda realidad de las sequías… más allá de esta sequía de decencia política.