Misterios de Málaga
La esclava morisca que puso celoso al demonio y 'provocó' un 'poltergeist' en una casa de Antequera
Fue acusada de haber llevado al domicilio al maligno, con quien mantenía relaciones sexuales... al enterarse éste de sus devaneos con otros hombres
Cayó una lluvia de piedras contra la morada; se movían los muebles y se rompieron ánforas y otros objetos

La sociedad tecnológica del siglo XXI está muy acostumbrada a convivir con la fenomenología paranormal . No en vano, las temáticas de las que se nutre forman parte de manera activa de revistas, libros, programas de televisión, radio, plataformas de internet, series o películas.
Pero en el siglo XVI, en plena Edad Moderna, hablar de fenómenos extraños no sólo no era lo habitual, sino que además podía acarrear gravísimos problemas tanto a los que decían vivirlos como al entorno cercano.
En Europa ya había empezado a fraguarse una corriente en contra de todo este tipo de sucesos englobándolos bajo el paraguas de la intervención de demonios y, por consiguiente, siendo fuente de persecución no sólo por parte del clero, sino por una parte de la propia ciudadanía que veía en ello la oportunidad de ajustar cuentas con unos y con otros.
Ese fue uno de los detonantes de la llamada «caza de brujas» en la Europa de los siglos XV al XVII , una era oscura donde se llevó a cabo un verdadero exterminio de personas (mujeres en su mayoría) bajo acusaciones de lo más variopintas y ridículas.
Por ello, encontrar un documento al respecto donde la propia iglesia atestigua la existencia de fenómenos no sólo extraños, sino virulentos, es algo sumamente especial y se lo debemos a la ardua investigación realizada por del doctor Rafael Martín Soto . Fue un caso espeluznante de poltergeist y ocurrió en la Antequera de 1584.
Sucesos en casa del clérigo
Damián Pérez era doctor . También era clérigo en la ciudad de Antequera. De buena posición económica y mejor situación social, vivía en una casa grande, con patio y caballerizas y, por consiguiente, atendida por sirvientes que se repartían entre aquellos de estatus libre y aquellos que estaban privados de libertad.
María era una de estas últimas. No se tienen muchos datos sobre ella salvo que era una esclava morisca adolescente , trabajadora y muy despierta que había sido la última adquisición de tan ilustre personaje.
Cierto día la casa del clérigo fue «aparentemente» atacada. Una serie de piedras , varias de un tamaño considerable, parecían haber sido arrojadas a plena luz del día contra los tejados . Tan grandes eran algunas que era difícil imaginar a alguien con fuerza suficiente como para arrojarlas tan lejos. Y lo más extraño: pese a las horas de tránsito nadie había visto a los atacantes.
Días más tarde el suceso volvió a ocurrir, esta vez con mayor virulencia y durante más tiempo. Una nueva lluvia de piedras cayó contra la propiedad. Los cristales de algunos ventanales quedaron hechos añicos por los impactos, los tejados sufrieron desperfectos por el mismo motivo.
Y en el patio, ánforas de aceite y vino fueron destrozadas . Tan sorpresivo fue el hecho que algún sirviente cayó herido por la contundencia de aquella lluvia de rocas. Pero lo que empezó a levantar alarmas de que aquello no era un fenómeno normal es que en algunas de las habitaciones interiores donde no habían llegado los impactos, y donde no había en esos momentos personal, numerosos objetos habían acabado por los suelos como si una fuerza brutal se hubiese cebado con ellos.
Tal fue el grado de psicosis que generaron aquellos incidentes en los habitantes de la casa que, finalmente, tras unos díficiles días con los nervios a flor de piel y sin encontrar una explicación racional a lo acaecido, tomaron la drástica decisión de trasladarse de vivienda pensando que, a lo sumo, sería l a casa la que estaba embrujada . Pero qué equivocados estaban.
Los fenómenos continúan
Con ánimos renovados, tanto el clérigo como el personal de servicio acogieron de buen grado el traslado a la nueva vivienda. Y si bien es cierto que los primeros días no hubo ningún tipo de actividad y volvió la tranquilidad, apenas se habían asentado comenzaron de nuevo los sucesos que ya habían acontecido en la anterior morada.
Aunque hubo una novedad: en la habitación de la joven esclava morisca se produjeron fenómenos aterradores que fueron presenciados por numerosos testigos, incluido el clérigo. Así, y ante los atónitos ojos de los presentes, levitaron de sus posiciones un banquito de madera , unos copos de estopa, un cántaro y una alcarraza. El miedo cundió, los nervios se perdieron y todos salieron de la estancia a la carrera como si el mismísimo diablo hubiese hecho allí acto de presencia.
Ni que decir tiene que tanto el clérigo como los sirvientes unieron puntos y señalaron como culpable de aquella fenomenología a la esclava María . Había sido la última en entrar al servicio del doctor Damián Pérez, era morisca (descendiente de musulmanes a los que se les obligó a elegir entre conversión o exilio) y, hasta su llegada, nada había ocurrido. Era, por tanto, la figura discordante, la que había llevado al demonio a casa.
Denunciada ante el Santo Oficio , fue detenida e interrogada y allí, ante los inquisidores, se confesó culpable . Dijo tener conocimientos para invocar a un demonio llamado Martinico que hacía todo lo que ella le pidiese a cambio de mantener con ella relaciones sexuales . Y alegó que, posiblemente, los fenómenos que la habían llevado ante la Inquisición fuesen resultado de los celos de aquel ente maligno ante sus escarceos amorosos con otros miembros de la casa .
Su confesión fue su condena. ¿El castigo? Pasearla por la ciudad en un carro con coraza de hechicera para escarnio público y la pena de cien latigazos . Nada dicen los papeles inquisitoriales sobre si los fenómenos dejaron de producirse, ni qué fue de aquella esclava morisca. Tampoco se dice si los hechos narrados fueron resueltos como fraude o como auténtica fenomenología paranormal. Lo único cierto es que allá por el siglo XVI, en Antequera, un caso de poltergeist sembró el pánico a los habitantes en una vivienda. Y no fue el único caso en la provincia…
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete