Cruces de Mayo en Granada 2024: ¿Qué son y cuándo se celebran?
La tradición, que se remonta al siglo XVII, llena cada 3 de mayo calles, plazas, escaparates y patios de cruces decoradas con elementos locales
El origen es religioso pero con el paso de los años es una fiesta donde abundan los caballistas, los trajes de gitana, las sevillanas y el baile de La Reja, que aún se mantiene

Además del Corpus, que es el equivalente a la feria, hay otra fecha reservada para la tradición y las costumbres granadinas: las cruces de mayo. Aunque hunde sus raíces en los ritos romanos, en este caso a la costumbre de rendir culto a la Cruz de Cristo, a estas alturas aúna lo religioso y lo pagano. Se celebra el 3 de mayo, que fue el día en el que la Iglesia sitúa el hallazgo de la cruz en la que Jesús fue crucificado.
En Granada se tiene constancia de que en el año 1625 se instaló una primera cruz, y a partir de ahí empezaron a proliferar, sobre todo en los dos barrios más populares de la capital: el Albaicín y el Realejo.
Ese día y los anteriores se empiezan a exponer cruces en calles, plazas y patios. La tradición marca que deben contener elementos de sabor local, como taracea o cerámica granadina, plantas típicas de los patios, como los geranios, mantones bordados, piezas de cobre y, por supuesto, una cruz que lo preside todo.
La mayoría tiene un elemento en común, además de los citados. Los que las elaboran y adornan suelen a situar en algún lugar, sobre todo en la base, un pero (o lo que viene a ser lo mismo, una manzana), con unas tijeras clavadas. El mensaje viene a ser éste: con el trabajo que me ha costado, no me pongas un pero. Y si aun así me lo pones, ahí tienes tu merecido.
En mucho sitios se sigue cantando y bailando La Reja, una copla popular granadina, pero es evidente que con el tiempo han perdido mucho terreno en favor de las sevillanas. Abundan los caballistas y los vestidos de flamenca. El ambiente es festivo y, aunque este año el 3 de mayo cae en viernes y es laborable, hay una especie de consenso y se trabaja lo imprescindible. Lo importante es no perderse las más conocidas, como la de la Corrala de Santiago, que genera auténticas colas.
Las cruces no sólo es exponen, sino que también participan en un concurso organizado por el ayuntamiento. Hay cuatro modalidades: calles y plazas, patios, escaparates y cruces elaboradas por escolares. Sumando todas esas categorías, este año habrá 50 cruces repartidas por la ciudad.
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