Vigilancia máxima ante otra crecida del río Guadalquivir en Córdoba: Guadalmellato y San Rafael de Navallana al límite

Diez días seguidos de lluvia y casi dos semanas de precipitaciones constantes es un paisaje poco conocido en Córdoba. Tan es así, que el tren de borrasca que azota la parte Sur del país está llenando los pantanos más rápido de lo que parece, obligados a aliviar agua y poniendo al río Guadalquivir a su paso por la ciudad en un nuevo brete de crecida. Casi como en un experimento básico de depósitos que rebosan sobre otros en cascada, el llenado del embalse del Guadalmellato -del que se abastece Córdoba- y la cercanía al tope de San Rafael de Navallana -el pantano de reserva al que vierte el primero- forzado al Comité de Emergencia Local a no despitarse y declarar la situación de 'preemergencia'.

Esta situación se establece «cuando se puede prever el desencadenamiento de un suceso que provocaría una situación de emergencia, se procederá a alertar a los servicios operativos municipales que puedan resolver la previsible emergencia o minimizar sus efectos», informó ayer el Ayuntamiento.

Entre estas medidas a adoptar se incluyen las visitas a los residentes en zonas de riesgo, realizadas por la Policía Local en la tarde de este miércoles en los entornos de Ribera Baja de Alcolea, calle de la Barca de Alcolea y Guadalvalle; de la misma manera han continuado las visitas periódicas para medir la crecida del caudal del río, así la constante comunicación con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para conocer la evolución de los embalses.

Valga la fotografía y los datos que arrojaba ayer el Sistema de Alertas Informativas Hidrológicas (SAIH) de la CHG. Con toda la provincia en nivel amarillo por lluvias y tormentas -empeorando la tarde por la Subbética- en estos dos pantanos de Córdoba cayeron más de 35 litros por metro cuadrado. El efecto inmediato ha sido que Guadalmellato supera ya el 96% de aforo y estuvo toda la jornada de ayer desembalsando de manera constante a San Rafael de Navallana, que no ha abierto la compuerta pero en apenas dos días ha captado más de 13 hectómetros de agua y elevado su capacidad al 85%.

La salida de agua desde éste es lo que preocupa, ya que iría directamente al río (en la zona de Alcolea) y nueva crecida de su caudal con la consiguiente amenaza para las viviendas más cercanas a las márgenes. Pese a la lluvia de ayer en Córdoba capital -en torno a 30 litros en las últimas 48 horas en el punto de medición de Casillas- desde la Subdelegación del Gobierno tranquilizaron sobre la posible amenaza. La 'tormenta perfecta' llegaría si Navallana suelta agua y además se intensifican las precipitaciones. Y ello sin dejar de entrar lo que caería del Guadalmellato.

De momento eso no está ocurriendo. Para hoy la Agencia Estatal de Meteorología prevé nivel amarillo de alerta en la campiña y la vega cordobesa (incluye a la capital) con hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora. Es por ello que el comité que preside el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y en contacto permanente con el 112 y la CHG, no se va a desconvocar pendiente de la evolución meteorológica.

En el resto de la provincia, Sierra Boyera fue el pantano con el aliviadero funcionando a más ritmo, por encima de la media en umbral (al 96% también) amarillo. La zona de Hornachuelos, Bembézar y Retortillo también tiene a sus embalses por encima del 90% y la zona con más lluvia acumulada fue la Campiña Guadajoz-Este por encima de los 50 litros por metro cuadrado, especialmente en Castro del Río, y algunos puntos de la Subbética.