infraestructuras ferrocarril
Usuarios del Avant atrapados en los retrasos: «Si yo llego tarde al hospital, la quimio llega tarde al paciente»
Trenes Avant cancelados y con constantes demoras e incidencias ponen en jaque la conexión 'low cost' de la que dependen cada día cientos de viajeros y trabajadores para ir a Sevilla
Usuarios de Avant en Córdoba enfrentan a una mañana caótica por la cancelación de trenes

«Trabajo como investigadora con los tratamientos contra el cáncer, si yo llego tarde al Hospital Universitario Virgen del Rocío no puedo preparar el tratamiento quimio y llega tarde al paciente. Lo que está pasando con las lanzaderas Avant desde unos meses para ... acá es desesperante», cuenta una usuaria de estos trenes de Alta Velocidad que al llegar cada día a la Estación de Ave de Córdoba cruza los dedos para poder llegar a Sevilla.
Los retrasos son constantes en los trenes Avant procedentes de Granada y Málaga y con destino Sevilla tanto a primera hora como al mediodía desde hace más de un año pero intensificándose este último mes. «Si llegamos tarde al trabajo conlleva que lleguemos tarde a casa de vuelta. Algunos compañeros se han quedado sin renovar sus contratos, los han echado. La logística en casa con hijos es complicada, a veces tengo que pedir a mis vecinos que los lleven a las extraescolares o los recojan del colegio», cuenta desesperada María antes de coger el Avant a Sevilla. A esto se une que los cambios en el horario de los trenes lanzadera han sido nefastos, al adelantarlos a las 6.20 horas el de las 6.50 horas, no hay transporte público para llegar a la estación.
«Si llegamos tarde al trabajo conlleva que lleguemos tarde a casa de vuelta. Algunos compañeros se han quedado sin renovar sus contratos, los han echado»
Como estos testimonios hay decenas a pie de andén, desde funcionarios públicos de la Junta pasando por ingenieros, estudiantes, médicos, notarios o registradores de la propiedad. ABC ha hablado con cinco de ellos que cuentan las vicisitudes diarias por la que atraviesan estos cordobeses que trabajan en la capital hispalense para llegar a tiempo a su puesto. En solo unos meses han pasado de ir confiados a bordo de un tren de Alta Velocidad inaugurado en 2004 que era puntual y les permitía ir a trabajar a Sevilla y volver a Córdoba con facilidad a sentir que está en peligro su estabilidad laboral y familiar.
Detrás de cada viajero de una lanzadera que se vendieron hace dos décadas como la conexión rápida y asequible, el 'low cost' de la Alta Velocidad para unir Granada, Córdoba, Sevilla y Málaga hay un centro de trabajo, un jefe, una empresa pública o privada que depende de este viajero. De otro lado, familias en vilo por esos horarios para poder conciliar. «Si sales tarde, vuelves tarde a casa, las horas hay que echarlas sí o sí», repite Rafael, empleado en una empresa pública antes de partir a Sevilla en el andén. Entre estos testimonios se palpa el miedo porque muchos de ellos de seguir esta tesitura pueden perder su puesto de trabajo.
Reclamaciones
Esa incertidumbre va de la mano de la desesperación porque los avisos de cancelación del tren les llegan una vez que están en el propio andén tras haber pasado el control de acceso sin capacidad de respuesta o plan B, porque Renfe sí que obliga a cancelar el viaje mínimo una hora antes pero ella no cumple ese requisito.
Mientras, las reclamaciones que registran estos usuarios por retrasos o cancelaciones en Renfe llegan tarde y mal meses después de haberse presentado. «Hemos llegado incluso al Defensor del Pueblo, vemos que a corto plazo esto no tiene visos de arreglarse. No hay trenes ni maquinistas», explica otra de estas usuarias, María José, varada el pasado lunes en el Avant de las 8.14 con destino Sevilla.
Ni su tren ni el siguiente que debía salir a las 8.21 llegaron a la Estación de Córdoba este pasado lunes. Otra de las usuarias de la lanzadera a Sevilla es Carmen que cuenta a ABC cómo se levanta a las 6.20 de la mañana para coger el Avant de las 8.14 horas. Sin embargo, una vez allí se repite la historia. «Al llegar te dicen que se ha cancelado. Mi trabajo está en Sevilla y mi familia en Córdoba. En ese momento ¿qué haces? Si fuera un día al año podría pasar pero es un día si y otro también el que o no puedes formalizar el billete del abono, o directamente el tren se cancela y te quedas en tierra...No es un decir, es que ya hay compañeros del tren que han perdido ya su empleo en Sevilla», denuncia sin reparos esta trabajadora.
Esta trabajadora cordobesa que va cada día a Sevilla en esta lanzadera llegó este pasado miércoles a su puesto de trabajo en lugar de a las 9.20 de la mañana a las 11.00 horas después de que se cancelaran dos Avant de las 8.14 y las 8.21 horas y se habilitara un tren de Media Distancia que ha llegado casi dos horas más tarde. Otra madre trabajadora, que prefiere no dar su nombre, denuncia ABC que si intentas coger el primer tren por si hay retrasos con el cambio de horario introducido en el primer Avant de las 6.20 horas es imposible conciliar. ¿Dónde dejas las niñas a esa hora o quién las lleva al colegio? No encontramos ni canguro a esas horas, porque tendría que llegar a casa a las 5.30 o 5.45 horas y eso es otra tarifa más cara», apunta.
Las reclamaciones que registran estos usuarios por retrasos o cancelaciones en Renfe llegan tarde y mal meses después de haberse presentado
En el caso de Marta, periodista cordobesa que trabaja en un colegio profesional en la capital hispalense recuerda que este problema de retrasos y cancelaciones es continuo. «Algún día puedes pedir teletrabajar si ves que el tren no sale pero no puede ser la tónica diaria», recuerda a ABC.
El problema, lamenta Marta, es que «a corto plazo no tiene visos de recuperarse el servicio que está muy deteriorado de un tiempo para acá y el caso está desde hace meses en manos del Defensor del Pueblo. Sin ir más lejos -aunque ahora Renfe no contempla devoluciones de importes por retraso-, puse una reclamación en noviembre y me contestaron en marzo o abril diciendo que está registrado por lo que de ahí a solucionarlo queda un largo camino».

Y, un poco más allá, con las reclamaciones estos usuarios aparece la impotencia porque se sienten solos ante el Ministerio de Transportes dirigido por Óscar Puente, lo que menos le importa son que al cabo del tiempo le devuelvan 3 o 5 euros de un billete por los minutos de retraso sino que Renfe haya perdido la puntualidad y cancelado trenes de forma sistemática y sin previo aviso. «Hemos observado que cuando pasa eso, cancelan el Avant, los trenes AVE que salen justo después suben el precio aprovechando el tirón de la necesidad que tenemos de coger el tren», asegura esta periodista que va cada día de Córdoba a Sevilla.
Del mismo modo, en la mala gestión de las lanzaderas Lucía, una trabajadora en una Notaría sevillana recuerda que es «muy complicado formalizar los billetes de la lanzadera con el abono, ni siquiera el día de antes. Ayer con los abonos a las 8.14 el Avant aparecía en la app de Renfe como 'tren no disponible temporalmente' y el de las 8.21 horas, igual.
«A las 7.30 horas de la mañana ya en la taquilla al ir a formalizar el billete no dicen motivo pero sí que no circula hoy, y a los que tienen billetes cogen un tren de Media Distancia a las 8.45 que tarda hora y media». Esa ha sido la solución dada por Renfe que ha supuesto un retraso en la llegada a Sevilla de más de una hora y media, cuenta esta usuaria. La mayoría de estos viajeros se han vuelto a casa desde la propia estación y los que han podido han solicitado a la empresa teletrabajar después de poner una hoja de reclamaciones. Los que no han podido teletrabajar llegarán dos hora más tarde, a las 11 de la mañana a Sevilla.
«Algún día puedes pedir teletrabajar si ves que el tren no sale pero no puede ser la tónica diaria»
En esta línea, Juan Carlos Carmona, funcionario de la Consejería de Salud en Sevilla confiesa que «siempre, todas las semanas hay algún retraso que le obliga a llegar tarde al trabajo, no se trata de algo puntual si no frecuente». A esto se unen los horarios que ha modificado el Ministerio de Transportes «con falta de frecuencia lo que obliga a reservar billetes con más de un mes de antelación en hora punta. A su juicio, Renfe es consciente de esto porque estos horarios en especial los libera a la venta más tarde que el resto, produciendo colapsos y caídas en la página. Sin embargo Renfe no hace nada por solucionar esto, ni aumenta plazas ni compra nuevos trenes Avant, solo «esconde» estas plazas, denuncia este funcionario público.
Cada día, lamenta Carmona, «es una aventura y una incertidumbre, porque no sabes a qué hora llegarás o a qué hora volverás. Y eso sin hablar de los días que de repente desaparece un tren o un conductor y al cabo de la hora ponen un bus».
Las explicaciones que da Renfe (cada mañana en la estación hay choque tenso de usuarios y trabajadores) a preguntas de ABC ante las quejas por la cancelaciones de esta misma semana o el retraso sistemático que arrastran la mayoría de estos Avant son mínimas. A lo sumo, «problemas logísticas». Para este reportaje, ABC no ha obtenido respuesta pese a la insistencia en conocer la opinión del operador, que sólo emitió un comunicado con la incidencia de esta semana.
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