cultura
El director de cine que dejó sin farolas el Puente Romano de Córdoba
Vicente Aranda, muerto a los 88 años, rodó «Carmen» en distintas localizaciones de la capital
Vicente Aranda, fallecido a los 88 años, le quitó las farolas al Puente Romano. Literalmente. Fue durante el rodaje de la película «Carmen», en 2002, y fue en una época en la que salía más barato quitar las luminarias que tratarlas digitalmente, en postproducción. Rodó en Córdoba cuando ya era uno de los nombres más veteranos del cine español. De hecho, los preparativos se realizaron cuando estaba promocionando «Juana, la loca», que tuvo cierto éxito comercial.
Los primeros viajes se realizaron casi por una casualidad. Aranda estaba interesado en rodar en Córdoba por indicación de Benjamín Fernández, director artístico, un profesional del cine que inició su carrera en «Doctor Zhivago» y «Lawrence de Arabia», y tiene en su currículum títulos como «Los otros».
El asunto llegó a oídos de Rosa Aguilar, que entonces era alcaldesa de Córdoba, quien creó un equipo para atender a Aranda en su búsqueda de localizaciones. Lo integraban una de sus asesoras de prensa, su propia secretaria particular y el periodista Jesús Cabrera, que entonces andaba en Radio Córdoba.
Aranda realizó varias visita. Se buscaban lugares de la ciudad donde se pudiera realizar el plano y el contraplano. Y las visitas fueron variadas. Las negociaciones sobre San Jerónimo fueron arduas. El monumento gustaba a Vicente Aranda pero la propiedad había tenido problemas con un rodaje anterior y, ni con todas las aseguradoras del mundo, estaba dispuesta a permitirlo.
Las visitas se sucedieron a zonas como el Puente Romano, Caballerizas Reales, la calle Cabezas, Capuchinos o el Bailío. Aranda eligió las Caballerizas por la posibilidad de tener una especie de set donde rodar parte de la película, en concreto el juicio a Leonardo Sbaraglia, que protagonizó la cinta junto a Paz Vega.
Quienes acompañaron a Vicente Aranda recuerdan a un hombre dialogante, impresionado por las medidas de seguridad tras el 11-S, encantado por las cosas que veía y hablando maravillas de Penélope Cruz, que ya era una estrella consagrada. La película se estrenó en las Caballerizaas. Aranda y la productora acabaron de pleitos.
Aranda rodó parte de «Carmen», que estaba más inspirada en Prosper Mérimée que en Bizet, en la Mezquita-Catedral. Era y es una obra que resalta el erotismo de la mujer, y donde todo acaba tirando de faca. El rodaje se realizó en el interior del monumento sin problema alguno con grandes globos para fijar los focos de la iluminación. Un canónigo, José Manrique, llegó a aparecer en la película de Aranda tocando el órgano en el coro. Eran otros tiempos.
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