La caída de la natalidad arrastra a Andalucía al invierno demográfico
Desde hace cuatro años mueren más personas que nacen y la tendencia es que este desfase vaya a peor
La tasa que garantiza el relevo generacional es de 2,1 hijos y en nuestra comunidad se encuentra en el 1,27
Andalucía está instalada ya en su invierno demográfico. Desde hace cuatro años el número de defunciones supera a los nacimientos. Los niños de madres residentes en Andalucía durante 2021 fueron 65.650. Las defunciones de residentes ocurridas el mismo año, 79.339; se obtiene por ... tanto un crecimiento natural negativo de 13.689 personas, -12.939 en 2020. La provincia de Cádiz es la que ha registrado el mayor descenso relativo de números de nacimientos con un 2,3% en 2021, colocándose como la primera en datos negativos, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Se da el caso de que este es el octavo año de caída en el número de nacimientos en la provincia de Cádiz, que desde 2014 ha encadenado bajadas anuales desde los 12.038 nacimientos ese año a los 8.904 de 2021. Es sólo una muestra.
Alejandro Macarrón, coordinador del Observatorio Demográfico del CEU— uno de los mayores especialistas en la materia—, es tajante: «La pérdida de población destruye los fundamentos de una sociedad, porque se encuentra en declive. Lo importante es la pirámide o estructura por edades, una sociedad que está llena de viejos, sin jóvenes, no tiene mucho futuro». Macarrón opina que «es un triunfo de la humanidad que cada vez vivamos más, pero si no hay jóvenes en edad de trabajar y sostener las pensiones de los jubilados, puede ser un regalo envenenado, nuestra colectividad cada vez está más desequilibrada».
Este desajuste entre muertes y nacimientos no tiene fin y cada vez va a a peor. A las cifras del 2021 hay que unir las del primer trimestre del año pasado. Las defunciones superaron en Andalucía a los nacimientos en 6.354 personas entre enero y marzo del año pasado, ya que se produjeron 21.397 decesos y 15.043 nacimientos, según los datos provisionales estadísticos andaluces.
«Desde hace 40 años tenemos menos nacimientos de los necesarios para el relevo generacional. La tasa de reposición que lo garantiza es 2,1 hijos por madre. Andalucía ha estado algo menos por debajo y tiene más niños, podríamos decir que es el tuerto en el país de los ciegos. La tasa de natalidad en 2021 en España era de 1,19 y en Andalucía 1,27, un poco por encima de la media, pero aún así es muy baja. Asturias, Castilla y León y Galicia son las peores regiones en este sentido. En Asturias la tasa está ya por debajo de 1. Asturias y Canarias son las dos regiones de toda Europa con menos hijos por mujer», puntualiza Macarrón. Un dato significativo es que solamente en tres años, han bajado en cinco mil las familias numerosas, más de tres hijos, en Andalucía, donde no superan las 35.000.
Los inmigrantes
«El problema es además la continuidad, —prosigue—, si un año no nacen muchos niños no pasa nada, pero no es el caso. Cuando empieza la Transición en el año 1976, en España había el doble de nacimientos que de muertes, unas 300.000 personas más al año. Pero desde entonces ese margen se fue estrechando hasta que se convirtió en negativo. Empezó a haber mucha inmigración que tapó ese déficit. Los extranjeros son gente más joven que tienen más hijos. Los provenientes de África, el 90% de ellos musulmanes, tienen alrededor de tres y los iberoamericanos, como nosotros, si acaso un poquito más, un 1,3».
Macarrón ha elaborado un gráfico sobre la estimación del número de hijos por mujer según la nacionalidad y la religión de los extranjeros en España. Los procedentes de Europa, tanto occidental como oriental, tienen una media de 1, con Italia en la cola (0,9) y Rumanía en cabeza con 1,4. Nada que ver con África, donde los procedentes de Mali aportan 4,1 hijos, Senegal 3,8 y sólo Argelia tiene un cifra algo inferior con 2,8. La estadística de los hispanoamericanos es muy similar a la española: Bolivia y Brasil 1,8 y Colombia y Venezuela 1,2. Si son de Asia, el número de descendientes son de 4,3 en Bangladesh, 4,2 en Pakistán, 2,3 en India y luego números más bajos en China, 1,4 y Filipinas con 1,3. Si atendemos a la religión, el experto en población ha calculado que los musulmanes tienen una media de 3,5 hijos frente a los que no lo son con 1,2.
Número de extranjeros
Los nacimientos en los que algún progenitor es extranjero en Andalucía fueron 2.756 y supusieron el 18,3% del total, destacando las provincias de Almería y Málaga, donde este porcentaje se situó en el 39,3% y 25,5% respectivamente. Estos datos corresponden al primer trimestre del pasado año.
«Si no tenemos en cuenta los hijos de los inmigrantes el saldo es muy negativo en España. El balance entre muertes y nacimientos en los últimos diez años es desolador: han desaparecido aproximadamente 1,2 millones de españoles autóctonos. Y además, esta cifra es creciente y cada año se pierde de 150.000 a 200.000. Cada vez hay más gente vieja, a lo que se une que nacen menos niños porque cada vez hay menos mujeres que pueden tenerlos. Si no aumenta las ganas de tener hijos, con que se mantenga constantes, ni suben ni bajan, ya baja el número de nacimientos.
Esto lo que ha pasado en los últimos años, que ha bajado el número de mujeres en edad fértil y la cifra de niños. El número de personas que nacen en España está en el mínimo de varios siglos. Las primeras estadísticas modernas eran de hace 160 años. Y para hacernos una idea, en 1860, con los primeros datos, había unos 600.000 niños con una población de quince millones de habitantes. Ahora, en cifras redondas, con una población de 47 millones, nacen 340.000, de los cuales hijos de españolas son 240.000. Los españoles que no son ni inmigrantes ni hijos de inmigrantes son unos 38 millones», calcula Alejandro Macarrón.
Luis Ayuso Sánchez es profesor de Sociología en la Universidad de Málaga y constata la tasa de dependencia negativa de Andalucía desde 2018, con más muertes que nacimientos. «Los factores que explican esto son muchos. La edad de fecundidad se ha retrasado en las mujeres. También las personas mayores que antes se asociaban a los pueblos pequeños ahora existen mucho en ciudades de más cien mil habitantes. A esto hay que añadir que las tendencias apuntan a un individualismo, donde aumentan los hogares unipersonales», explica Ayuso. Y añade estos datos: «La tasa de personas que viven solas en Andalucía es del 23%, en España un 25% y en Alemania un 44%».
La soledad no deseada
Precisamente, Macarrón apunta que «en España se ha multiplicado por seis en los últimos 50 años el porcentaje de gente que vive sola. Esto afecta no sólo a la salud física sino psíquica de mucha gente, no se comparten gastos en el hogar. La soledad no deseada no tiene nada que ver ni con las pensiones ni con la economía y casi nadie habla de este tema. Hay una inhibición generalizada».
«Hay que tener en cuenta que los niños que no nacen ahora son los trabajadores que necesitaremos en 25 o 30 años», continúa Alejandro Macarrón. Además, alerta de que «hasta ahora, la demografía había sido un elemento impulsor de la economía, pero por primera vez es un freno».
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