declive poblacional
Más de dos tercios de los municipios sevillanos tuvieron más entierros que partos durante el año 2021
La mayor parte de la provincia, con la capital destacada, tiene un crecimiento vegetativo en regresión
El crecimiento vegetativo, el saldo entre nacimientos y defunciones, es negativo en más de dos terceras partes de los municipios de Sevilla, según los primeros resultados del Censo de Población y Vivienda correspondiente al año 2021. La provincia de Sevilla sigue en ... esto la tendencia general que marca España y, dentro de ella, Andalucía, donde sólo la provincia de Almería mantiene un saldo positivo entre recién nacidos y finados.
Es el saldo migratorio (los extranjeros que se mudan a la provincia) el que mantiene el crecimiento de la población sevillana, muy ralentizado en los últimos años. El movimiento natural de la población (nacidos y muertos) era positivo (421 personas de diferencia) en la provincia de Sevilla hasta 2019, justo el año previo a que se declarara la pandemia mundial por Covid.
En 2020, el saldo se invirtió por primera vez: la provincia de Sevilla perdió 1.856 habitantes por la inesperada estadística de fallecimientos causados por el coronavirus. El año pasado, esa tendencia se ha profundizado con un desfase de 2.048 en favor de los óbitos. La mayor parte de esa cifra la proporciona la capital, que tiene un decrecimiento vegetativo de 1.653 personas en 2021.
Si se examina la serie histórica se comprueba cómo ha sido el desplome de la natalidad en la provincia de Sevilla. En 1975, vinieron al mundo 30.447 sevillanos por 10.595 que murieron. El año pasado, cuyos datos bien recientes acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, nacieron 15.665 bebés (casi justo la mitad que cinco décadas atrás) y murieron 17.703 personas de todas las edades.
El saldo entre nacidos y muertos era positivo en Andalucía hasta 2017 y hasta 2019 en la provincia de Sevilla
El ritmo de decrecimiento vegetativo se ha acelerado con la pandemia, pero la tendencia venía de antes en Andalucía y, sobre todo, en España. El saldo entre recién nacidos y fallecidos era positivo en la comunidad autónoma hasta 2017, pero en 2018 y 2019 ya hubo más fallecimientos que natalicios, con cifras en torno al millar de habitantes. El salto ha sido espectacular en los dos años de pandemia contabilizados, con cifras negativas de 12.939 y 13.689, respectivamente. Y muy probablemente, 2022 volverá a repetir esta tendencia ya que también se detecta una mortalidad inesperada en términos estadísticos.
En la provincia de Sevilla, el crecimiento natural de la población ha sido positivo en el último año tan sólo en una treintena de municipios. En todas las demás localidades sevillanas han muerto más personas que las que han nacido salvo el caso de Las Navas de la Concepción, donde se produjo un equilibrio entre recién nacidos y muertos.
De entre los municipios que muestran más vigor vegetativo, destacan tres en los que la diferencia entre nacidos y fallecidos supera el centenar. Son Dos Hermanas, Mairena del Aljarafe y Los Palacios y Villafranca, tres municipios de población joven con mujeres en edad fértil. En el municipio nazareno, los 1.083 nacimientos superan en 223 a los 860 muertos. En Mairena del Aljarafe, la diferencia es favorable en 110 personas y en Los Palacios, nacieron 405 niños en 2021 por 304 personas fallecidas, una diferencia favorable de 101.
En Sevilla capital, los sepelios superaron en 1.653 personas a los alumbramientos en las maternidades
En el extremo opuesto está, lógicamente, Sevilla capital con el desfase ya referido de 1.653 personas. Pero también otros municipios históricos que vienen perdiendo población en los últimos años. Así, en Morón murieron 102 personas más que los críos alumbrados. Y Alcalá de Guadaira también presenta una diferencia de 84 habitantes en el balance entre nacidos y muertos.
Un lustro atrás, en 2016, el número de municipios con crecimiento natural de la población negativo era un tercio del total. Sevilla capital todavía ganaba habitantes por esta vía, aunque Dos Hermanas la superaba con un desfase favorable entre natalicios y defunciones de 568 habitantes frente a los 428 de la capital.
En 2016, el crecimiento vegetativo de la provincia de Sevilla entera presentaba síntomas de robustez con un desfase de casi 3.700 personas en favor de los recién nacidos. Había muchos municipios donde las diferencias a favor de los natalicios superaban de largo el centenar: Alcalá de Guadaira, Bormujos, La Rinconada, Los Palacios, las dos Mairenas (del Alcor y del Aljarafe), Tomares y Utrera.
Una década atrás, la provincia presentaba un saldo positivo de 7.327 nacidos más que los fallecidos
Si se lleva la mirada más atrás aun, una década antes, a 2011, es fácil comprobar cómo se han dado la vuelta todos los indicadores del movimiento natural de la población. Hace diez años, la provincia presentaba un saldo positivo de 7.327 personas. La propia capital tenía más alumbramientos que entierros: exactamente, 1.155 más de los primeros que de los segundos.
El municipio que presentaba peor crecimiento vegetativo era Constantina, con un desfase de 33 habitantes más que murieron sobre los que nacieron en esa localidad. Pero los saldos negativos eran pequeños, casi como el tamaño de las poblaciones que perdían población por el movimiento natural. El Rubio, Guillena o Villanueva del Río y Minas disminuyeron ese año a razón de una veintena de entierros más que de partos. Y Dos Hermanas casi alcanzaba a la capital con un crecimiento vegetativo positivo de 960 residentes.
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