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Fiat 500 Tan práctico como divertido

Las condiciones del mercado parecen ser las indicadas para mejorar la estética de viejas glorias. Todo empezó con el Mini, un coche que tiene su origen en la burguesía inglesa, renovado para ser hoy

Las condiciones del mercado parecen ser las indicadas para mejorar la estética de viejas glorias. Todo empezó con el Mini, un coche que tiene su origen en la burguesía inglesa, renovado para ser hoy en día un modelo atractivo y seductor con significativas novedades electrónicas.

La marca italiana Fiat hizo lo mismo con uno de sus modelos con más historia, el Panda. Le limpió los granos y las arrugas -sin perder sus características originales- hasta conseguir un nuevo concepto. Y, al cabo, su modelo quizá más mítico, el 500, regresa para afianzar la buena progresión que está obteniendo la marca en los últimos años, tras el cambio de dirección.

Este atractivo modelo está disponible con dos motores de gasolina de 69 ó 100 CV sobre un bloque de 1,2 o 1,4 litros respectivamente, y un turbodiésel de 1.3 litros Multijet que rinde 75 CV. A final de este año podremos disfrutar de las versiones Abarth, con 135 y 150 CV, sobre el 1.4 motor sobrealimentado en gasolina. Por el momento hemos podido probar las tres versiones mecánicas existentes.

Aunque muy similares, respecto a la motorización, el diésel es nuestra elección. Es, quizás, la más recomendable para su uso urbano, sin ser la opción más económica. Los motores de gasolina requieren mantener un régimen alto de vueltas con cambios constantes de marcha que eviten peder fuerza o un desfallecimiento del motor, principalmente el de 69 CV, que se queda un pelín escaso de caballos. Realizando una conducción normal, los tres tienen un consumo contenido, dato que hay que tener muy en cuenta, debido al incremento del precio de los combustibles.

En combinación con el motor de 100 CV, el Fiat 500 es un coche divertido de conducir, ya que disfruta de cierto tacto deportivo con el que se puede jugar. La suspensión es algo más firme que los otros dos modelos, donde es ciertamente más blanda.

Durante la conducción en carretera, el 500, debido a su menor altura, tiene una respuesta más agradable que el Fiat Panda, hermano con el que comparte ciertos elementos estructurales. La reducida distancia entre ejes y una suspensión blanda provoca que, en terrenos bacheados, la confortabilidad y estabilidad estén algo comprometidas. En contrapartida, en carreteras con buen firme, el 500 va a las mil maravillas.

La transmisión en la versión de gasolina de 69 CV y en la diésel es manual de cinco relaciones. En cambio para el de gasolina de 100 CV se ha optado por una caja manual de seis marchas. En ambos casos tiene un buen manejo y tacto agradable, es rápida y con un recorrido más o menos corto. Como opción en las versiones de gasolina se puede montar un cambio automático de cinco marchas. No lo hemos probado, pero podría ser una buena idea si se va a utilizar en ciudad

Las posibilidades de personalización son realmente amplias. El 500 dispone de vinilos con diferentes gráficos para pegar en la carrocería o accesorios para el interior. Quiero destacar un utensilio curioso, un difusor eléctrico de perfumes que se aloja en el encendedor por delante de la palanca de cambios. Además, también para la carrocería están disponibles elementos cromados como las tapas para los retrovisores, molduras en el capó o para el parachoques delantero. Para la carrocería, se puede elegir entre una gama de doce colores y quince combinaciones para decorar el interior. También hay posibilidad de montar asientos de cuero con varias alternativas de color.

Otra cualidad importante del Fiat 500 es la cantidad de equipamiento opcional. En cualquiera de las versiones se puede tener control de estabilidad, equipo de sonido de alta fidelidad, climatizador o, como ya hemos dicho, tapicería de cuero.

Los precios van desde los 10.500 euros de la versión 1.2 gasolina y 69 CV en el acabado POP, hasta los 15.285 del 1.4 y 100 CV con acabado Louge. El diésel está en un abanico de entre 12.500 y 14.500 euros, según el acabado. Las alternativas no faltan, seguro que hay alguna combinación que se ajusta a lo que busca.

POR PABLO DEL BRÍO

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