Ceuta y Melilla recelan de Marruecos pese a la cesión de Sánchez con el Sahara
Aunque han recibido con alivio la distensión hispano-marroquí, las ciudades autónomas persiste la desconfianza con Rabat por sus territoriales sobre estos enclaves españoles
Los empresarios piden al Gobierno español que cuide más estas plazas y les dedique más inversiones

La población de Ceuta y Melilla ha vivido una semana de sentimientos encontrados tras la distensión diplomática que se ha producido entre España y Marruecos , carta de Sánchez mediante concesiones a Rabat a cuenta del Sahara Occidental : el Gobierno rompe ... con la posición oficial que había mantenido España y se alinea con las tesis del reino magrebí para esa antigua colonia española: autonomía, nunca referéndum de autodeterminación.
En Ceuta y Melilla esta distensión ha sido recibida, por un lado, con esperanza. Pero, por otro, con recelo, conscientes ceutíes y melillenses de que ambas plazas siguen formando parte de las aspiraciones territoriales marroquíes. Por eso, las sensaciones son ambivalentes en Ceuta y Melilla : la incertidumbre de no saber qué va a pasar, la esperanza de volver a la normalidad fronteriza y el recelo sobre la respuesta real que, a la larga, dé Marruecos a las buenas palabras de Pedro Sánchez para reconducir las relaciones que se rompieron cuando La Moncloa decidió acoger temporalmente y de tapadillo al líder del Frente Polisario, Brahim Gali , hace un año.
«El recelo está ahí siempre. Marruecos no va a desistir de sus aspiraciones. Lo que pasa es que ha habido un mensaje de tranquilidad», señala una vecina de Ceuta, cuya opinión va en consonancia con otros ciudadanos pulsados por ABC también en Melilla. Estos vecinos remarcan hechos como que la prensa marroquí se dirija a las dos ciudades españolas como «territorios ocupados» o que en el mapa de la Embajada alauí en Madrid aparezcan las dos ciudades españolas como parte de su propia nación. Esa historia generó desconfianza al conocer la cesión de España ante Marruecos sin conocer los detalles.
Así, rápidamente, comenzaron los mensajes oficiales a contrarrestar los comentarios para que se diluyeran esos temores. Es cuando apareció la idea de que la cesión con la cuestión del Sahara era para dar estabilidad a las dos ciudades españolas y a Canarias. En aquella carta, se hablaba de «garantizar la estabilidad e integridad territorial» de ambos países . Eso se ha tomado como una alusión implícita a Ceuta y Melilla. «Es bueno. Llevamos dos años aislados. Tenemos mucha población con arraigo en Marruecos y la soberanía está más que asegurada. Se vio cuando entraron más de 10.000 personas por la frontera de Ceuta y Europa respondió», asegura Abdelsalam Mohamed, portavoz de los empresarios fronterizos de Melilla , quién asegura que esa reacción europea fue un toque de atención a Mohamed VI. «Estamos protegidos» , augura este comerciante.
Protección. Eso es lo que se reivindica en las dos ciudades para frenar el ansia anexionista marroquí. «Nunca hemos sido de Marruecos. Somos españoles antes de que ellos existieran», remarca otro de los vecinos consultados, que rehusa dar su nombre, como hacen casi todos los sondeados por ABC para este reportaje.
También hay quienes creen que, en realidad, «Marruecos no quiere estas dos ciudades». «Les interesa que sean españolas para tener una frontera terrestre con Europa», dice Abdelsalam Mohamed. Remarca que, gracias a esta posición de cercanía con las provincias de Tetuán en Ceuta y de Nador en Melilla, el reino marroquí tiene importantes contraprestaciones. «Europa da dinero a Marruecos por la frontera, y protección por estar ahí al lado», añade este empresario fronterizo de Melilla.
Expectativas
En ambas ciudades se espera que sea pronta realidad el anuncio del ministro de Exteriores, José Manuel Albares , de la apertura de la frontera después de su visita a Rabat el 1 de abril. «Tengo la esperanza, después de dos años cerrada, pero hasta que no la vea abierta no me lo voy a creer», señala Manuel Mur, joyero de Ceuta , quien explica que ese tiempo de clausura del tránsito por tierra entre los dos países debe ser «un ‘reseteo’, como se hace con un ordenador», para eliminar todo aquello que estaba mal en ese intercambio de mercancías.

En eso, los empresarios de Melilla y Ceuta piden que se acabe con el comercio fuera de regulación que se ha extendido en los últimos años en estas dos fronteras. «La debemos tener abierta, pero no de cualquier forma. No se puede permitir que vuelva el comercio atípico, como el ‘porteo’», añade Mur. «Lo primero es que todo ese ‘comercio atípico’ desaparezca, pero se necesita un trasiego de mercancías. Una frontera con un control en los dos sentidos», abunda Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla , quien explica que las compañías españolas venden muchos productos al otro lado, como ropa o maquillajes, pero que, a su vez, entran desde Marruecos frutas, verduras o pescado fresco del día. «Todo eso debe ser controlado», sentencia Alcoba.
La apertura de la frontera se ansía por varias razones. Por un lado, para recuperar el flujo económico perdido en los dos últimos años. Por otra, por las relaciones humanas. Muchos ciudadanos de Ceuta y Melilla tienen casa en Marruecos, una segunda residencia en la que pasar los fines de semana y que no han podido pisar en dos años. Propiedades que no saben en qué estado están en algunos casos. «Algunos han viajado a Málaga y desde allí volado a Marruecos para ir a su casa, pero ese viaje es muy costoso», afirma Abdelsalam Mohamed, que dice que la mayoría espera a la apertura de la frontera.
Humanas consecuencias
Además, existen lazos familiares a ambos lados de la verja y hondas relaciones de amistad. «Los mozos de almacén que tengo son todos transfronterizos, con algunos llevo 28 años y les sigo mandando dinero cada mes, porque allí les dan una bolsa con comida por valor de ocho euros», relata Miguel Ángel Pérez, miembro de la Confederación de Empresarios de Ceuta .
Con la crisis migratoria de mayo del año pasado , muchos marroquíes atrapados en Ceuta aprovecharon la permeabilidad de la valla: mientras entraban 12.000 desde Marruecos, otros hicieron el camino a la inversa para estar con sus familias en plena pandemia.
Pérez añade que a «España le conviene estar a bien con Marruecos». «Esto no es un alquiler que mañana puedas dejar, es nuestro vecino para siempre y hay que llevarse bien», remarca el empresario. Cree que el régimen de Mohamed VI es un buen aliado para el control de los flujos migratorios y para combatir el terrorismo, aunque –lamenta– no siempre obra con lealtad. Algo que advierte que debe ser tenido en cuenta por La Moncloa: «Esto debe reforzar a Ceuta y Melilla, pero ¿quién nos dice que no va a abrir los flujos migratorios dentro de un tiempo o la frontera como hizo en mayo?».
Inversiones españolas
En las dos ciudades pesan los agravios. Los recientes: el cierre de la aduana de Melilla en 2018, que rompió unilateralmente un acuerdo bilateral de 1866, o la apertura de la frontera en mayo pasado con el ingreso irregular de unas 10.000 personas en Ceuta. «Hay incertidumbre, no sabemos nada del acuerdo», dice Enrique Alcoba.
«Confiamos en que la cesión con el Sahara nos devuelva el trabajo perdido por esa clausura, pero esperamos que Marruecos no reivindique lo que no es suyo», remarca el presidente de la patronal melillense, que también pide más inversiones a España para mejorar la atracción turística y destaca que las dos ciudades autónomas son ejemplo de convivencia de culturas y religiones. El turismo tanto de alto poder adquisitivo en Marruecos como de españoles atraídos por compras más baratas es otra de las grandes misiones. «No hay que poner todos los huevos en la misma cesta, hay que mirar a la península y no sólo a Marruecos», concluye Miguel Ángel Pérez como enseñanza del tiempo de aislamiento comercial que han sufrido.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete