Shein avanza en Europa ante el temor de las grandes economías a la competencia desleal de China
El gigante asiático, que vende a precios ultrabajos, planea debutar en la Bolsa de Londres
El gran consumo pide al Gobierno que no se adelante a la regulación europea sobre envases y residuos

El gigante del comercio electrónico chino Shein, conocido por la venta de artículos por internet a precios ultrabajos, prepara estos días la documentación para tratar de debutar en la Bolsa de Londres, después de que primer intento se frustrara en la Bolsa de Nueva York por los obstáculos de Estados Unidos.
Con una valoración cercana a los 60.000 millones de euros, según su última ronda para levantar fondos, su aterrizaje sobre el parqué británico supondría un hito en el despliegue de la empresa de origen chino, que ahora tiene su sede en Singapur, y que ha vivido en los últimos años un crecimiento sin parangón utilizando únicamente el canal 'online'.
De hecho, más allá de las tiendas efímeras (o 'pop-up stores') que abre en algunas ciudades para dar a conocer sus productos, Shein encuentra en redes sociales como Instagram y Tik Tok -además de Google- sus grandes plataformas publicitarias. En este sentido, es habitual ver a 'influencers' promocionando las prendas de la empresa que, encajada en la definición de moda ultrarrápida, ofrece más de 500 novedades al día, como presume en su propia página web.
El paso de Shein de comenzar cotizar en Londres, si presenta finalmente su oferta pública inicial (OPI) en la capital británica, supondría un paso muy relevante la conquista del mercado occidental.
No obstante, el crecimiento registrado en los últimos años en todo el mundo de gigantes asiáticos como Shein o Temu despiertan la desconfianza de las grandes economías del mundo, como quedó reflejado hace unos días durante la reunión del G7. Los ministros de Economía y Finanzas de Italia, EE.UU., Alemania, Reino Unido o Francia discutieron largo y tendido sobre su estrategia, aunque no logran una posición consensuada.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, fue quien de forma directa habló sobre competencia desleal. «Necesitamos llegar a una respuesta común, porque se trata de producciones subvencionadas por el Estado chino que llegan a los mercados internacionales en sectores cruciales para nuestras economías», dijo. Cómo hacerlo no está claro: «Debemos evitar absolutamente una guerra comercial con China; no redunda en beneficio de los EE.UU., ni de China, ni de Europa», apuntó el ministro francés, Bruno Le Maire, informa Ángel Gómez Fuentes.
«Con las mismas reglas»
En el sector en el que Shein compite se vigilan con inquietud sus próximos movimientos. «Que Shein entrara a la Bolsa de Londres sería para mí una buena noticia. Lo que yo digo es bienvenidos, pero con las mismas reglas», cuenta en conversación con ABC el presidente de la Asociación Española del Retail (AER), Laureano Turienzo, «lo que no pueden ser es que hagan lo que es un dumping de libro, enviando pantalones desde China por 10 euros y con devoluciones. Eso no puede ser», critica.
Reconociendo el éxito que está teniendo la compañía entre los españoles, Turienzo reconoce que «no se pueden poner puertas al campo, pero cabe preguntarse cuántos impuestos pagan este tipo de compañías en España y cuántos empleos generan». «Que salga a Bolsa en Londres, o que lo haga Temu en Estados Unidos, es una buena noticia. Es un regulador, y debería servir; hay que hablarle de la huella de carbono, de las fábricas, de los impuestos…», dice el experto en 'retail', que insiste: «Esto no es todos contra Shein y Temu. Es todos a favor de que vendan en Occidente pero con las reglas de Occidente. Doy por hecho que si entras en bolsas como la de Nueva York o Londres hay mecanismos de control mayores que si no están».
El arraigo de Shein en el mercado europeo es cada vez mayor. Esta misma semana, la marca anunció su entrada en el mercado de segunda mano en Europa y Reino Unido con el lanzamiento de la plataforma Shein Exchange, hablando de «promover los beneficios ambientales de comprar artículos de segunda mano en lugar de nuevos productos». Su idea es lanzarla primero en Francia, para estar disponible próximamente en Reino Unido y Alemania, después de que en octubre de 2022 comenzara a operar con la plataforma en Estados Unidos.
Denuncias por plagio
En los últimos años, el gigante asiático Shein se ha enfrentado también a denuncias por plagio de artículos y modelos por parte de compañías como H&M y Uniqlo, que buscan así defender su parte de la tarta.
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«Los 'retailers' tienen un importante aliado en la Propiedad Industrial. En última instancia, solo ostentar derechos exclusivos que pueden ejercitarse administrativa y judicialmente, puede poner coto a las malas prácticas de la competencia no leal. Precisamente la moda, por su carácter efímero, hoy semanal, en el caso de los grandes 'retailers' -todas las semanas se ponen a la venta nuevas prendas-, o incluso diario, en el caso de los gigantes asiáticos, ha provocado la adopción de normas específicas de Propiedad Industrial para dar respuesta a las necesidades de este sector», cuenta la abogada especialista en marcas de Pons IP, Cristina Gilabert.
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