Montero admite que ajustará su impuestazo a banca y energéticas a lo que apruebe Europa pero evita aclarar de qué forma
La rebaja del IVA del gas del 21% al 5% anunciada por el Gobierno también beneficiará a las comunidades de propietarios que tengan calderas colectivas
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha admitido este jueves que el impuesto extraordinario a las compañías energéticas y a la banca diseñado por el Gobierno, que inicio el pasado martes su tramitación parlamentaria, tendrá que ajustarse a la 'contribución solidaria' planteada ayer miércoles desde Bruselas, lo que podría introducir cambios sustanciales en la figura.
Montero, en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press, ha eludido sin embargo especificar si esa adaptación implicará aplicar el gravamen solo sobre los beneficios extraordinarios de determinadas empresas energéticas, como plantea Bruselas y apoya el principal partido de la oposición, el PP, o por el contrario continuará exigiéndose a todas las empresas energéticas y también a la banca como era la idea inicial de PSOE y Unidas Podemos.
Como avanza este jueves ABC, el diseño de la 'contribución solidaria europea' ideada por los técnicos de la Comisión coloca el gravamen extraordinario sobre la banca y las energéticas impulsado por el Gobierno en una especie de callejón sin salida, ya que ni se aplica sobre las mismas empresas, ni grava los mismos recursos, ni plantea el mismo horizonte temporal. Bruselas se ha cuidado de advertir a los Estados miembros de la UE de que todas las figuras ya en vigor y las que estén en tramitación, como la española, deberán adaptarse a los objetivos y planteamiento de esa 'contribución solidaria'.
Un impuesto completamente distinto
La aplicación estricta de la figura diseñada en Bruselas implicaría cambios sustanciales en el gravamen del Gobierno, que por otra parte ya ha sido puesto en solfa no sólo por expertos fiscalistas sino desde el propio Congreso por su «inconsistencia jurídica» o por su «débil arquitectura legal», según las críticas realizadas el pasado martes por los grupos parlamentarios.
Para empezar se reduciría el radio de acción del gravamen del Gobierno, que aspira a subir la carga fiscal a todas las empresas energéticas y a la banca, mientras que la 'contribución solidaria europea' restringe el nuevo impuesto a las empresas energéticas que operan con fuentes de energía fósiles, básicamente petroleras y gasistas, con el objetivo declarado de que respondan por los beneficios extraordinarios obtenidos en el actual contexto y contribuyan a financiar la factura para los Estados de amortiguar su impacto sobre la población. No están dentro de la figura europea ni las eléctricas ni la banca, los dos grandes sectores en la diana del Gobierno de Sánchez.
Bruselas, cuya propuesta tendrá que ser ahora analizada por los Estados miembros como se ha encargado de subrayar la ministra de Hacienda, pretende también que el gravamen se cargue sobre los beneficios extraordinarios obtenidos por estas empresas, entendidos como la parte de sus ganancias que exceda en más de un 20% las obtenidas en la media del periodo 2019-2021. El Gobierno de España ha esquivado expresamente definir 'beneficio extraordinario' en su gravamen y ha tirado por la calle de enmedio exigiendo el pago en función de los rendimientos netos obtenidos por las energéticas, ni siquiera los beneficios sino la facturación, y en función de los márgenes por intereses y comisiones de la banca. Otro elemento crítico a mejorar si se impone el modelo propuesto por Bruselas.
Además, la 'contribución solidaria' planteada por Europa solo estaría vigente un año, mientras que el gravamen extraordinario diseñado por el Gobierno alcanzaría a los ejercicios de 2022 y 2023. La ministra de Hacienda no aclaró qué aspectos podrían modificarse en la tramitación parlamentaria de los gravámenes.
A por la refriega política
«Hemos sido los primeros en Europa en plantear esta medida. Europa ha venido detrás», ha subrayado Montero, que, en todo caso, ha insistido en que, cuando termine la discusión de la Comisión, en la que España también está participando, se ajustará el impuesto español a la figura que se decida en Bruselas.
La ministra se ha mostrado muy crítica con el líder del principal partido de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, por su cambio de postura respecto a este impuesto a las energéticas, pues se posicionó en contra del mismo y ahora se abre a apoyarlo ante el respaldo que han dado a esta medida sus colegas europeos.
Así, para Montero, el apoyo del PP europeo al impuesto a las eléctricas ha hecho que Feijóo «se haya visto atrapado y desmantelado». «Espero que en el trámite de este impuesto incorpore alguna enmienda», ha señalado la ministra, que ha criticado además que el líder de los 'populares' utilice la palabra «tasa» para referirse a lo que en realidad es un impuesto.
Por otro lado, Montero ha confirmado que la rebaja del IVA del gas del 21% al 5% anunciada por el Gobierno también beneficiará a las comunidades de propietarios que tengan calderas colectivas y así se contemplará en el Plan de Contingencia.
«El Gobierno tenía identificada esta situación para que no haya problemas y se puedan beneficiar también del abaratamiento de la factura», ha indicado Montero, que ha precisado que se está estudiando el mecanismo técnico por el que se aplicará esta rebaja a las comunidades de propietarios afectadas.
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