Garamendi avisa de que los aranceles de Trump son «horribles» para Europa y pide decisiones «inmediatas»
El dirigente empresarial reclama una «respuesta europea de defensa», pero «moderada para evitar una guerra arancelaria dura»
Insta a la UE a que comience a mirar hacia el Este para colocar los productos
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El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este jueves que la respuesta a los aranceles del 20% a la Unión Europea anunciados por el Gobierno de Estados Unidos debe ser europea y «de defensa», pero «moderada», para no meterse «en una guerra arancelaria ... muy dura» que, en su opinión, «no sería bueno emprender contra un país que es amigo». El dirigente empresarial ha instado a la Unión Europea a negociar con la administración Trump tras lo que calificó una «declaración muy populista», que es «una horrible noticia» para Europa que «rompe con el multilateralismo y nos lleva a otra era».
«Hay que tener en cuenta que Estados Unidos no es nuestro enemigo», aseguró el jefe de los empresarios. Recordó que España tiene 80.000 millones de inversión en el país, el mayor por volumen, y que es también nuestro principal inversor. Y dada la situación que se avecina tras la política arancelaria norteamericana, Garamendi se ha mostrado partidario de buscar nuevos mercados para vender los productos que no puedan llevarse al norteamericano. «Tenemos que ver también dónde puede haber otros mercados, lógicamente, porque este se va a contraer como consecuencia de estas medidas. Habrá que orientarse hacia el Este, a otros países donde podamos transitar nuestros espacios», ha indicado.
Para el presidente de la CEOE, lo que tiene que hacer Europa es «ponerse las pilas y ya no hablar tanto de lo que hay que hacer, sino actuar inmediatamente» para potenciar la autonomía estratégica. El líder empresarial ha insistido en la importancia de que Europa actúe unida, porque los aranceles de Estados Unidos a la UE no se ponen a los países, sino al bloque comunitario, por lo que «no puede haber una guerra entre los 27» que conforman la Unión.
Sobre las consecuencias que los aranceles pueden tener sobre el empleo, aseguró que si en el mercado hay una contracción y la producción no se vende al final «habrá que ajustar».
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