Madrid acoge más de la mitad de las 6.000 empresas fugadas de Cataluña
Hasta 3.076 firmas se han establecido en la capital desde el referéndum del 1-O, atraídas por su ventajoso modelo fiscal

El referéndum independentista de 2017 en Cataluña supuso un antes y un después para la actividad económica en la región. Desde entonces la estampida de empresas con destino a otros puntos de España no ha cesado en una región convertida en terreno hostil para el ... desarrollo de los negocios. La inseguridad jurídica generada con el soberanismo catalán ha sido un dardo en la línea de flotación de la economía catalana, que acusó el golpe que supuso el «procés» y a finales del año pasado vio como se producía el «sorpasso» del PIB madrileño.
El pacto alcanzado entre Pedro Sánchez y los independentistas catalanes para recentralizar impuestos y atacar a Madrid a cambio de apoyar los Presupuestos persigue un objetivo claro: frenar la desbandada de empresas catalanas hacia la Comunidad de Madrid . Durante los últimos años, la capital se ha convertido en un refugio para miles de compañías espantadas por el pulso secesionista, pero también por la elevada presión fiscal, lo que influye en las multinacionales que buscan hueco en nuestro país. Cataluña no solo cuenta con uno de los Impuestos sobre la Renta más elevados de España, también es la autonomía que tiene más impuestos propios , una catarata de tributos entre los que se incluyen cánones del agua, gravámenes de protección civil, impuestos verdes o sobre las viviendas vacías.
Según los datos del Colegio de Registradores a los que ha tenido acceso ABC, desde el cuarto trimestre del 2017 -cuando se produjo el referéndum ilegal del 1 de octubre- un total de 5.773 empresas hicieron las maletas y abandonaron Cataluña . Entre ellas, 3.076 escogieron Madrid como su destino, más de la mitad. Apenas 796 compañías realizaron el camino inverso en el mismo periodo y dejaron Madrid para establecerse en Cataluña
Las cifras de los registradores están condicionadas por el tremendo impacto que ha tenido el desafío soberanista en las empresas catalanas. En los meses siguientes a la celebración del 1-O se produjo un terremoto, una fuga de empresas sin precedentes de Cataluña hacia otros destinos. Solo en el cuarto trimestre de 2017 cerca de 2.000 compañías abandonaron la región , el 61% (1.210) recalaron en la Comunidad de Madrid.
La sangría de empresas continuó en los primeros meses de 2018, lo que provocó que en el conjunto del año 2.359 compañías abandonaran Cataluña. De nuevo Madrid atrajo a más de la mitad de estas firmas , según reflejan los datos de los registradores, que recogen los cambios firmes de sede social confirmadas por comunidades -distintos a los registrados, que cuentan con un plazo de tres meses para cambiar de opinión-.
Desde 2019, año en el que la ensoñación independentista se diluyó por completo, la marcha de empresas se ha moderado. Pero el saldo entre Cataluña y la Comunidad de Madrid se ha mantenido en negativo. Durante los tres primeros trimestres de 2020 , que estuvieron marcados por las restricciones a la movilidad derivadas del coronavirus, Madrid ha recibido 229 empresas catalanas . Mientras, Cataluña ha recibido 159 compañías madrileñas.
«Efecto Montreal»
Cataluña ha acusado el «efecto Montreal», porque no ha logrado que la plana mayor de las grandes empresas que abandonaron la comunidad vuelvan a establecerse. En los días posteriores al 1-O la «crème de la crème» de las firmas del Ibex de la comunidad mudaron sus sedes sociales lejos de la región ante la incertidumbre que se abría por el pulso independentista y la inseguridad jurídica. Caixabank, Banco Sabadell, Gas Natural o Abertis hicieron las maletas, una senda que también emprendieron firmas emblemáticas como Idilia Foods -fabricante de Cola Cao-, la Bruixa D’Or o Codorníu. Cataluña pasó de ser la comunidad más representada en el Ibex 35 a tener solo una empresa en el selectivo , Grifols. Un efecto similar al de Montreal, antaño capital financiera de Canadá, y que tras las consultas independentistas en la provincia francófona de Quebec en 1980 y 1995, abandonaron la ciudad para dirigirse a Toronto y nunca volver. Cataluña se arriesga a un impacto similar.
Y Madrid ha sido la gran beneficiada por el desastre. Las políticas aplicadas por los gobiernos en la región han sido incentivadoras para muchas de las empresas. Como ya informó este diario, la comunidad madrileña se ha caracterizado por mantener una política de impuestos bajos desde 2004 . Según cálculos de la autonomía, estas políticas han repercutido en un ahorro de 48.292 millones a los madrileños -y en una pérdida de recaudación paralela. De ellos, 8.922 millones han sido en el Impuesto de Patrimonio y otros 32.610, en el de Sucesiones y Donaciones, ambos bonificados al 99%.
«Al no existir el impuesto de Patrimonio en Madrid, muchos empresarios domicilian su empresa en la capital para después como, personas físicas, no tener problemas con ese tributo», explican las fuentes consultadas por este diario. También añaden que «las herencias en los grupos familiares hacen a Madrid más interesante al tener bonificados los impuestos de Sucesiones y Donaciones».
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