Darán que hablar...
Teresa Fonseca: Jugar con cabeza para soñar alto
Madrileña de 14 años, juega al tenis desde los cuatro. Está entre las diez mejores de España en categoría infantil y planea irse a Estados Unidos para seguir formándose y entrar en la élite mundial
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«Es una locura». Así describe el juego de Teresa Fonseca Suay uno de sus entrenadores, Asier Merino. Sin embargo, paradojas del lenguaje, lo que derrocha esta niña de 14 años sobre la cancha es, además de talento, cordura e inteligencia. «Tiene tenis y ... tiene mucha cabeza, que es su gran virtud y lo más importante para ganar partidos», señala su padre. Jorge Fonseca acompaña y dirige la incipiente carrera deportiva de su hija tanto en los entrenamientos -unas diez horas semanales, dos de ellas de trabajo físico- como en las competiciones.
Recientemente, en el campeonato absoluto de Madrid, Teresa jugó contra la número 128 de España, una joven de 21 años. Sobre el papel, tan desigual partido, disputado por una tenista de categoría infantil contra otra de 'absoluto (senior)', parecía imposible. Pero la niña ganó a la mujer (7-6 y 6-1). «El físico de aquella chica, los golpes que pegaba... Le daba mil vueltas -recuerda Fonseca padre-. Pero Teresa la sacó de su juego, la metió en su tela de araña y logró competir y dominarla».
Es muy difícil llegar a la élite en cualquier modalidad deportiva, más aún en una individual. Ni siquiera es fácil destacar como promesa en edades precoces. Sin embargo, el nombre de Teresa Fonseca aparece subrayado cuando preguntas en las mejores escuelas y clubes de tenis de Madrid (ella se entrena en el RACE y en JMO).
Obviamente, sobresale por su juego desde el punto de vista técnico, pero con 14 años le quedan muchas cosas por mejorar. De ahí la coincidencia generalizada en alabar, casi por encima de su tenis, la personalidad de esta niña cuando maneja la raqueta: concentrada; organizada; fría, no refleja su estado de ánimo ni, en consecuencia, da pistas a la rival; y enormemente competitiva, nunca se rinde, pelea cada punto hasta el final. Un carácter innato y, cómo no, con un patrón muy reconocible y confeso: «Siempre me ha gustado ver jugar a Rafa Nadal y aprender de él».
Volviendo a los aspectos técnicos, Teresa cree que sus mejores virtudes son «la derecha de ataque, el revés y la volea. También tengo un buen primer saque, y estoy mejorando el segundo para intentar cortar un poco más la bola y darle más potencia. Además, trabajo en golpes menos habituales como dejadas, cortados, etcétera».
El futuro, impredecible en la vida y en el deporte, está por ver, pero el reciente pasado de Teresa, pese a la lógica brevedad del mismo, ya se escribe con renglones esperanzadores. Entre otros: subcampeona de Madrid en categoría alevín; niña más joven en ganar más torneos de la Federación de Tenis de Madrid (FTM) durante cuatro años consecutivos; o campeona en 2024 de los torneos internacionales Warriors Tour, Spartan y Babolat Cup (en el pasado año 2024 ganó 10 de los 11 campeonatos en los que participó). Es la tercera en el ranking infantil de Madrid y está entre las diez primeras de España.
Desde hace tres años forma parte del proyecto Next Gen (próxima generación) desarrollado por la FTM. Seleccionan a las cinco o seis mejores jugadoras de Madrid en cada categoría y las concentran tres fines de semana al año para evaluar sus condiciones (velocidad de saque, movimientos, musculatura, nutrición, pruebas físicas, competición...). Además, les dan charlas psicológicas y también se reúnen con padres y entrenadores.
La idea de Teresa, al alimón con sus padres, es completar el Bachillerato en el Liceo Francés -«también es muy buena estudiante»- y conseguir una beca ligada al tenis en una Universidad de Estados Unidos. En su cabeza, siempre ordenada y lúcida, objetivos claros y ambiciosos: «Quiero ser campeona de España y llegar a 'top ten' (diez mejores) del mundo».
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