Tenis
Los palcos a pie de pista y los micrófonos en los banquillos divide al circuito: entre el espectáculo y la privacidad
Muchos jugadores aceptan este intercambio más íntimo, pero sin que sea público; otros prefieren ver a todo el equipo y a sus familiares juntos en el mismo sitio
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Más allá del debate que suscita la posibilidad de que los entrenadores puedan ahora dar indicaciones «discretas» y «breves» desde su palco cuando hasta hace unos años era castigado en el circuito masculino con puntos en contra o incluso la expulsión del torneo, en Australia se ha favorecido esta interacción con la instalación de un pequeño banquillo de cuatro asientos a pie de pista (denominadas 'cápsulas de entrenamiento'). Al estilo de la United Cup o la Copa Davis y Billie Jean King. Desde ahí, el técnico puede dirigir o animar cada vez que los jugadores van a por la toalla. Pero no todos están seguros de esta medida que, por el momento, no se sabe si será una moda australiana o se verá en próximos torneos en la temporada.
«Algunos entrenadores se mostraron un poco escépticos, pero cuando se sentaron les gustó. Te da la posibilidad de entrenar a tu jugador tras cada punto si quieres», explicó Craig Tyler, director del Abierto de Australia, en una entrevista en 'The Age'. Al final, es darle también más importancia y visibilidad al papel del técnico.
Para Coco Gauff es una buena idea. «Sé que a algunos jugadores no les gusta el entrenamiento en la cancha. Pero creo que está bien que te lo permitan porque tienes la opción de elegir si quieres que te entrenen o no. Yo dejé a mis entrenadores que decidieran si querían sentarse ahí o en el palco de la grada. No sabía qué iban a elegir hasta que salí a la pista y los vi en la grada». También lo apoya Novak Djokovic, a quien se le ha visto en más de una ocasión acudir a este pequeño palco para recibir indicaciones de su entrenador, Andy Murray, se muestra de acuerdo con este espacio más íntimo para el diálogo. «La gente que está ahí sentada la hemos seleccionado dentro del equipo. Decidimos quién puede contribuir más estando en la pista. Y estoy muy contento con las cuatro personas que están ahí sentadas. Estos palcos me permiten escucharlos mejor».
«Es mucho más cómodo», dijo Iga Swiatek. «Estas reglas para entrenar eran buenas para canchas más pequeñas, pero si juegas en un estadio grande, es imposible escuchar al entrenador desde la grada. Ahora tiene mucho más sentido. Es nuestra elección si queremos usarlo o no, y si tienes una buena comunicación con tu entrenador, creo que podría funcionar», explicó la polaca.
Aryna Sabalenka, campeona del Abierto de Australia en 2022 y 2023, es una a las que no les ha gustado la idea, y ha optado por no utilizar estos asientos a pie de pista y seguir haciendo uso del banquillo en la grada de siempre. «Me gusta ver a todo el equipo en mi palco. Aunque no esté mirando a cada uno de ellos, cuando miro a mi entrenador, sé que están allí todos. Y eso es importante para mí. A veces solo quiero ver a mi novio para darme ánimos. No quiero ver primero a mi entrenador, sino a todos. Y cuatro asientos para eso no son suficientes». «Si hubiera ocho asientos en ese lugar sería mejor para mí. Pero decidimos estar en la grada, quizá no están tan cómodos ellos, pero para mí me resulta mejor», resumió la bielorrusa.
Para Stefanos Tsitsipas también es raro: «Ver a los entrenadores y a otros miembros del equipo en ese palco en particular y el resto arriba... todavía no estoy acostumbrado». Alexander Zverev todavía no está seguro de cómo tomarse estas innovaciones, pero acepta que todos los deportes están evolucionando hacia otra forma de verlo y vivirlo por parte de los espectadores: «El tenis está en plena innovación. Aunque no estoy seguro de qué clase».
Privacidad y espionaje
Para Tyler, es una manera de dar otro tipo de espectáculo al juego: «Creemos que van a crear historias más grandes con los entrenadores, una narrativa más interesante, darles más perfil y hay una buena posibilidad de que veamos que sucedan algunas cosas allí que son bastante interesantes».
Pero este aspecto es el que también divide a los jugadores, pues entran en el partido el espectáculo y la privacidad. Entre los que recelan, Djokovic: «Los asientos a pie de pista están bien, pero esto cambiará en el futuro con los micrófonos», prosigue, señalando unas líneas rojas que no se deberían cruzar: «Entiendo que pueda ser divertido y que incluso se pueda hacer viral porque habrá mucho material de lo que ahí se diga. Lo único que no me gusta es que haya alguien del otro equipo que esté viendo el partido y escuche lo que te está diciendo tu entrenador y luego pueda enviarles esa información a los que están en su banquillo».
«Creo que debería haber discreción y privacidad en cuanto a las directrices tácticas. Eso no debería ser público porque puede poner en peligro el desarrollo del partido», zanja el serbio, subrayando además que los entrenadores tienen acceso a estadísticas y datos en tiempo real sobre el propio partido, como ya ocurre en otros torneos como la Copa de Maestros en Turín.
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