El Madrid pasa por encima del City y asusta a Europa

No hizo experimentos Ancelotti. Con lo que tenía, no era otra que Valverde de lateral y Tchouaméni de central. A su lado Asencio, que conforme pasaban los minutos iba agrandando su figura. Carácter, liderazgo y un buen ramillete de acciones defensivas de mucho valor.

Pero el fútbol es muy simple. Gana quien tiene contundencia en las áreas, y por eso se marchó al descanso con desventaja el Madrid. En el 9, Ederson cometió un claro penalti sobre Vinicius, pero el brasileño había arrancado ligeramente adelantado. Fue el preludio de dos ocasiones que no se pueden fallar en una eliminatoria de Champions.

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Sergi Font

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En el 10, un pase con el exterior de Vinicius dejó a Mbappé ganándole la carrera a Aké antes de entrar en el área y soltar un latigazo al palo largo de Ederson. El brasileño respondió con una gran parada. Como hizo un minuto después el propio Aké. El neerlandés sacó en área pequeña un remate de Mendy con la derecha. Fue una jugada de billar entre Rodrygo, Ferland y Vinicius. A francés y brasileño le faltaron colmillos para haber rematado antes la acción.

Lo que perdonaba el Madrid no lo iba a hacer el City. La primera que tuvo Haaland, la metió en la jaula. Solo necesitó 19 minutos sin Rüdiger para marcar su primer gol al Madrid. Pase filtrado de Grealish a Gvardiol, que llegó hasta el área sin marca ninguna, dejadita con el pecho del croata y, de primeras, para adentro Haaland. Se chequeó durante cuatro minutos un posible fuera del juego del noruego. Incomprensible con el semiautomático de por medio.

El Madrid no se desdibujó tras el tanto de Erling. Tenía un plan, un buen plan, y le siguió dando continuidad. Presión alta en la salida del City y líneas bien juntitas en los ataques en estático de los ingleses, que movían la pelota con una irreconocible inseguridad.

La tuvo Vini, con un disparo al larguero en el 25. Lo mismo que Aké, con un cabezazo a la madera. Y Foden, que sustituyó al lesionado Grealish, con un lanzamiento desde fuera del área que despejó Courtois. Eran ocasiones aisladas de un City que vivía más en su propio campo que en el del Madrid, que acabó encerrando en el área a los ingleses. Pero sin cuchillo. Valverde y en dos ocasiones Mbappé dispararon fuera de los palos en situaciones de claro peligro. Gran noticia el juego y la valentía del Madrid. Malísima el resultado. Pero tenía arreglo.

A los 35 segundos de la reanudación, Haaland mandó al larguero un disparo, rechazado en Camavinga. Fue otra acción aislada del City. El guion no iba a cambiar. Las ocasiones blancas falladas, tampoco. En el 53, Bellingham mandó fuera un remate de cabeza a centro de Vinicius. Dos minutos después, Ederson sacó sobre la raya de gol un disparo de Mbappé, de primeras, tras una buena acción individual de Rodrygo por banda derecha. Ancelotti tragaba sus caramelos en lugar de masticarlos. Hasta que llegó el minuto 60.

Libre directo del Madrid que reventó Valverde en el cuerpo de Bernardo. El rechace quedó en la pierna derecha de Ceballos, que superó a todos los jugadores del City con un pase por arriba que remató Mbappé con la espinilla y de refilón. Eso también vale. 1-1.

Tuvo el Madrid dos más tras el empate para ponerse por delante. Trallazo de Valverde pegado al poste de Ederson y remate de Bellingham a un metro del brasileño. Lo salvó con la rodilla.

Estaba el partido para el 1-2, pero otra vez pastillita del City de color blanco. En el 80, segundo de Haaland, esta vez desde los once metros. Ceballos cometió un estúpido penalti sobre Foden justo en la raya del área grande. Estaba haciendo el mejor partido de su carrera, pero el fútbol no entiende de justicia, sino de goles. O, quizás, sí.

En el 86, Vinicius reventó el pecho de Ederson con un disparo seco y duro. Sobrada del brasileño, porque el balón le quedó muerto a Brahim, que fusiló el segundo. 2-2. En el 92, Bellingham acompañó un mano a mano de Vini, mal finalizado por el brasileño, pero la fe del inglés le llevó a encontrar el premio final. Memorable Real Madrid.