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Diario íntimo de la ceremonia

Enviados a la intemperie

«El viernes no hubo ni fraternité ni egalité y a los periodistas solo nos quedaba la liberté de meternos debajo de un puente»

La lluvia destiñe el desfile pero no puede con un emocionante final

Así trabajó Igor Barcia durante la ceremonia de apertura Pío García
Pío García

Pío García

Enviado especial a París

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Ustedes vieron por la televisión una ceremonia colosal, brillante. ¡Qué palacios tiene París! ¡Qué bonito el Sena! Sin embargo, deben saber que, cuando los barcos pasaban bajo el majestuoso puente de Alejandro III, con sus estatuas doradas y sus sueños imperiales, ahí abajo, en lo ... más oscuro, entre barrotes de hierro y orines humanos, apoyado difícilmente en un bordillo, con el ordenador sujeto entre las piernas, justo ahí, estaba un servidor escribiéndoles la crónica. Por las pantallas gigantes se veía a María Antonieta con la cabeza cortada, como si la Revolución Francesa hubiese triunfado de verdad, pero el viernes no hubo ni fraternité ni egalité y a los periodistas solo nos quedaba la liberté de meternos debajo de un puente. Al lado, los invitados vip, vestidos de fantasía y Christian Dior, tomaban a cubierto champán y canapés.

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