Es fútbol y es femenino
El (mal) trato del Real Madrid a sus jugadoras
«Desde entonces, sorprendentemente, sin razonamiento deportivo alguno, las futbolistas de primer nivel empiezan a salir»
Resultados y clasificaciones
Esther González: «Tengo una mente privilegiada»

Esther González protagonizó un tramo final de temporada muy complicado, pasando de ser imprescindible en los planes de Alberto Toril durante gran parte del curso, a no contar ni en el momento más complicado del equipo esta temporada, la final de la Copa de la ... Reina. Allí, el Real Madrid cayó ante el Atlético y Esther no sólo no jugó, sino que estuvo gran parte de la segunda parte calentando… para nada. Se necesitaba gol y la máxima goleadora histórica de las blancas (39 goles en dos temporadas) se fue sin jugar un solo minuto. Fracaso deportivo espeluznante. ¿Por qué Toril no la puso en el último tramo y la prórroga de la final? ¿Fue decisión suya o se lo impusieron?
Los entrenadores siempre quieren tener a las mejores en el campo, eso es evidente. En su anterior etapa en el club, la salida de Toril vino provocada por discrepancias con Mourinho, porque el cordobés no aceptaba las directrices que le marcaba el portugués, cosa lógica tratándose de un filial. ¿Por qué entonces no y ahora sí habría aceptado las injerencias en su trabajo? Y si no fue así, ¿por qué no ha asumido que su errónea gestión del partido llevó al Real Madrid a perder la final?
No estamos ante un caso aislado. La misma situación la han vivido en otros momentos otras jugadoras del Real Madrid. Casos flagrantes son los de Marta Cardona y Kosovare Assllani. O esta misma temporada, el de Lorena Navarro, que desapareció de las convocatorias. O Ari Arias, actualmente en el FC Barcelona y máxima goleadora en Primera RFEF. Era de lo mejor que había en la cantera.
¿Qué pasa en la sección femenina en la que la sensatez, las buenas formas y la educación a la hora de tratar a sus jugadoras se ha perdido? ¿ Por qué se repiten año tras año las salidas de jugadoras por la puerta de atrás? ¿Por qué no se cuenta con las futbolistas con carisma, jerarquía y que saben competir? Assllani, Jakobsonn, Thaisa, Cardona, Esther... Mucho interrogante para tan poca respuesta.
En el primer tercio de la temporada 2021-2022 se despidió a David Aznar. Los resultados deportivos no acompañaban y las jugadoras no estaban de acuerdo con los métodos de trabajo del entrenador y sus continuas filtraciones. Ana Rossell (directora deportiva), gran valedora del técnico, y Begoña Sanz (responsable de la sección) defendieron la continuidad hasta que Florentino Pérez, tras recibir una carta de toda la plantilla, dijo basta.
Las derrotadas se guardaron el ajuste de cuentas. Desde entonces, sorprendentemente, sin razonamiento deportivo alguno, las futbolistas de primer nivel empiezan a salir. Esos movimientos aparentemente injustificados y otros, aún más sibilinos, dejaron al descubierto lo que para algunos fue evidente desde el minuto uno: que en el Real Madrid Femenino no querían a nadie que no aceptara las formas y maneras directivas de Sanz. Y Rossell, por su parte, nunca quiso a nadie que le quitara protagonismo personal (Asllani), ni jugadoras que dejaran al descubierto su inexperiencia en el puesto. La transición de presidenta a directora deportiva no es fácil.
El aficionado del Real Madrid es consciente de que en tan poco espacio de tiempo alcanzar al Barcelona es difícil y que hay que ir creciendo poco a poco. Pero no entiende por qué el femenino es noticia siempre por líos y brilla por su ausencia el señorío y los valores que han abanderado al club blanco. La salida por la puerta de atrás de jugadoras «de la casa» (Malena, Lorena, Ari) y de referentes desde el punto de vista del fútbol femenino mundial (Asllani, Jakobsonn, Thaisa, Cardona) es algo inexplicable e inexplicado. De ahí mismo viene reponiéndose Esther.
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