Erling Haaland: el gigante que desafía a un fútbol sin nueves

Solo un vistazo por los onces de los grandes equipos europeos es necesario para evidenciar una patología. Es la era de los segundas puntas, ese tipo polivalente que cae o parte de la banda, participa en la construcción de las jugadas y se acerca al gol llegando al área, pero no viviendo en ella. Sin embargo, ¿qué fue del delantero centro?

La escasez de talento joven en la punta de ataque en un fútbol que minimiza al máximo los errores y que necesita más que nunca a hombres diferenciales de cara a portería lleva a muchos clubes a cometer auténticas barbaridades. Por ejemplo, en el pasado estío, el Liverpool pagó 80 millones por Darwin Nuñez al Benfica, mientras que el Tottenham abonó 60 al Everton por Richarlison. Son, por supuesto, medianías a precio de oro, pero es la carencia quien controla el mercado.

En tanto, los delanteros insignia de la última década, como Benzema o Lewandowski, exprimen con genialidad su inevitable ocaso, aunque las pocas opciones en el relevo les obligan aún más a seguir siendo protagonistas. En este caldo de cultivo es preciso recordar que los dos nueves del Milan son Giroud e Ibrahimovic (entre ambos suman casi 80 años); el Inter, su rival en la semifinal de Champions League, acompaña a Lautaro con el veterano Dzeko o con un Lukaku venido a menos; el Bayern de Múnich confía su suerte a Choupo-Moting; Vlahovic no acaba de despegar en Turín; el Manchester United alterna a Weghorst con Martial... La lista puede ser interminable.

Este problema que amenaza con convertirse en endémico no afecta al equipo que mejor fútbol está practicando en Europa, el Manchester City. El rival del Real Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones que este martes comienzan ha encontrado un diamante en el joven Erling Haaland. El excelente ariete noruego de 22 años, tras maravillar primero en Salzburgo y después en Dortmund, llegó este curso a una plantilla de ensueño a la que, si algún pero tenía, solamente necesitaba un trabajador del gol.

En efecto, su impacto con los de Pep Guardiola fue inmediato. El caníbal de Leeds suma 51 goles en 46 partidos en esta temporada, superó el récord histórico que compartían Alan Shearer y Andy Cole de 34 goles en una Premier League en solo 31 encuentros y encabeza a unos citizens que aterrizan hoy en Madrid con ganas de revancha. Porque el campeón de Europa necesitó un milagro para dejar fuera de la final de París a los de Mánchester. Un nuevo coloso que, pese al ingente capital de Abu Dabi que engorda su once año tras año, aún no ha podido levantar el trofeo más preciado del continente.

Igualmente, al margen del componente estadístico, su ingreso en el líder de la Premier modificó el plan de juego de Guardiola. Con Haaland, el City ya no es aquel equipo que exprimía el juego de posición en el último tercio de campo, que permutaba continuamente con sus jugadores de ataque (en especial cuando Gabriel Jesús partía como falso nueve). Ahora, los del Etihad aprovechan el dominio del área del nórdico para combinar el juego directo con el corto; es, incluso, un equipo que abusa del centro lateral cuando la prisa lo reclama.

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Además, en el banquillo de los de azul celeste, como lujosa alternativa, está Julián Álvarez. También en su primera temporada en el noroeste de Inglaterra, el ex de River Plate complementa las características del gigante nórdico. El liviano delantero, un ratón de área semejante en su juego al del madridista Raúl, fue clave en la Copa del Mundo que ganó Argentina en el reciente invierno y, aunque suele salir desde el banquillo en el City, su presente es esperanzador. Son 15 goles en poco más de 2000 minutos en el curso, pero su polivalencia y su crecimiento en este final de temporada han provocado que Álvarez haya sido titular en los últimos tres encuentros en la Premier. Por tanto, su presencia de inicio en el Santiago Bernabéu no sería descabellada.

Salvo la abundancia en el City, la competición inglesa no es ajena a la ausencia de grandes delenteros centro. Así, aunque Harry Kane siga siendo fundamental en los Spurs; el exrealista Aleksander Isak haya irrumpido con optimismo en Newcastle o Ivan Toney esté marcando un sinfín de goles con el Brentford, los nueve referencia brillan por su ausencia.

Esta dinámica es general en las cinco grandes ligas, pero si alguien sigue la estela de Haaland ese es Victor Osimhen. Con 22 goles en el Calcio y una trascendencia abismal en el frenético fútbol napolitano, el nigeriano de 24 años ha sido, junto a Kvaratskhelia, el actor principal del tercer Scudetto de los hijos del Vesubio.

En LaLiga, en cambio, el único nueve joven que realmente es fundamental para su equipo es Enes Unal (25 años). Es más, por los goles del turco, 14 de momento en la competición, pasa la permanencia del Getafe.