El Atlético de Julián Álvarez presenta su candidatura

Se respira ambiente de partido grande en el Metropolitano y el feudo rojiblanco retumba como en sus mejores noches. Simeone saca del once a Le Normand para dar entrada a Giménez en su regreso y a Gallagher por Llorente. Desde bien temprano el Leverkusen se instala en campo rival y al Atlético, bien replegado con una defensa de cinco, no parece importarle ceder el dominio del encuentro a los alemanes.

Un disparo lejano y desviado de Julián Álvarez es lo más parecido a una ocasión que tienen los colchoneros en toda la primera mitad. Son incapaces de robar un balón al Bayer, ni en la presión ni en el repliegue, y no muestran ninguna clarividencia con la pelota en su poder. Palacios y, sobre todo, Xhaka gobiernan el encuentro a su antojo. El suizo detecta la hendidura por la banda izquierda y envía dos sensaciones balones consecutivos a la carrera de Grimaldo. En la primera, Hincapié no encuentra portería, y en la segunda, el tanto de Tella es anulado por la posición adelantada del internacional español.

Oblak se ve obligado a aparecer repeliendo los disparos de Wirtz y Tella, pero la sensación de dominio alemán es absoluta. El Atlético no se encuentra y, para más inri, se ve en inferioridad numérica antes de cumplirse el minuto 25. Barrios, a un nivel discreto las últimas semanas, caza el gemelo de Mukiele con una entrada a destiempo y el italiano Massa, tras revisar la jugada en el VAR, rectifica la amarilla inicial y expulsa al canterano.

Sin embargo, la roja directa le sienta bien a los rojiblancos. El agobio que sentían desaparece y, con nueve jugadores entre el área y sus mediaciones, consiguen repeler sin sufrimiento los ataques del Leverkusen. Incluso, en la recta final de la primera parte, logran protegerse con el balón y alargar sus posesiones más que con once jugadores. Cuando más controlada parecía la contienda, en el añadido, un centro de Mukiele encuentra en el segundo palo totalmente liberado a Hincapié, que contacta un cabezazo inapelable para adelantar a los visitantes justo antes del descanso.

Tras el paso por vestuarios, Simeone deja en el banquillo a un Galán superado una y otra vez por Frimpong para que Reinildo ocupe su lugar, mientras Xabi Alonso da entrada a Schick, el gran goleador de los teutones. Un gran acción al corte del mozambiqueño sobre el neerlandés desencadena el contraataque del Atlético, mejorado de forma magistral por el pase de Griezmann a Julián. El defectuoso intento de despeje de Tah no desvía su trayectoria y el argentino, tras aguantar la embestida de Hincapié, define de maravilla para subir el empate el marcador.

Se viene arriba el Metropolitano con cada acción de los suyos. Aunque el nivel máximo de decibelios, sin contar el gol, se alcanza cuando Massa no le muestra a Wirtz la segunda amarilla por interrumpir el avance de Julián, en la retina del italiano estaría una jugada similar sobre el alemán en la primera mitad en la que su protesta por señalar solo falta le costó la amonestación. Se mantiene en inferioridad, pero el Atlético transmite sensación de peligro en cada jugada y está más metido en el encuentro que nunca. Hasta que, a falta de quince minutos, esta vez el italiano no duda y expulsa a Hincapié por doble amarilla tras su falta sobre Giuliano.

El partido se vuelve loco en el diez para diez, pero ninguno de los dos equipos acierta a concretar. Pero, en el 90, una pérdida de los alemanes en su área permite a Correa encontrar a Julián, que se deshace de Kovar, culmina la heroica remontada rojiblanca y completa una noche de ensueño para la parroquia colchonera.