Los propietarios de Velintonia, sin noticias del Gobierno
La Comunidad de Madrid propuso al Ministerio de Cultura adquirir la casa del Aleixandre, pero a seis días de que acabe la subasta aún no ha recibido respuesta
El Ministerio de Cultura estudia la petición de Madrid para comprar Velintonia

Pese al ruido mediático y político que está rodeando la subasta de Velintonia, la histórica casa de Vicente Aleixandre en Madrid, ninguna Administración Pública se ha puesto en contacto con los propietarios ni han presentado ninguna oferta para adquirirla. Así lo señalan los ... cuatro hermanos Usera Estirado, propietarios del 40 por ciento de la vivienda, en una nota de prensa difundida este martes, en la que recuerdan a la Administración Pública que si quieren pujar por el inmueble pueden hacerlo «en igualdad de condiciones con cualquier otro postor».
Hace una semana, la Comunidad de Madrid animó al Ministerio de Cultura a comprar la casa del premio Nobel, que ha salido a la venta con una tasación de 4,6 millones de euros, y se comprometía a gestionar el centro y dotarlo de actividad en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid. El Ministerio de Cultura respondió que estudiaría la propuesta, pero desde entonces nada más se ha sabido. El ministro Ernest Urtasun ha evitado referirse al tema, aunque la vicepresidenta Yolanda Díaz, líder de Sumar, sí dijo que «sería un orgullo para nuestro país» que el Estado se hiciera con ese patrimonio.
A seis días de que expire el plazo de la subasta, aún no se ha registrado ninguna oferta por Velintonia, que tiene una tasación de 4,6 millones de euros, tal y como figura en el Portal de Subastas. La rama de los Merlo-Usera (el otro 60 por ciento de la vivienda es propiedad de Amaya Aleixandre, sobrina segunda del escritor) señalan en su comunicado que su «interés e intención» es «dar fiel cumplimiento» a la sentencia de abril de 2021 «en la cual se ordenaba la venta del inmueble en pública subasta judicial».
En su condición de «copropietarios y ejecutantes» del inmueble, los Usera Estirado afirman que ningún organismo o Administración Pública se ha puesto en contacto con ellos para comprar Velintonia: «De ser este su interés, siempre podrían pujar en la subasta que se está celebrando, en igualdad de condiciones con cualquier otro postor. Ya en su día les fue comunicado a los correspondientes organismos la venta del inmueble en pública subasta judicial, sin que ninguno manifestase su intención de adquirir el inmueble». El edicto fijó que si la subasta queda desierta, se volverá a celebrar otra, y así hasta que se ejecute la venta.
La nota también hace referencia a la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre (AAVA), que desde sus redes sociales está pidiendo no pujar por Velintonia. La AAVA siempre ha defendido convertir esta vivienda en la Casa de la Poesía. «Cualquier gestión o negociación que haya podido efectuar una asociación o agrupación particular para determinar el uso que ha de darse al mismo, ha sido realizada sin nuestro previo conocimiento y sin nuestro consentimiento», dicen los Usera Estirado.
«En nuestra condición de familiares de Vicente Aleixandre y Merlo, no aprobamos y desautorizamos explícitamente cualquier intencionalidad de uso del inmueble que quiera atribuirle dicha asociación o agrupación particular», añade el comunicado. «El inmueble conocido como Velintonia es de propiedad privada, y este derecho cuenta con amparo constitucional, tal y como consta expresamente reconocido en el artículo 33 de nuestra Constitución».
Fue hace dos semanas, después de que la publicación en el BOE se retrasara un mes tras otro por una serie de enredos judiciales, cuando por fin la subasta se hizo efectiva. La vivienda tiene una tasación de 4,6 millones de euros y se admiten pujas a partir de los 3,2 millones de euros, importe equivalente al 70 por ciento. Sobre la vivienda pesan algunas limitaciones impuestas por la declaración de Bien de Interés Cultural (BIP), la segunda protección patrimonial prevista por ley, después del Bien de Interés Cultural (BIC).
Por esta condición BIP, quien adquiera la casa deberá mantener algunos elementos, como la fachada, la disposición de algunas habitaciones y el cedro libanés del jardín, aunque podrá darle el uso que desee al inmueble, ya sea cultural o para fines privados. Según unos informes periciales a los que ha tenido acceso ABC, a los que un juez dio validez en una sentencia no firme, el edificio necesita reformas por valor de entre 300.000 y 655.000 euros.
Si finalmente el Ministerio de Cultura diera el paso de adquirir Velintonia, tendría que hacer frente a estos gastos, pero en siete días nadie se ha manifestado al respecto, más allá de aquella tímida declaración de intenciones. Fuentes de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid aseguran que nadie del ministerio se ha puesto en contacto con ellos ni el ministro Urtasun se ha pronunciado al respeto.
MÁS INFORMACIÓN
Mientras tanto, Podemos ha registrado en el Congreso dos iniciativas parlamentarias. En una pregunta para respuesta escrita, el diputado Javier Sánchez Serna pregunta al Gobierno si piensa «declarar la casa de Vicente Aleixandre como casa museo o tomar con urgencia alguna medida que pueda evitar la subasta de un bien de tal importancia histórica y patrimonial». Igualmente, en una propuesta no de ley, Podemos pide detener la subasta y declarar BIC la vivienda.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete