CRÍTICA DE:
'On Growing Sane in Insane Places', en la galería The Ryder: Un escenario de juego empedrado
MAdrid
Un antiguo experimento médico sobre salud mental, base de una interesante muestra colectiva en la galería The Ryder
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Procedente de Londres y asentada en Lavapiés desde 2019, la galería The Ryder se ha consolidado en el circuito madrileño gracias a la densidad conceptual de sus exposiciones, que combinan con soltura artistas de diversas generaciones, intereses y procedencias.
En esta muestra, el marco ... discursivo se inspira en 'On Being Sane in Insane Places' (1973), un experimento de enorme impacto en la medicina moderna diseñado por el psiquiatra y psicólogo David Rosenhan. En dicho estudio, diversos voluntarios fingieron alucinaciones para ser internados en instituciones psiquiátricas. Una vez dentro, dejaron de simular síntomas y actuaron con «normalidad», pero permanecieron hospitalizados y tratados con fármacos durante semanas.
La cita, comisariada por Pepe Suárez, psiquiatra infantil, se presenta como un «escenario de juego» que explora la delgada línea que separa lo sano de lo enfermo en el ámbito de la salud mental, centrando la atención en las condiciones necesarias para un desarrollo saludable en un entorno, el actual, percibido como adverso. La propuesta omite los factores biológicos y genéticos para enfocarse en tres ejes culturales clave en la construcción de la identidad: género, familia y sociedad.
En el primer ámbito destacan los trabajos pioneros en el contexto español de Miguel Benlloch y Cabello/Carceller, quienes, desde una perspectiva lúdica, cuestionan las imposiciones normativas que condicionan la libre construcción de la identidad sexual. En torno a los lazos familiares se articulan tres de las propuestas más interesantes: Francisco Ruiz de Infante explora las interferencias de la dualidad en la construcción del yo a partir de su relación con su hermano gemelo; Melike Kara sitúa su obra en el contexto kurdo y reivindica la transmisión de saberes femeninos dentro de un mismo linaje; y Simon Lehner confronta la figura paterna mediante una enrevesada e irónica genealogía de «masculinidades tóxicas».

Finalmente, los cambios en la identidad colectiva se abordan en la obra de Jon Rafman, que revive las salas de videojuegos de los años 80 y 90 como espacios de comunidad, y en el trabajo de Cristina Stolhe, quien documenta el arduo entrenamiento de la patinadora Sara Hurtado mientras sugiere el impacto alienante de las redes sociales.
Aunque deliberadamente incompleto, el conjunto abre reflexiones relevantes y evita caer en conclusiones evidentes. Sin embargo, su enfoque se debilita al ignorar las numerosas críticas dirigidas al experimento de Rosenhan, como las expuestas por Susannah Cahalan en su libro 'The Great Pretender' (2019), donde se revelan irregularidades muy significativas, tales como la manipulación de los datos obtenidos o la omisión de testimonios discrepantes.

'On Growing Sane in Insane Places'
Colectiva. Galería The Ryder. Madrid. C/ Miguel Servet, 13. Comisario: Pepe Suárez. Hasta el 18 de enero. Tres estrellas.
Al presentar a Rosenhan como una figura heroica enfrentada a un sistema defectuoso, la muestra coquetea con una narrativa simplista, en auge actualmente, que retrata al saber psiquiátrico como intrínsecamente patologizante y opresivo.
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