Trump en el País de las Maravillas

Pero el mandatario subestimaba entonces a un rival inesperado, la pandemia del Covid-19, que ha golpeado duramente a Estados Unidos, al igual que al resto del mundo. «He tenido mala suerte», llega a decir, además de admitir que le restó importancia para evitar el pánico. Hasta ese momento había conseguido superar obstáculos casi infranqueables, como la investigación por la «Trama rusa» y el impeachment por su intento de influir en el presidente de Ucrania para perjudicar a Joe Biden . Un rival ante quien Trump ya se veía vencedor al considerarlo «mucho más débil» que Hillary Clinton .

Pero la realidad volvió a desmentir a Trump, y este lunes, si no sucede algo extraordinario, la victoria de Biden, que el 3 de noviembre obtuvo siete millones de votos más que el inquilino de la Casa Blanca, será certificada oficialmente. En esta segunda entrega, Woodward, que a lo largo de su carrera ha escrito sobre nueves presidentes, desde Nixon a Trump , y ha ganado dos premios Pulitzer, afila la pluma -a veces demasiado- para abordar, puntualizar y corregir datos de algunos de los temas que han tensado el mandato de Trump. En él, se adentra en el backstage de los enfrentamientos con Corea del Norte, que le hicieron bordear la guerra; con los regímenes de Siria e Irán, sus polémicas con los medios, las protestas raciales, tras la muerte de George Floyd ; y, sobre todo, su gestión de la pandemia.

En el texto, el periodista muestra a un presidente que alterna la

verdad con la mentira, y que se ha guiado más por instinto que por un plan consensuado con su equipo. También deja constancia de sus erráticos comportamientos en su relación son sus colaboradores más cercanos, frente al entendimiento que muestra hacia ciertos líderes internacionales. Para demostrar esto último, Woodward recopila la correspondencia (25 de las 27 cartas que existen) entre el presidente estadounidense y su homólogo norcoreano, Kim Jong-un , cuando preparaban la histórica cumbre entre ambos países. Esta estrecha relación le lleva a Trump a hacer una revelación, que ha sembrado de incertidumbre su mandato: su facilidad para empatizar con lo que el presidente llama «chicos malos» de la escena internacional.

Frente a este deshielo ante sus enemigos, Trump ha dispensado el mayor de sus desprecios hacia mandatarios de su propia casa, como su antecesor en el cargo, Barack Obama . «El 90 por 100 de lo que hizo lo he deshecho yo», se jacta ante Woodward. Veremos que siente ahora que Biden ha empezado a demoler su legado.

Con el único de sus colaboradores con quien sí parece haber mantenido una perfecta sintonía es con su yerno Jared Kushner , su hombre «en la sombra» en materia de política internacional. Esta cercanía ha llevado a Kushner a presumir de entender la personalidad impredecible de Trump -«nadie sabe el límite que no traspasará», ha reconocido su yerno-. E incluso a la osadía de ofrecer una guía para entender su presidencia. En ella, recomienda leer Alicia en el País de las Maravillas , libro en el que presumiblemente el presidente Trump estaría representado por el Gato de Cheshire, que en un momento del relato afirma: «Si no sabes dónde vas, cualquier camino te llevará hasta allí».