Madrid da el primer paso para sacar la casa de Aleixandre del abandono
La Consejería de Cultura de la región incoa el expediente para declarar Bien de Interés Protegido Velintonia 3

Durante años, la casa de Vicente Aleixandre en Madrid fue el lugar de reunión preferido de la Generación del 27. Rafael Alberti, Federico García Lorca o Dámaso Alonso eran visitantes habituales de Velintonia 3. «En aquella casa, el importante no era ... él, sino el que llegaba a él. Le interesaba la vida concreta que tenía ante sí, hasta en las íntimas menudencias. Ninguna plaza tan ancha y aireada como aquel pequeño y descuidado jardín, ninguna calle mayor más concurrida de experiencias ajenas que aquella sala en penumbra», dijo Francisco Brines . Por allí, en esa suerte de exilio interior que supuso aquella 'casa de la poesía' oficiosa, se dejaron caer también autores como José Hierro, Gil de Biedma o algunos de los novísimos.
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Pero tras la muerte del premio Nobel, en 1984, Velintonia quedó deshabitada y comenzó un proceso de deterioro y abandono que ninguna administración quiso o pudo revertir. De hecho, los ministros de Cultura apenas se han dignado a pisar el chalé del poeta. Lo hizo Javier Solana en 1982 y José Manuel Uribes el pasado mes de febrero, 38 años después. Lo único que pudo hacer el predecesor de Miquel Iceta fue comprobar que el inmueble se encontraba en una situación de semirruina, completamente vacía, sin ningún mobiliario, ni biblioteca ni archivo afecto a Aleixandre. Aunque entonces propuso proteger el inmueble con la figura del Bien de Interés Cultural (BIC), acabó entendiendo que la única vía pasaba por el Bien de Interés Patrimonial (BIP).

Así lo dispuso el equipo de Uribes en un informe emitido el pasado 30 de junio. En él, la entonces responsable de Bellas Artes, Dolores Jiménez-Blanco , concluía que la vivienda que Aleixandre habitó durante 57 años era un símbolo de la historia de España, amén de un testimonio indiscutible. Tras constatar «el grave estado de abandono en el que se encuentra actualmente, dado el importantísimo interés histórico que reúne», instaba a la Comunidad de Madrid a declarar BIP el inmueble. Un mes después, al poco de tomar posesión de su cargo, Iceta pidió medidas urgentes en una carta dirigida a la consejera Marta Rivera de la Cruz y propuso convertir el inmueble en la ‘Casa de la Poesía’, como reclama la Asociación de Amigos de Aleixandre.
La misiva de Iceta llegaba tarde, pues Patrimonio ya había iniciado los trabajos de procedimiento para incoar el expediente. Cuatro meses después, la dirección general ha dado por terminados estos trabajos y a lo largo de los próximos días, probablemente en la semana del 13 de diciembre, publicará en el BOCAM la resolución por la que dará comienzo el procedimiento para la declaración BIP. En un periodo máximo de seis meses, si todos los trámites siguen su curso, por primera vez Velintonia pasará a ser protegido por las administraciones públicas.
Con esta decisión tomada en base a los «criterios técnicos», subraya la consejera de Cultura madrileña, Marta Rivera de la Cruz, se protege «el valor simbólico que Velintonia tiene en la historia de la literatura española». La consejera se felicita de poder culminar «un proceso largo y arduo» en colaboración con el Ministerio de Cultura y garantizar así la viabilidad de «un espacio cultural como este».
La consejera Marta Rivera de la Cruz destaca «el valor simbólico que Velintonia tiene en la historia de la literatura española»
En la resolución adoptada, a la que ha tenido acceso ABC, se justifica la declaración BIP por dos motivos. En primer lugar, por ser «uno de los escasos elementos conservados que formaban parte del conjunto de viviendas adaptadas a una trama viaria que componían la Colonia Metropolitana, urbanizada entre 1920 y 1925». El segundo motivo es «el valor simbólico de la casa por haber sido escenario de la vida y lugar de la producción literaria del premio Nobel [...] alcanzando su mayor valor cuando le fue concedido el premio Nobel de Literatura en 1977, lo que supuso un reconocimiento universal de su obra, pero también y en cierta manera de toda la Generación del 27».

La declaración BIP otorga el segundo nivel de protección aplicable a los bienes que sin tener la «excepcional» relevancia de los BIC, poseen una especial significación histórica o artística, y garantiza que toda intervención en ellos respete sus valores históricos, artísticos y culturales. Su uso, no obstante, no está limitado y bien podría usarse para impulsar la casa de la poesía que anhelan los Amigos de Aleixandre o cualquier otro tipo de actividad. El inmueble está a la venta y los herederos del poeta piden por él alrededor de 5 millones de euros. Para restaurarlo habría que invertir al menos otro millón.
En todo caso, la Comunidad resuelve que sea cual sea la reforma abordada, se debe conservar la carpintería exterior original de madera pintada, la cubierta de teja árabe curva y el color original de la pintura de fachada, así como la envolvente exterior, para mantener su carácter. Igualmente, hay que mantener la configuración espacial de las salas principales de las plantas baja y primera, entre ellas la sala de lectura y de tertulias. También están protegidos el jardín que rodea la casa y, en concreto, el cedro del Líbano plantado por Aleixandre en 1927 , el año que llegó a Velintonia.
«Este cedro es un arbolito que era de 30 centímetros cuando yo lo planté y hoy tiene una cantidad de metros inmensa –explicó el escritor–. Lo tenemos que podar constantemente porque, si no, se come y derriba la casa». Tras casi cuarenta años de abandono, las instituciones públicas por fin impulsan figuras jurídicas para que Velintonia siga en pie.
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