Chris Gardner, el hombre que inspiró 'En busca de la felicidad': «Me enfoqué en lo que sí podía hacer»
entrevista
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Los momentos más duros y dramáticos en la vida de Chris Gardner son públicos. Son los que refleja la película 'En busca de la felicidad' y encarna en su nombre el actor Will Smith. Cuando se cumplen justo 17 años de su estreno, el hombre que vivió con su hijo en la calle mientras luchaba por formarse para darle un futuro mejor ha visitado Madrid. Vino a dar, ayer domingo, la charla 'La magia de la felicidad' en el festival 'Christmas by Starlite', que junto con su agenda de grandes conciertos quiso estrenar en la capital su vertiente divulgativa (también estuvo Irene Villa).
Poco antes Gardner se sentó con ABC Bienestar a contar su manera de afrontar la vida, entonces y después, porque de la pobreza absoluta pasó a convertirse en millonario primero y en 'coach' más tarde, actividad a la que se dedica actualmente. Con un gran sentido del humor, el estadounidense, de 69 años, imagen moderna y actitud jovial, nunca conoció a su padre y su madre, proveniente de una familia dedicada a la recolección del algodón aunque decidida a terminar la pesada tradición, fue su inspiración para luchar por superarse.
Qué es para usted la felicidad, después de tantos años dedicado a ella.
Poder hacer un trabajo coherente con mis valores, estar sano y ser el mejor abuelo del mundo. Eso sí que me hace feliz.
Su vida personal pesa más.
La vida, y punto. Estoy feliz de estar vivo. Todos conocemos a alguien que ya no está entre nosotros, y más tras la pandemia. También sabemos que tu edad cronológica no significa nada, cuántos años tienes no significa nada, y que seguir aquí sanos, y con suerte con nuestra familia también presente y saludable, es algo enorme. Esta es una parte importante del bienestar para mí, además de ayudar a otros, especialmente en lo que hace a la salud mental. Ahora por fin somos conscientes de que es un asunto clave. Hace un tiempo no era así, no se lo tomaba en serio, no había tratamientos ni tantos expertos. Por eso, sobre todo con los jóvenes, los animo a reconocer que necesitan ayuda y a pedirla.
Eso es complicado también para personas adultas, a veces hasta más. Parece que tenemos que ser siempre fuertes, estar motivados, mantener un ritmo alto en diversos frentes...
Para todos. Si te fijas en los grandes jefes o líderes, en algún punto de su vida han dicho 'necesito ayuda'.
Conocimos a su hijo a través de la película. Han pasado 17 años, ¿cómo es hoy su relación con él?
Ya no existe...porque ahora tengo una nieta (estalla en sonoras carcajadas, que refuerza dando palmas). Lo confieso, aunque no lo hagan la mayoría de los abuelos: cuando conoces a ese pequeño bebé, ¡pum! Y mi nieta es increíble. Me preguntan mucho por mi hijo, pero ella es una auténtica estrella.

¿Qué hace en su empresa actual, Hapyness?
Dedico todo el tiempo que puedo a estar con jóvenes a lo largo de todo el mundo (de hecho, lleva siempre dos relojes, uno con la hora del lugar donde está, el otro con el de su casa en Chicago) para hablar de lo que se puede hacer. Hay demasiada gente diciéndoles todo el rato lo que no pueden hacer. Oprah Winfrey y yo nacimos el mismo año, somos del mismo signo y fuimos a la misma escuela. ¿Quién te dice que de esos chicos y colegios no saldrá el siguiente Chris o la siguiente Oprah? Yo empecé a hablar en bachilleratos, pero los profesores y expertos me dijeron que en esa etapa ya era tarde para influir en ellos, que había que hacerlo antes. Así que empezamos a ir a secundarios, pero también era tarde. Con lo cual ahora vamos a los últimos años de primaria y esos niños me dan sustos de muerte.
¿Por qué?
Porque te hacen preguntas de adultos en cuerpos de niños. Ahí es cuando lo de ser abuelo resulta útil, porque debo adaptar las respuestas para un niño de nueve o diez años. Responder, pero de la mejor manera posible para ellos.
¿Cómo ser feliz aún con problemas, o con una familia complicada o sin dinero? Usted estuvo ahí, ¿cómo se sale?
En nuestro nombre, Hapyness, hay una y griega en lugar de una i latina. Eso es así para transmitir que tú estás ahí ('you', en inglés) y eres el responsable. Tí tienes la oportunidad de elegir la vida que quieres tener, para ti y para tu familia. Yo elegí. Y porque elegí debí tomar decisiones difíciles, pero al mismo tiempo eso me empoderó, porque me enfoqué en lo que sí podía hacer. Y tenía lo que yo llamo 'permiso para soñar'. Lo aprendí de mi madre. Ella se lo dio a sí misma. Todo lo que yo he vivido y por lo que he pasado no es nada comparado con su vida y la de los de su generación en Estados Unidos. Hasta entonces, y durante 400 años, nuestra gente solo podía recoger algodón, pero ella decidió soñar: su sueño era que ella iba a ser la última. De hecho, el día que abandonó el campo en Luisiana estaba embarazada de mí.
Una vez que uno se atreve a soñar, ¿cómo sigue? ¿por dónde se empieza? ¿Cuál sería la lista de pasos a dar?
No hagamos lista, tracemos un plan. Un plan A.
Sé que no cree en el plan B, en las segundas oportunidades.
¡No! Tienes una oportunidad, solo una: y es ahora mismo. El tiempo es el activo definitivo. Puedes hacer dinero, o perderlo. Pero no puedes fabricar tiempo, nadie puede, en ningún sitio. Así que si no lo haces ahora, ¿cuándo? Y si no es aquí, dónde. Y si no lo haces tú, quién. El tiempo es todo lo que tenemos.
¿Se compara usted a otros, o lo ha hecho? Con las redes sociales es algo de suma vigencia.
¡No, no, no, no, no! De ninguna manera. Con la única persona con la que me comparo es con el tío que vi en el espejo ayer. Y hoy ya lo he superado. Es lo único que me preocupa, ser mejor que yo mismo ayer. Y qué necesito hacer para estar o ser mejor que él. Necesito ser más, no tener más. Quiero ver y enseñar al mundo la mejor versión de mí mismo. ¡Igual que tú!, el mundo aún no ha visto tu mejor versión, porque, como yo, estamos en ello, trabajándola. Eso me excita, ese es mi gran proyecto.
¿Es su misión?
Mi misión es, como dije, pasar todo el tiempo posible con niños y jóvenes mostrándoles lo que sí pueden hacer. No soy la persona indicada para que me digan lo que no se puede hacer. No soy el mejor ejemplo del cómo, en términos de las formas tradicionales, del A,B,C o 1,2,3, de 've a la universidad, consigue tu título, empieza a trabajar', etcétera. Pero sí soy ejemplo de cómo hacer lo que tienes que hacer cuando debes hacerlo. No quiero olvidar mi última conversación con mi amigo y héroe Nelson Mandela, quien me dijo que tal vez viví todo lo que viví para poder realizar la misión de mi generación. Sus palabras exactas fueron: 'Cada generación tiene la responsabilidad de asegurarse de quienes vienen detrás puedan llegar un poco más alto y un poco más lejos'. Los caminos que recorremos ahora están hechos de las lágrimas y la sangre de quienes nos antecedieron.
¿Alguna vez se imaginó esta vida para usted?
No. Por eso expreso mi apreciación y agradecimiento intentando a ayudar a otros en el camino. Quiero construir el futuro.
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