Psicología
Esto es lo que pasa si comes a menudo delante del móvil (y otras pantallas)
Al igual que ocurre cuando dormimos cerca de un teléfono móvil, tener este tipo de pantallas cerca cuando estamos comiendo (o cenando) nos hacen un flaco favor

En palabras de Jan Chozen, «para experimentar verdaderamente una fiesta en la boca, no necesitamos un aderezo más intenso, sino la presencia de estar conscientes», así que aunque nos empeñamos en llenar nuestras mesas de distracciones, la recomendación es eliminar las pantallas (teléfonos, tablet, televisión) ... y disfrutar de lo que consumimos y de la compañía que habitualmente rodea los momentos de la ingesta.
Y es que si las pantallas no son aconsejables antes de ir a dormir, tampoco durante las comidas o cenas porque nos desconectan de lo verdaderamente importante. Al menos, así es como lo valora Cristina Andrades, psicóloga sanitaria y especialista en alteraciones de la conducta alimentaria, que indica que el momento de la comida, suele implicar un contacto o reunión social. «Cuando esto ocurre, las pantallas nos desconectan de ambas cosas. Si comemos en solitario, igualmente desconectamos del disfrute de los sabores, olores y colores de aquello que estamos comiendo», dice.
Eso sí, para la experta, las pantallas y la tele en concreto deben ser «demonizadas» porque se habla de preferencias: «Cada persona, momento y situación puede requerir unas pautas determinadas».
Sin pantallas
Por más que los dispositivos telefónicos, televisiones y 'tablets' nos facilitan la vida y también nos acercan a aquellas personas que tenemos lejos, nunca serán bien vistas en determinados momentos. Por ejemplo, Gabriela Paoli, experta en sueño, asegura que tener los teléfonos cerca no es «nada bueno» cuando vamos a dormir porque si durante la noche nos despertamos, «seguramente sucumbiremos a conectarnos, y allí perderemos horas de sueño que nos traerán consecuencias negativas al día siguiente».
«Las pantallas nos desconectan de lo que comemos y de las personas que nos acompañan»
Cristina Andrades
Psicóloga
Lo mismo ocurre cuando nos sentamos a la mesa para comer... En términos generales, tal como cuenta Cristina Andrades, comer frente a las pantallas « reduce la comunicación entre las personas que comparten la mesa, prestamos menos atención visual a lo que consumimos, no aplicamos todos nuestros sentidos en el momento de la comida, activamos un piloto automático que nos hace comer sin prestar atención a las sensaciones de hambre y saciedad, nos hace aumentar la velocidad de la ingesta, y un largo etc.».
«Cuando se habla de comer con o sin pantallas siempre nos centramos en la idea de que las pantallas nos hacen comer más rápido y sin ellas podemos comer más lento. No me gusta que se implemente esta idea junto con que quitando las pantallas se cuenta el número de bacodos, nos permitios soltar el tenedor... A veces se cree que buscando esa lentitud se adelgazará cuando no es así. Nos olvidamos de que comiendo de manera más lenta disfrutamos de la textura y sabor de la comida», dice la experta.
«Comer despacio nos ayuda a disfrutar de la textura y sabor de la comida»
Cristina Andrades
Psicóloga
Una dieta más saludable
Justo en esta época del año, nos olvidamos de esta parte del «comer bien» y nos centramos en realizar dietas milagros (y dañinas) que nos alejan, según Cristina Andrades, del respeto a nuestras necesades físicas y psicológicas y que a su vez implican una serie de restricciones y control que pueden afectarnos negativamente en el futuro.
En conclusión, comer saludable y comer bien, debe comenzar por respetar y cuidar nuestra salud física y también nuestra salud mental: activando todos nuestros sentidos, realizando elecciones saludables pero siendo flexibles y respetuosos con nosotros. Eso sí, a poder ser, sin el móvil o la tele delante.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete