Cae una estrella del cielo Michelin

Un año más, la Guía Michelin ha desatado la polémica entre los cocineros españoles, quejosos del chovinismo por parte del vademécum galo al no reconocer como se merece la gastronomía del país, algo extensible a la de Castilla y León, que para 2012 ha pasado de cuatro a tres comedores con una estrella. En la actualidad tienen ese distinción Víctor Gutierrez, de Salamanca; Villena, de Segovia, y Cocinandos, de León. De la lista se ha caído, Ramiro´s, de Valladolid.

En el caso del restaurante regentado por Jesús Ramiro, sin conocerse los motivos de la pérdida de la estrella, éste barrunta dos motivos: «El cambio de ubicación del restaurante y el que estoy centrado desde hace meses en otros proyectos gastronómicos». De hecho, Ramiro no da una importancia descatable la pérdida.

De parecida opinión es Julio Reoyo, del restaurante Villena, quien reconoce que «a nadie le amarga un dulce», pero que «la verdadera estrella es dar de comer a la gente dos veces al día», un mérito que hace extensivo a todo el equipo del establecimiento. En su opinión, los inspectores de Michelin no hacen justicia a la cocina española, apostando casi exclusivamente por los cocineros de vanguardia, cuando «en Castilla y León tenemos una cocina basada en unos productos variados y de gran calidad».

Por su parte, Juan José Pérez, que regente Cocinandos en León junto a Yolanda León, considera que la cocina española está, desde hace años, muy por encima de la francesa. De todos modos, reconoce que la estrella avala la calidad y continuidad de su producto de restauración integral, algo que ha supuesto que las ocho mesas del restaurante no pueden atender toda la demanda. Además, cree que son más los pros que los contras.

Finalmente, el más veterano de los restaurantes con estrella Michelin —desde 2003—, el peruano Víctor Gutiérrez, con establecimiento en Salamanca, admite que todos los años por estas fechas el nerviosismo le invade a la espera de si la mantiene o no. Considera que una estrella sin es un motivo de presión pero «para superarse», a la vez que reconoce que muchos clientes no sólo acuden a la ciudad por su monumentalidad sino también por su cocina. Convencido de que la Guía Michelin es injusta con España, Gutiérrez subraya que Castilla y León, con «sus maravillosos productos» debería tener más estrellas.