El único hammam natural de Europa, a un paso de España

Rocío Jiménez

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28/02/2025
Actualizado a las 09:17h.

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Ubicada en los Pirineos, en el departamento francés del Alto Garona y muy cerca de la frontera con España, se encuentra Bagnères-de-Luchon, una coqueta ciudad que presume de un entorno natural espectacular con trece picos de más de 3.000 metros de altura, una elegante arquitectura Belle Époque con refinadas villas, lujosos palacetes y un casino, destacados monumentos como la iglesia de Notre-Dame de l'Assomption -obra maestra de la arquitectura sacra-, una estación de esquí de renombre, la de Superbagnères, y una cultura termal con siglos de historia que le ha valido una gran reputación en todo el mundo.

El historiador y geógrafo griego Estrabón ya proclamó la excelencia de las aguas medicinales de este lugar desde el comienzo de nuestra era, pero fueron los romanos los primeros en excavar una cueva en estos terrenos para aprovechar sus propiedades y crear tres piscinas. Tras esto, Luchon vivió siglos de gran esplendor hasta que las invasiones bárbaras acabaron mermando su reputación y dejando caer en el olvido sus baños, que apenas eran usados por la población local.

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No fue hasta 1759 que recuperó su fama gracias al barón Antoine Megret de Etigny, quien construyó en el paraje centenario del parque de Quinconces un edificio para preservarlos y los conectó con la ciudad con una avenida que lleva su nombre. Posteriormente, en 1763, el duque de Richelieu promovió este destino en la corte de Versalles y obtuvo subvenciones del rey, lo que permitió a Etigny seguir mejorando las instalaciones. La primera piedra del edificio de este balneario que ha llegado hasta nuestros días se colocó en 1848 bajo el proyecto del arquitecto Edmond Chambert y se inauguró en 1857.

Las propiedades curativas de sus aguas, cuyo contenido en azufre es uno de los más altos de toda Francia y casi de Europa, no tardaron en atraer a las clases altas y a grandes personalidades, como el novelista francés Alejandro Dumas -vivió aquí entre 1853 y 1869-, el escritor Gustavo Flaubert o el hijo del Napoleón III y de la Emperatriz Eugenia, a quien trataron en ellas, en 1867, en un edificio de madera reservado solo para él y que años más tarde dio lugar al Pabellón del Príncipe Imperial en el mismo lugar.

Pero, si por algo destacan estas termas es por contar con el único hammam natural de Europa. En 1929 se creó el Vaporarium sulfurizado, 1.200 metros de galerías que se adentran más de 150 metros en la roca ofreciendo un auténtico baño de vapor. El agua termal a 72 grados fluye a través de las paredes minerales envolviendo en una suave humedad que aporta múltiples beneficios para la salud, como eliminación de toxinas, purificación de la piel, relajación muscular y despeje de las vías respiratorias.

El complejo de Termas de Luchon, que se abastece de tres pozos con temperaturas de entre 50 y 72 grados, ha sido reformado y ampliado en los dos últimos años para ofrecer uno de los centros más modernos y atractivos del país con un nuevo edificio bautizado como Ressources & Vous. Este cuenta con 3.000 metros cuadrados y tres plantas que disponen de tres piscinas de aguas termales, incluida una exterior estilo terraza con solárium, cascadas, cuellos de cisne, río a contracorriente, banco de burbuja y chorros de agua, tres saunas de calor seco a 80 grados donde estimular la circulación sanguínea y relajarse, la sala cielo de nieve donde caen copos, la pared de hielo, perfecta para estimular y tonificar, y una zona deportiva que ofrece programas específicos para quienes están en fase de preparación o de recuperación y quieren aprovechar al máximo los beneficios naturales del agua termal.