Palacio Real de la Almudaina, una joya mallorquina con vistas al mar
La residencia oficial de los reyes de España durante sus viajes a Mallorca es uno de los edificios de Patrimonio Nacional más visitados del país y un bello collage de estilos arquitectónicos
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La isla de Mallorca atrae cada año a millones de turistas y no solo por sus playas de aguas turquesas, o su exuberante naturaleza, sino también por su capital, Palma que, gracias a su rico patrimonio artístico y monumentos y a sus aires modernos y cosmopolitas se ha coronado como uno de los destinos urbanos más apetecibles del país, hasta para la familia Real que lleva décadas veraneando aquí.
Toda visita a la mayor de las Baleares debe comenzar por la catedral y continuar por el Palacio Real de la Almudaina, residencia oficial para ceremonias y recepciones de los reyes de España durante el verano y otro de los edificios más emblemáticos que da forma al skyline de la ciudad. Es, de hecho, la estampa que forman ambos monumentos frente a la bahía la más famosa y reconocida del destino. Esto es todo lo que hay que saber de este palacio de 14 torres.

Historia y arquitectura
El núcleo arquitectónico en el que se ubica el edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1931, estuvo ocupado por los romanos, aunque fue durante la dominación musulmana cuando se estableció la alcazaba bajo el nombre de Almudaina –cuyo significado es recinto amurallado–, de la que todavía pueden verse algunos restos. Entre 1305 y 1314 fue modificada por Jaime II, quien le otorgó su forma actual y la convirtió en la sede de la corte de los reyes de Mallorca. Este se inspiró en el Palacio Real de Perpiñán. En sus orígenes se podía acceder al Palacio desde el mar, lo que aumentaba aún más si cabe su encanto. En los siglos posteriores se levantó la primera planta y se restauró alguna de sus estancias, de ahí que se puedan observar diferentes estilos arquitectónicos.
En su interior destacan, más allá de su escalinata real, el patio de armas, lugar donde se realizan las recepciones oficiales de la Familia Real y en el que se conserva un león de mármol blanco como recuerdo de su pasado musulmán, los baños árabes, que se componían de tres salas –fría, templada y caliente– y a los que solo podían acceder los walíes musulmanes que residían en el antiguo Alcázar, el Salón Mayor, la sala más importantes de todas en la que se han celebrado festividades y recibimientos de embajadores desde que fue construido en la época de Jaime II, y la capilla de Santa Ana, en la que se impone el estilo gótico levantino como se puede apreciar en sus bóvedas nervadas y en sus alargados vanos cerrados con vidrieras. El retablo mayor de este templo está dedicado a San Julián y fue realizado por el pintor mallorquín Rafael Moger. También cuenta con una capilla dedicada a Santa Práxedes en la que se veneran sus reliquias traídas por Jaime III desde Roma.



A los pies de este monumento está el jardín S'Hort del Rei. En su origen (siglo XIV) era una zona de acceso restringido del palacio y contaba con árboles frutales y hortalizas, pero en la década de los 60 se llevó a cabo una reforma bajo el Plan de recuperación del entorno de la Almudaina en la que el arquitecto local Gabriel Alomar diseñó tres jardines contiguos como expresión de la conciliación entre la jardinería hispano-musulmana, la renacentista italiana y la tradición jardinera de la isla.
Curiosidades
- El rey Juan I contrató los servicios del alquimista de origen francés Jaume de Lustrac y lo instaló en la torre del Ángel del Palacio en 1395. Cuando murió, su hermano Martí I subió al trono y tachó de mentiroso al alquimista llegando a encarcelarlo.
- Una de las leyendas más recurrentes de este palacio es la del tesoro del Puig de Fátima. Cuando el valí Abu Yahia se preparaba para hacer frente al avance del rey Jaime I decidió proteger a su hija, por lo que encargó a su prometido que la llevara a una cueva en la montaña de lo que hoy es Puigpunyent junto con el tesoro que le concedería como dote y sus doncellas. Cuando cayeron las murallas la princesa gritó y provocó un derrumbe que la dejó encerrada con el tesoro.
- En 2024 este palacio fue el quinto edificio más visitado de los que forman parte de Patrimonio Nacional con más de 250.000 visitantes.
- Los últimos viernes de cada mes, excepto agosto y septiembre, se realiza el relevo de la Guardia de Honor del Palacio de la Almudaina, un acto solemne en el que se realiza una reconstrucción histórica que representa a las unidades mallorquinas que combatieron contra el invasor francés.
- Este edificio ha sido sede de la Audiencia desde Felipe II, residencia del Virrey y del Capitán General, y centro administrativo del Real Patrimonio en la isla.

Datos de interés
- La entrada para los visitantes es por Palau Reial s/n (frente a la catedral).
- El horario de visitas es de 10 a 18 horas de martes a domingo.
- El acceso es gratuito los miércoles y domingos de 15 a 18 horas, el resto de días y horas el precio de la entrada es de 7 euros, cifra a la que hay que añadir 6 euros si se desea contar con una guía.
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