Claves para proteger la vista en verano

La vista es el principal instrumento que nos pemite conocer la realidad y relacionarnos con el mismo. Por ello, es imprescindible prestar la adecuada atención a su cuidado. Una de las principales herramientas para ello son las gafas de sol que, lejos de ser sólo una prenda de moda o un complemento estético, protegen a los ojos de las radiaciones nocivas del sol.

Sin embargo, se ha comprobado que más del 93% de las gafas de sol compradas fuera de ópticas o establecimientos sanitarios, como en bazares, mercadillos o el «top manta» no cumplen la normativa vigente por lo que su uso puede dañar la salud.

Por ello, el Colegio General de Ópticos y Optometristas de España está pidiendo que las gafas de sol se reconozcan como producto sanitario , de manera que su venta quede regulada. Mientras tanto, es cada óptico u optometrista el que debe aconsejar sobre las precauciones necesarias.

Las gafas de sol deben disponer de un filtro específico para cada tipo de actividad que se pretende realizar, como conducir, hacer deporte, acudir a la montaña o tomar el sol. Además, los lentes no deben jamás ser de plástico.

Las gafas homologadas, vendidas en ópticas, nos protegen de los rayos uva del sol en cualquier actividad. Además, permite reducir el riesgo de sufrir cataratas , ofrecer mayor seguridad al conducir y evitar los efectos del aire o el polvo.

Por otro lado, en tiempo vacaciones aumenta el número de horas que pasamos delante de dispositivos electrónicos que pueden generar el llamado síndrome de fatiga visual . La solución pasa por acudir a los ópticos y optometristas, que disponen de los conocimientos necesarios para atender los síntomas de este síndrome, como el lagrimeo, los ojos rojos o la visión borrosa.