Google revoluciona Internet y anuncia la llegada de inteligencia artificial al buscador
La empresa ha celebrado este miércoles su evento anual Google I/O, en el que la IA generativa ha sido la gran protagonista
Dile adiós al Google de siempre: cómo la IA y TikTok van a cambiar el buscador
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Google no está dispuesto a renunciar fácilmente a su condición de albacea preferente de toda la información que engulle Internet. La empresa estadounidense propiedad de Alphabet ha anunciado hoy, durante el desarrollo de su evento anual para desarrolladores Google I/O, la inclusión de una inteligencia artificial similar a ChatGPT en su propio buscador, ese que, actualmente, es empleado para el 90% de las consultas que se realizan en la Red.
Según se ha mostrado durante la conferencia, cuando el usuario realice una búsqueda en Google, se encontrará con una pestaña en la parte superior del buscador llamada 'Converse, que acompañará a las clásicas 'Noticias', 'Imágenes', 'Vídeos' o 'Mapas' que tanto tiempo llevan presentes en la herramienta.
De acuerdo con las imágenes mostradas durante el evento, cuando el usuario realice una pregunta al buscador, la IA será capaz de darle una respuesta resumida que se mostrará al inicio de la página. Justo debajo aparece la clásica hilera de enlaces azules, que pierden algo de protagonismo. Los anuncios también seguirán estando presentes, como era de esperar.
Si se hace clic en ese recuadro rectangular, la respuesta de la IA muestra los enlaces que conducen a las fuentes de información originales a partir de las que la máquina ha creado la respuesta a la búsqueda. También se muestra, bien grande, una advertencia en la que se señala que "la IA es experimental", con el objetivo de advertir al internauta de que los resultados que ofrece pueden ser erróneos. Esto, seguramente, tiene parte importante de la culpa de que la tecnología no ofrezca resultados cuando se realicen búsquedas relacionadas con temas como la salud, según han desvelado medios estadounidenses.
Durante la demostración, se ha enseñado una búsqueda en la que se pregunta por una buena bicicleta para hacer trayectos largos. A la respuesta de la IA, en la parte superior, la seguía justo debajo un módulo con anuncios de varias bicicletas con su precio. Algo que no es muy distinto de lo que ocurre actualmente. El usuario también podrá realizar preguntas de seguimiento a la máquina para completar más la información de la inteligencia artificial.
Sea como fuere, Google avisa de que no todas las búsquedas que realice el usuario recibirán automáticamente la respuesta de la IA. Solo ocurrirá en aquellos casos en los que el algoritmo de la empresa considere que la máquina puede ofrecer un contenido interesante para el internauta. El usuario, además, deberá configurar el buscador para que ofrezca la información generada por IA.
Por el momento, la empresa ha anunciado que esta nueva versión del buscador solo estará disponible en fase de pruebas para un reducido grupo de usuarios de Estados Unidos. Llegará allí en las próximas semanas.
PaLM 2, el motor
El chatbot tiene como motor a PaLM 2, una herramienta capaz de ofrecer contenido en más de 100 idiomas y que, básicamente, puede hacer lo mismo que GPT-4, la tecnología que mueve a ChatGPT. El sistema ha sido entrenado a partir de información procedente de todo tipo de fuentes de Internet; también con libros, código o matemáticas, entre otros datos.
Gracias a esta tecnología, Bard, el chatbot independiente anunciado por Google hace unos meses, y que comienza a estar disponible en hasta 180 países, será capaz de responder a las consultas del usuario con imágenes, algo que, hasta la fecha, no permite ChatGPT. Todo el contenido creado a través de esta herramienta podrá ser trasladado fácilmente a otras plataformas. Por ejemplo, puedes crear contenido matemático utilizando la IA de Bard y trasladarlo a un documento de Excel.
Por el momento, Bard solo será funcional en inglés, aunque Google ha anunciado que, dentro de poco, será compatible con hasta 40 idiomas diferentes. Entre ellos se encuentra el castellano.
Google también mostró como próximamente el usuario podrá utilizar IA generativa para que sea la propia máquina la que responda a los correos que realiza el usuario. Este podrá modular la respuesta, que podrá ser más coloquial o profesional en función de los deseos del internauta. El internauta también podrá recurrir a Google Docs y solicitar a la máquina que escriba texto a demanda.
Asimismo, Google anunció la llegada de IA a Maps con el objetivo de que la inteligencia artificial sea capaz de guiar al usuario por el trayecto que debe seguir en imágenes 3D. La inteligencia artificial también permitirá que los internautas puedan realizar cambios en las imágenes en Google Fotos, como centrar objetos y personas en las imágenes.
Bing y ChatGPT, rivales a batir
Con la incorporación de IA en el buscador, Google sigue los pasos de Microsoft, empresa que añadió su propia herramienta parlante, capaz de responder a cualquier pregunta que realice el usuario, a su buscador Bing hace unos meses. En este caso, desarrollada en colaboración con OpenAI mediante el empleo del mismo motor que mueve a ChatGPT: el flamante GPT-4.
El auge de la inteligencia artificial generativa, y, en concreto, la inclusión de por parte de Microsoft de una herramienta capaz de responder a cualquier pregunta que haga el usuario sin necesidad de que este ande pulsando decenas de enlaces hasta que encuentre los datos que busca, han obligado a Google a moverse rápido. A poner rápidamente a disposición de todos los usuarios una tecnología que, entre otras cosas, tiene potencial para transformar definitivamente los hábitos de consumo de contenido online.
Las prisas, y los nervios en el seno de la compañía afincada en Mountain View, han ido en aumento después de que, hace escasas semanas, se filtrase que compañías como Samsung estaban pensando en sustituir a Google por Bing como el buscador por defecto en los dispositivos que comercializan.
Esto no solo podría provocar un descenso remarcable en el número de usuarios del buscador, también tendría un importante impacto en su negocio más importante, el de la publicidad; ese con el que la compañía consiguió facturar, solo durante 2022, 162.000 millones de euros. El pedazo de tarta a repartir en el mercado global de los anuncios para 2023 podría ser de 286.000 millones, de acuerdo con un reciente estudio de la firma de análisis MAGNA.
La entrada en juego de un competidor a tener en cuenta, Microsoft, empresa que ha invertido miles de millones en OpenAI durante los últimos años, ha obligado a que Google cambie su postura, tradicionalmente conservadora en lo que se refiere a compartir con la sociedad sus desarrollos relacionados con inteligencia artificial generativa, y se sume a la tendencia de lanzar nuevas herramientas apoyadas en IA. Todo con el objetivo de retener la atención de un usuario que, por el momento, y en la mayoría de los casos, ni conoce bien la tecnología ni sabe cómo utilizarla correctamente. Y esto puede traer consecuencias nefastas para el propio internauta, como llevan advirtiendo numerosos académicos y expertos en inteligencia artificial durante los últimos meses.
Muchos de ellos han alertado durante las últimas semanas en ABC, entre otras cosas, sobre el peligro de que esta tecnología, lanzada a trompicones sin contar con ningún tipo de certificación o control externo, provoque una ola de desinformación debido a los (numerosos) errores que puede cometer cuando responde a las preguntas planteadas por el internauta. Especialmente si este se queda exclusivamente con la información que ofrece la máquina y no la contrasta con fuentes fiables. Y es que, aunque la IA avanza con paso de gigante, a día de hoy sigue lejos de ser perfecta, como este diario ha demostrado en varias ocasiones.
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