Patricio Barrios - Director de Servicios Financieros en Neoris
El papel de la banca y la tecnología como motores de la economía sostenible
Entre los valores, destaca el autor, están disponer de un marco de trabajo, con herramientas, conocimiento experto y recursos que fortalezcan el posicionamiento de las entidades

En 2015, representantes de casi 200 países firman en la sede de la ONU la Agenda 2030, cuyo núcleo son 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Buscan desde luchar contra la pobreza extrema y el cambio climático hasta fomentar el consumo responsable y ... disminuir las desigualdades derivadas del género o de la educación .
2019 fue un año crucial para que la sostenibilidad estuviera en primera línea de la estrategia de las entidades financieras ya que los ODS se alinearon con una serie de principios de banca responsable impulsados por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI). En su redacción participaron los principales bancos del mundo, entre ellos BBVA y Santander, y, a día de hoy, ya hay más de 120 entidades adheridas.
Estos principios incorporan la sostenibilidad a todas las áreas de negocio de los bancos y preparan al sector para colaborar más estrechamente con la economía sostenible. Alinean estrategias con ODS, fijan objetivos en áreas dónde el impacto sea mayor, se responsabilizan con los clientes, actuales y futuros y desarrollan prácticas sostenibles para con ellos, involucran a los grupos de interés, fijan modelos de gobierno y cultura de responsabilidad bancaria, y, por último, muestran transparencia y responsabilidad revisando de manera periódica estos principios.
Los beneficios para los bancos, según señala la UNEP, de impulsar e implantar los principios de banca responsable van desde disponer de un marco de trabajo, con herramientas, conocimiento experto y recursos que fortalezcan el posicionamiento de los bancos en la economía sostenible; hasta aprovechar nuevas oportunidades de negocio en el sector de esta emergente economía sostenible, pasando por beneficios ligados a la mayor confianza y mejor imagen ante el ecosistema.
2020 lo cambia todo. La pandemia global, que ha impactado en mayor o menor medida a toda la humanidad, ha hecho que el sector financiero tome un papel crucial en la recuperación. Al no ser, aún, una crisis de liquidez, la banca, que ha hecho bien los deberes tras las crisis de 2008 (fortalecimiento de requerimientos de capital, fusiones, fuerte digitalización e inversión en nuevas tecnologías, y, por último, incorporación de principios de banca responsable) está preparada para liderar la oleada de inversiones necesarias, tanto para «reconstruir» los efectos de la Covid-19 como para seguir haciendo realidad los ODS hacia la agenda 2030.
Voy a detenerme en el proceso de digitalización como uno de los aspectos críticos para la consecución de los principios de banca responsable. La primera oleada de la Covid-19 ha demostrado el acierto de las estrategias de transformación tecnológicas acometidas por las entidades financieras en los últimos 10 años . Durante este período, por ejemplo, se ha podido atender a clientes desde canales no físicos, manteniendo calidad de servicio.
Según McKinsey el uso del canal online y móvil se ha incrementado entre un 20% y un 50% en 2020. Los consumidores, muy acostumbrados ya a la experiencia de usuario de los gigantes de internet (Google, Amazon, Netflix) esperan esa misma experiencia de la banca, por lo que es una enorme oportunidad para las entidades financieras el poder anticiparse a las necesidades de sus crecientes clientes digitales.
Y esto es sólo un ejemplo de cómo la tecnología ha permitido que el sector pueda seguir operando con normalidad durante los primeros meses de la crisis. La digitalización es fundamental para que la banca pueda ayudar al desarrollo sostenible y la mayor parte de nuevas tecnologías implementadas en los bancos tienen aplicaciones directas sobre este desarrollo . Veamos algunos casos.
Uso masivo de los datos a través de Big Data. El análisis y la recolección de datos es uno de los retos en prácticamente todos los ODS de la ONU y los métodos innovadores para recolectar y medir datos pueden ayudar a su consecución. Por ejemplo, BBVA usa en su agregador financiero para empresas «One View» una funcionalidad que permite medir la huella de carbono en la actividad diaria de las mismas.
Toma de decisiones basadas en Inteligencia Artificial. La integración de la sostenibilidad en la toma de decisiones se ejemplifica con la inclusión de criterios ambientales y sociales en el portafolio de productos y procesos de financiación. La inteligencia artificial ayuda a incorporar a los procesos de riesgos otras variables ambientales y sociales y a establecer nuevos parámetros para el diseño de productos y servicios verdes, así como a evaluar riesgos ambientales y sociales durante los procesos de evaluación de crédito y financiación de proyectos.
Canales no físicos para la inclusión financiera. La tecnología está ayudando asimismo a la inclusión financiera. Con el altísimo grado de penetración del «smartphone» en prácticamente cualquier geografía, procesos de on-boarding con biometría para identificación o con inteligencia artificial para procesar de forma automática documentación, hacen que la brecha digital se pueda reducir en entornos menos favorecidos.
Financiación verde a través de «Blockchain». Los bonos verdes, que se emiten para financiar proyectos sostenibles, han encontrado en la tecnología «Blockchain» un aliado para su impulso. Tanto los emisores como los inversores pueden verificar las transacciones de forma segura quedando asimismo registrados el impacto que dichos proyectos están dejando en el medio ambiente.
Pero la tecnología por sí misma no es suficiente. Es necesario que también aumente la concienciación sobre la sostenibilidad en el ámbito financiero y en 2020 se están dando pasos para ello. El pasado mayo, la Asociación Española de Banca se adhirió al manifiesto europeo de la Alianza para la Recuperación Verde. Este manifiesto tiene como objetivo el impulso de inversiones que traten de lograr recuperación sostenible una vez que pasen los efectos de la pandemia.
La empresa española también está convencida de que la recuperación económica viene marcada por la sostenibilidad. A través de la Red Española del Pacto Mundial de la ONU, nuestros empresarios de todos los sectores instan a que se desarrolle un sistema financiero sostenible que pueda hacer frente a ésta y futuras crisis.
Estos planes de reconstrucción marcarán la evolución de los mercados financieros en los próximos años . La banca es consciente de que su supervivencia a largo plazo está ligada a la supervivencia a largo plazo del entorno en el que opera y ha sentado las bases de su transformación sostenible gracias a la tecnología y a los principios de banca responsable, siendo un pilar de ayuda y cambio fundamental como agente financiero para la superación de la crisis de la Covid-19.
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