Gimnasios para ejecutivos "fitster"

Cada vez más las agendas de trabajo nos destinan días fuera de nuestras ciudades . Las semanas nos resultan cortas y nuestros propósitos de enero pasan al último de los planos, como ocurre todos los años. La primavera tardía nos secuestra en casa, por lo que hacer footing es impensable; para cuando queremos estrenar las deportivas con cámara de aire, esa tecnología se ha quedado obsoleta y no es compatible con el asfalto.

Casarse con el trabajo ha dejado de convertirse en una obligación laboral para pasar a ser en el atractivo bussiness lifestyle . Este modus vivendi solo conjuga bien con lugares más que prémium , en donde se nos proporcionen todas las facilidades inimaginables. Pensar en un consumidor altamente ocupado sin tiempo para nada que le gusta cuidarse, sentirse bien por dentro y por fuera se ha convertido en el gran nicho de mercado. Es nuestra oportunidad para dejarnos consentir y estar más cerca de nuestras metas personales con los servicios a la carta para ser feliz , todo inmediato y a un click.

Poco plato y mucho zapato ya no es actualidad ; ni siquiera el power walking, que es lo mismo pero sin guiso en ración gourmet de postre y en cursivas.

Ponerse en forma hoy requiere poca cosa, disciplina, constancia, Instagram y diseño : localizaciones eclécticas que recojan las mejores tendencias de las ciudades más cosmopolitas del mundo.

Las grandes naves dejaron de ser las favoritas para apostar por los gimnasios boutique con conceptos que casan muy bien con el lujo; reuniendo esfuerzos en la aquitectura de interiores con acabados industriales y grupos pequeños, exclusivos y cuidando nuestra experiencia de entrenar en esos clubs. Demos gracias, se acabó el sufrimiento: entrenamos por placer , sin otro mayor esfuerzo que cruzar la puerta.